Sa lettre est arrivรฉe portรฉe par le fleuve. Elle disait: โje tโattends; tu entreras par lโallรฉe des roseaux. Mon gouffre est tendu de mousses, Pour toi, jโouvrirai le Jardin des Mรฉtamorphoses; tu y verras jusquโaux nervures des statues, prรจs du saule, lร oรน les bulles sโinterrogent. La cascade, tout ร son solfรจge, ne prรชtera pas attentions ร nos allรฉes et venues.
Jโai soif de tes pontes dโairelles, de ton aine ombellifรจre, de tes hanches ร la dรฉrive. Je tโattends: prends le premier courant.
Yesรฉ Amory
โNo hubo un solo dรญa, desde que nos casamos bajo el รกrbol de Nim, que no estuviera con Octavio. Un solo dรญaโ. Quien hablaba era la artista visual Marie Josรฉ Tramini Poli (1932-2018), corsa de nacimiento, mexicana por adopciรณn y corazรณn. Marie Jo la llamaban quienes sentรญan por ella un cariรฑo especial. โSin guiรณn: Marie Jo, sin guiรณnโ, repetรญa, con su voz cantarina, tan francesa y enfรกtica, cuando veรญa ese apelativo escrito en la prensa o por amigos poco atentos a las formas de la ceremonia y que, sin embargo, conocรญan su otro nombre: Yesรฉ Amory, anagrama con el que publicรณ poemas y prosas poรฉticas en algunas revistas francesas y luego, traducidos por quien fuera su esposo, Octavio Paz, para la ediciรณn de Versiones y diversiones.
Pero su verdadero nombre era Pasiรณn. No habรญa medias tintas con ella: Marie Josรฉ Tramini era risa desatada, lรกgrimas de emociรณn o de ira que se expresaba en un โno, no, no. No conocรญ a Octavio en 1963. Fue en 1962, en Sunder Nagarโ. โDebes escribir la verdadโ, decรญa.
Como sabemos, en 1963 Paz habรญa recibido la noticia, increรญble para รฉl, de que habรญa obtenido el prestigioso premio de la Bienale de Knokke-le-Zoute: el Grand Prix International de Poรฉsie, que anteriormente habรญan obtenido Ungaretti, Saint-John-Perse y Jorge Guillรฉn. No habรญa vuelto a ver a Marie Josรฉ, quien habรญa partido a Francia con su esposo, un diplomรกtico francรฉs. En mayo de 1964 Paz le escribiรณ a Josรฉ Luis Martรญnez anunciรกndole su posible viaje a Parรญs y a finales de mes, el 26, le rogรณ que hiciera una reservaciรณn en el hotel Montalambert o Pont Royal, a partir del 5 de junio. De acuerdo con Rodrigo Martรญnez Baracs, Josรฉ Luis Martรญnez hizo la reservaciรณn en el Hotel Cayre para esa fecha. Pero el 5 de junio Paz aรบn estaba en Delhi y le habรญa escrito un cable urgente a Martรญnez para que cancelara la reservaciรณn e hiciera una nueva en el Montalambert o el Palais Royal. Llegarรญa el viernes 12 de junio. El hotel, que en realidad se llamaba Pont Royal, fue el sitio donde Martรญnez hizo la reservaciรณn.
La vida puede dar un giro, una voltereta terrible o maravillosa en un solo segundo. En retrospectiva, nos preguntamos quรฉ habrรญa pasado si no hubiรฉramos caminado un dรญa preciso, a una hora precisa, por alguna calle. ยฟQuรฉ habrรญa ocurrido si ese dรญa, en la calle, pasa frente a nuestros ojos un auto y nos impide ver o reconocer el rostro de nuestro destino, el que cambiarรก para siempre nuestras vidas? Marie Josรฉ Tramini caminaba ese dรญa, a mediados de junio, por la Rue Montalambert, en cuyo nรบmero 5-7 se encontraba el Pont Royal. A medida que se acercaba le pareciรณ reconocer una silueta a travรฉs de la puerta de vidrio del hotel. Habรญa salido de la India el aรฑo anterior y no habรญa vuelto a saber nada de Octavio Paz, que ese dรญa, tras la puerta giratoria del Pont Royale, reconociรณ a Marie Josรฉ: โEl pรกjaro caรญdo /entre la calle Montalambert y la de Bac / es una muchacha / detenida / sobre un precipicio de miradasโ. Quizรก las miradas eran muchas. La importante fue la suya y, tal vez, fue tambiรฉn la reconciliaciรณn de Paz con la vida.
Despuรฉs del encuentro, Marie Josรฉ partiรณ hacia la confrontaciรณn con su destino que se resolviรณ en la separaciรณn de su esposo y alcanzรณ a Paz en Ginebra. No se separarรญan jamรกs, porque el poeta seguรญa visitรกndola โen espรญrituโ, decรญa, todos los dรญas.
Conocรญ a Marie Josรฉ en 2011, gracias a Adolfo Castaรฑรณn. A ella, a su cariรฑosa tiranรญa, debo haber concluido y publicado un libro cuyo final parecรญa imposible: Viaje de Vuelta. Su compaรฑรญa me deparรณ revelaciones extraordinarias y trabajos de Heracles que superaban mis capacidades. โUna vez, al volver de Cambridge, encontramos en nuestra casa muchos arreglos frutales y toda clase de viandas. Tรญralas, me dijo Octavio. Eran de Echeverrรญa. Las habรญa mandado como adelanto de un ofrecimiento: la embajada en Francia, pero Octavio no aceptรณโ, me dijo hace poco. โNo puedo demostrar eso, Marie Joโ, le respondรญ. โBusca, busca. Escribe la verdad. Escribe esas pรกginas. Seguimosโ. Asรญ terminaba la mayorรญa de nuestras interminables charlas telefรณnicas, que no siempre se referรญan a Octavio Paz.
Del mismo modo en que me comentaba las elecciones, era capaz de llamarme varias veces para darme โinstrucciones precisasโ para salvar a mi gato de una enfermedad que parecรญa incurable. Hoy temo por la suerte de los suyos. Estuvo cerca de mรญ cuando mi padre enfermรณ y llamaba, solรญcita y cariรฑosa para saber de su salud. Pero tambiรฉn era una erรญnea cuando algo salรญa mal, cuando no encontraba los papeles imposibles que me incitaba a buscar, y entonces su risa cristalina se convertรญa en aquel โno, no, noโ, tres veces repetido, que recordarรฉ siempre.
A Marie Josรฉ le abrumaba el futuro de Mรฉxico, le trastornaban el decaรญmiento de nuestra cultura, de sus crรญticos, de sus editores. Todavรญa la semana pasada comentรณ con profunda tristeza el desastre nicaragรผense. Estaba en todo. Sabรญa todo. Habรญa leรญdo todo. Con un candor y una calidez extraordinarias me dijo un dรญa: โAnoche vino Octavio. Y ya sรฉ cรณmo vamos a hacer el libroโ. Entonces encontrรณ la ediciรณn de LโArc et la lyre, quemada por las llamas del incendio que destruyรณ su departamento, y me lo mandรณ para que hiciรฉramos la ediciรณn conmemorativa de Los signos en rotaciรณn. โEscribe esoโ, me conminรณ, โque Octavio nos dijo cรณmoโ. No pude hacerlo, no encontrรฉ la manera adecuada para expresar su exaltaciรณn y entusiasmo.
Sรฉ que hoy estarรก bajo el รกrbol de Nim y, como en su poema, alguien la ha estado esperando. Hoy, querida Marie Jo, estas palabras van para ti. Seguimos.
(Ciudad de Mรฉxico, 1961) es poeta, ensayista y editora de poesรญa en Letras Libres. Este aรฑo su libro Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crรณnica de una amistad (Ariel, 2020) recibiรณ los premios Mazatlรกn de Literatura y Xavier Villaurrutia.