Antologando a las winners y a las losers

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Varios autores

Lados B. Narrativa de alto riesgo

Mรฉxico, Nitro/Press, 2013, 128 pp.

Siempre que me invitan a participar en una antologรญa de mujeres acepto de inmediato. Lo mismo si se trata de un ciclo de conferencias dedicado a las mujeres o en el cual todas las participantes serรกn mujeres, que si involucra cuestiones tanto literarias como musicales, los dos medios en los que me desarrollo y en los cuales invariablemente las mujeres somos menos. “¿Y por quรฉ son menos?”, preguntarรกn algunos supuestos intelectuales del paรญs –grandiosos analistas de la informaciรณn– con un gran signo de interrogaciรณn sobre sus cabecitas, tan libres de culpa.

Sigue siendo necesario buscar a esas escritoras precisamente por la evidente desigualdad y la deliberada exclusiรณn, y ofrecer espacios en verdad accesibles en publicaciones, conferencias, ciclos, para asรญ mostrar que ahรญ estรกn, que son muchas mรกs de las que a muchos les gusta afirmar y que sus mรฉritos literarios deben ser analizados por la crรญtica literaria. Un ejemplo de esa crรญtica responsable y necesaria a la actual producciรณn es el de Sidharta Ochoa, en Radical Chick. Autoras contemporรกneas en Mรฉxico (Universidad Autรณnoma de Nuevo Leรณn, 2014), en donde expone sus motivos para hacer crรญtica de escritoras: “Escribir sobre escritores es importante. Tomemos ahora escritores que han sido subrepresentados. Ahora supongamos que a estos autores los define una subjetividad distinta. Ahora digamos, en lugar de autores, autoras.”

Lados B. Narrativa de alto riesgo ejemplifica la confusiรณn entre ofrecer espacios inclusivos, en favor de la equidad, y perpetrar al mismo tiempo los deplorables estereotipos de antaรฑo. Desde 2011, en que apareciรณ el primer volumen, el criterio de selecciรณn ha sido claro: a favor del riesgo, como su nombre lo indica, apostando por propuestas novedosas, muchas veces desconocidas o de poco renombre, alejadas del canon. Un criterio que ha apuntado a la apertura, la inclusiรณn. No obstante, sin explicaciรณn alguna, sin criterio ni postura ideolรณgica, la antologรญa ha sido dividida en dos tomos: hombres y mujeres. Como mero entretenimiento para los diseรฑadores. Como jugando a ser equipos de futbol. O para que no se nos ocurra ni por error leer a una mujer si lo que esperรกbamos leer es a un hombre o viceversa. Centrรฉmonos por ahora en el tomo Mujeres de 2013, donde la diversidad temรกtica de los textos asรญ como de los estilos alienta al lector a seguir adelante. Las historias de zombis de Raquel Castro nos muestran el lado mรกs cรณmico de un tema que, de tan gastado, revive no solo para provocar risa, sino tambiรฉn para poner en evidencia los lugares comunes de nuestro diario entretenimiento. Por otro lado, Zamara Gonzรกlez, con maestrรญa y espontaneidad, juega con la perspectiva de tres testigos de un crimen, en unas versiones suicidio, en otras asesinato. El universo futurista (y por desgracia no tan alejado del presente) que crea Claudia Solรณrzano es un ejemplo de ciencia ficciรณn que no adolece de ninguno de los defectos que comรบnmente se le atribuyen a este gรฉnero: sus personajes son complejos, profundos, sin ayuda de pirotecnia fรกcil. Descubro que el estilo de las narradoras tiene en comรบn la reflexiรณn y la experimentaciรณn alrededor de la escritura misma, de su proceso (Mayra Luna, Daniela Bojรณrquez), asรญ como el desenmascaramiento de los arquetipos de “el escritor” y “la escritora” y el medio en el que se desenvuelven en lo cotidiano. Tambiรฉn es una constante en todas las obras la crรญtica del clichรฉ: lo ya contado mil veces toma un camino distinto, para mostrar una perspectiva que permanecรญa oculta. En varias ocasiones, al iniciar mi lectura, pensรฉ “esto ya lo he leรญdo antes”, lรญneas despuรฉs todo dio un giro inesperado.

El รบnico texto totalmente fuera de lugar en esta ediciรณn 2013 de Lados B es el de su editor, Mauricio Bares, quien declara que la “รบnica” intenciรณn al hacer un tomo exclusivo de mujeres es “privilegiar a un excepcional grupo de narradoras, alejadas del amor melodramรกtico, esa cosa pegosteosa [sic] que pocas autoras logran despegarse de los dedos al escribir”. Los “pegosteosos” prejuicios se aferran al discurso de Bares que sigue creyendo que las “autoras” (todas, menos sus winners) no dejan esa mala costumbre de escribir solo cartitas de amor: los seรฑores, en su tomo particular, sรญ que tienen el derecho de escribir cursilerรญas. La separaciรณn por tomos, con portadas de ropa interior de acuerdo a cada sexo (en teorรญa), ya era de por sรญ innecesaria y boba; el nรบmero de hombres antologados sigue siendo mayor al de mujeres (al fin que esto no se trataba de equidad) y a los lectores les queda claro que, como dirรญa Chico Che, “los nenes con los nenes, las nenas con las nenas”. ¿Cuรกl es el privilegio al que accedieron las autoras? Ah, claro, publicar.

En su ensayo “Nadie salta por encima de su sombra”, la escritora y filรณsofa Diana Fuentes recalca la importancia de la reflexiรณn alrededor de este tipo de discriminaciรณn y de divisiรณn, de su actualidad y de la necesidad de seguir cuestionรกndonos sobre ella: “El miedo a la radicalidad –sintomรกtico de nuestro tiempo– se manifiesta como un rechazo abierto a la historia del feminismo, tan evocado y al mismo tiempo tan desconocido. Yo critico la opresiรณn de la mujer, pero no soy feminista, se oye por ahรญ. Yo escribo, pero mi escritura no refleja en nada mi condiciรณn de mujer, adelanta otra por allรก. Al parecer presenciamos un renovado individualismo autorreferencial. Yo soy lo que he decidido ser: ni mรกs ni menos, dicta la voz de las winners contra las losers que quedan en el camino. Soy una mujer tan liberada que no necesito ni pensar en que lo soy.” El ensayo de Diana Fuentes aparece en Cuerpo+Mente+Lenguaje: compilaciรณn de feminismos, volumen dirigido por Gidi Loza (Piedra Cuervo, 2013), donde las autoras, con gran variedad de aproximaciones y recursos, se centran abiertamente en el tema de la experiencia creativa y de quรฉ sucede actualmente cuando se es mujer y artista.

Hace un tiempo, asistรญ en Letras Inglesas en la UNAM a un seminario dirigido por Federico Patรกn llamado Cuento Inglรฉs Contemporรกneo. El primer dรญa, se nos entregรณ la lista de lecturas para que la revisรกramos. No pasaron mรกs de quince segundos cuando un hombre preguntรณ alarmado: “¿por quรฉ son solo mujeres?”, refiriรฉndose a las autoras, a lo que Patรกn respondiรณ: “pues porque los hombres escriben muy mal”. Al interrogador no le quedรณ mรกs que reรญrse (como si fuera una broma) y Patรกn agregรณ: creo que hay pocas oportunidades de leer a las escritoras, de la รฉpoca que sea, porque el canon sigue teniendo otras prioridades. El seminario siguiรณ llamรกndose Cuento Inglรฉs Contemporรกneo, como para no alertar a nadie. Me encantarรญa encontrarme mรกs seminarios y clases asรญ, tambiรฉn mรกs revistas, mรกs compilaciones, mรกs antologรญas, donde deliberada, descaradamente, haya solo autoras, o su nรบmero sea drรกsticamente mayor al de hombres sin previo aviso, sin declaraciones que anticipen la queja, sin tangas femeninas en la portada. ~

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Es traductora, guitarrista de Doble vida y autora de los libros Amigo o enemigo y Fรกbulas del edificio de enfrente.


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