En 1916, mientras las fuerzas revolucionarias se disputaban la ciudad de Aguascalientes, la pequeรฑa Anita Brenner y su familia se subieron a un coche y manejaron a toda velocidad hacia la estaciรณn de tren. No era su primer escape de Mรฉxico, pero sรญ el definitivo. El padre de Anita habรญa vendido todo, incluyendo los muebles y la ropa, para pagar el pasaje hacia la frontera norte.
La familia se asentรณ en San Antonio, donde el padre estableciรณ un nuevo negocio. A pesar de que la familia estaba bien acomodada, Anita siempre se sintiรณ fuera de lugar. Como judรญa estadounidense nacida en Mรฉxico, se encontraba en un espacio intermedio y ambiguo: relegada por los judรญos gringos; discriminada, como judรญa, por muchos norteamericanos. Muy a pesar de su padre, decidiรณ regresar a Mรฉxico en 1923.
Al llegar a la capital se insertรณ casi inmediatamente en el fervor intelectual posrevolucionario; en cafรฉs y en fiestas con Diego Rivera, Frida Kahlo y Josรฉ Clemente Orozco encontrรณ su vocaciรณn como mediadora cultural, estableciendo una reputaciรณn internacional que la definirรญa por toda su vida. Como periodista, antropรณloga, promotora cultural y viajera, Anita ayudรณ a posicionar en medios extranjeros al grupo de artistas que ella llamรณ el renacimiento del arte mexicano. Su identidad hรญbrida le permitiรณ atravesar fronteras, convirtiรฉndola en una importante diplomรกtica cultural.
Su ejemplo sigue siendo vigente. Hace no mucho, el Centro de Documentaciรณn e Investigaciรณn Judรญa y la Universidad de Aguascalientes publicaron el libro Anita Brenner. Una escritora judรญa con Mรฉxico en el corazรณn, de Marcela Lรณpez Arellano. Este mes, el centro Skirball de Los รngeles inaugura una exhibiciรณn en su honor. El show, con obras de Rivera, Orozco, Siqueiros, Kahlo, Goeritz y Friedeberg, entre otros, es una muestra del increรญble impacto que Brenner tuvo en generaciones de artistas.
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El padre de Anita, Isidoro Brenner, era un empresario con ciudadanรญa estadounidense nacido en Letonia, que viajรณ en bicicleta por Estados Unidos antes de asentarse en Aguascalientes a finales del siglo diecinueve. En aquel tiempo, Porfirio Dรญaz, que promovรญa la inversiรณn extranjera, habรญa convertido a Aguascalientes en un importante centro ferroviario. Con el paso del tiempo Isidoro comprรณ un terreno grande en donde plantรณ รกrboles frutales y criรณ caballos. Tambiรฉn estableciรณ el club de Rotarios de la ciudad y se convirtiรณ en una importante figura pรบblica en la zona.
Tras el estallido de la Revoluciรณn, el gobierno de Estados Unidos empezรณ una campaรฑa de desprestigio hacia Mรฉxico y apoyรณ a Porfirio Dรญaz con armamento. Estas acciones, aunadas al enojo que la poblaciรณn ya albergaba contra los latifundistas e inversores extranjeros, generaron actos de violencia contra la poblaciรณn norteamericana que vivรญa en Mรฉxico. Temiendo por su vida, los Brenner escaparon del paรญs, haciรฉndose pasar como alemanes de camino a la frontera. A pesar de todo, el rancho no fue confiscado y siguiรณ a nombre de los Brenner despuรฉs de la revoluciรณn.
Cuando Anita, a sus dieciocho aรฑos, regresรณ a Mรฉxico, el paรญs estaba en pleno fervor creativo. La Revoluciรณn trajo consigo cambios en la narrativa nacional y una revaloraciรณn de las raรญces indรญgenas; se cuestionaba la visiรณn eurocentrista de la historia, se exponรญa a la Conquista como un episodio violento y opresor.
Anita estaba convencida de que el arte tenรญa que jugar un importante papel en esta nueva identidad mexicana. Esta creencia la llevรณ a acercarse a periodistas liberales como John Dos Passos y artistas como Rivera, Orozco y Siqueiros. En 1928, escribiรณ en el New York World: โMรฉxico, tanto tiempo camuflado de bandidos, petrรณleo y revoluciรณn, emerge con un arte que no solo es una expresiรณn significativa de sรญ mismo, sino un renacer del genuino arte americanoโฆ Pintar, tallar, crear algo con forma y color es una necesidad mexicanaโฆ Solo a travรฉs de los objetos que Mรฉxico hace puede verse claramente el paรญs.โ
Su experiencia previa con la comunidad judรญa de San Antonio la sensibilizรณ a la particular situaciรณn de los judรญos en tierra mexicana. Supo de los intentos de difamar a Mรฉxico en los Estados Unidos, donde se propagaba la versiรณn de que este paรญs no era bueno con los judรญos. Anita se convirtiรณ en una ardua defensora de Mรฉxico. Sus primeros artรญculos para The Nation y la Jewish Telagraphic Agency promovรญan la visiรณn de que Mรฉxico era un paรญs seguro para los judรญos.
Estos textos fueron el inicio de una obsesiรณn vitalicia por defender a Mรฉxico en tierras anglosajonas. En 1925 Anita, siempre inquieta, se mudรณ a Nueva York y publicรณ, en inglรฉs, su libro mรกs famoso, รdolos tras los altares, una visiรณn eclรฉctica de las tradiciones indรญgenas en Mรฉxico y su relaciรณn con el arte emergente de aquellos tiempos. En su libro, el trabajo de Rivera y Orozco se concibe como una continuidad del arte pรบblico mexicano: โHay una calidad รฉpica en los artistas mexicanos que excita la imaginaciรณn,โ escribiรณ. โEstos artistas surgen del crisol de una larga serie de conflictos, como testimonio de que en ninguna otra parte como en Mรฉxico el arte estรก โy ha estadoโ รญntimamente ligado con el destino de la gente.โ
El libro fue un rotundo รฉxito. A Anita le llovieron cartas de admiraciรณn de personajes como Miguel de Unamuno y el escritor inglรฉs Richard Hughes. Tenรญa solamente 24 aรฑos.
Esta fama precoz, sin embargo, no afectรณ su producciรณn intelectual. En 1929, bajo la tutorรญa de Franz Boas, se graduรณ con un doctorado en antropologรญa por la Universidad de Columbia. Ese mismo aรฑo se ganรณ una beca Guggenheim, que utilizรณ para su luna de miel en Europa y en Guerrero. Se involucrรณ con cรญrculos de izquierda y como corresponsal de The New York Times en Espaรฑa defendiรณ a los republicanos durante la guerra civil.
Entrevistรณ a Trotsky para The Nation en 1933 y, dos aรฑos despuรฉs, cuando รฉste pidiรณ asilo en Noruega, le escribiรณ una carta a Diego Rivera diciรฉndole que sacar al lรญder comunista de aquel paรญs era cuestiรณn de vida o muerte. Al final, Rivera hablรณ con Lรกzaro Cรกrdenas, quien le brindรณ asilo al ideรณlogo ruso. Ya en Mรฉxico, Brenner participรณ, junto con el filรณsofo estadounidense John Dewey, como โjuradoโ en el famoso juicio que se le hizo a Trotsky para redimirlo de los cargos imputados por Stalin.
A lo largo de su vida escribiรณ mรกs de cuatrocientos artรญculos para diferentes publicaciones y publicรณ varios libros, incluyendo El viento que levantรณ a Mรฉxico, el primer libro en inglรฉs sobre la Revoluciรณn Mexicana. En la introducciรณn a Anita Brenner: A Mind of Her Own, escrito por Susannah Joel Glusker, hija de Brenner, Carlos Monsivรกis incluye a Anita Brenner, junto con Tina Modotti, Frida Kahlo y Lola รlvarez Bravo, en el grupo de โmexicanas o extranjeras rรกpidamente โnacionalizadasโ que ya son mitos, leyendas, o figuras cuya mera invocaciรณn clarifica contenidos bรกsicos de una รฉpocaโ.
Brenner fue responsable de que muchas de las obras de los artistas mexicanos se expusieran en galerรญas de Nueva York. Su principal rol siempre fue conectar a gente: sus fiestas y encuentros eran famosos. โParte de su secreto era la lista de invitados,โ escribe Susannah Joel Glusker. โCuando yo estaba creciendo, y especialmente durante mis aรฑos de preparatoria, nuestra casa era conocida como el lugar para fiestas. La comida era buena y abundante, el ponche alto en grados, la mรบsica fuerte y mi madre aparecรญa de pronto y nos enseรฑaba a bailar el charleston.โ
En 1955, estableciรณ la revista Mexico This Month, que se convirtiรณ en un referente cultural de la escena de arte en Mรฉxico (Pedro Friederberg y Mathias Goeritz se dieron a conocer ahรญ). Luego, en los sesenta regresรณ a Aguascalientes. Muriรณ en un accidente automovilรญstico, de camino al rancho familiar.
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La ciudad de Los รngeles, un foco importante de cultura judรญa y latina, es un lugar idรณneo para rendirle tributo a Anita Brenner, cuya historia cobra particular relevancia ante el incremento de la xenofobia y los ataques contra inmigrantes latinos, ademรกs de las campaรฑas para desprestigiar a Mรฉxico en Estados Unidos. โEl ejemplo de una vida puesta al servicio de construir puentes parece mรกs relevante que nunca,โ comenta Laura Mart, una de las curadoras de la exhibiciรณn Another Promised Land: Anita Brennerโs Mexico. โCon ella se busca romper estereotipos en los Estados Unidos al representar a Mรฉxico como un importante destino para la migraciรณn.โ
A pesar del rol importante que tuvo Anita en la construcciรณn de relaciones entre paรญses, nunca dejรณ de ser una extranjera en su propia tierra. Pero ella no se sentรญa asรญ. En su libro, Susannah Joel Glusker recuerda que el gobierno de Mรฉxico decidiรณ otorgarle a Brenner la orden del รguila Azteca, la mรกxima condecoraciรณn otorgada a un extranjero en el paรญs. Cuando la llamaron por telรฉfono para informarle, ella exclamรณ: โยกHabrase visto! ยกOtorgarle el รguila Azteca a una mexicana!โ. Su condiciรณn quizรก se resume en la รบltima frase de un poema que escribiรณ en sus diarios a los veinte aรฑos: โHija de dos paรญses, ciudadana de ninguno.โ
La fuente principal de este artรญculo es el libro Anita Brenner: A mind of her own, de Susannah Joel Glusker.
Ensayista y cronista. Director de la agencia de narrativas INTERsecciรณn.