Mario Santiago Papasquiaro
Arte & basura
Selecciรณn y prรณlogo de
Luis Felipe Fabre,
Mรฉxico, Almadรญa, 2012
96 pp.
Papasquiaro es una leyenda alentada por Bolaรฑo, un mal sueรฑo de Ulises Lima que –mira tรบ– no acredita en Anagrama. Un bardo, habitualmente convulso entre lumpen y dadรก, envuelto hoy en el incienso de una mistificaciรณn que subvierte al intratable en vรญctima: nuestro olvidado en la repรบblica de las letras.Arte & basura, libro de Papasquiaro solo gracias a la “curadurรญa” de Luis Felipe Fabre, es el capรญtulo mรกs reciente y mรกs pretencioso de esta mistificaciรณn.
Quรฉ incรณmodo ver al curador empeรฑado en acentuar la afectaciรณn retรณrica: “Papasquiaro es un topรณnimo adoptado como apellido en homenaje al escritor Josรฉ Revueltas pues asรญ se llamaba el lugar donde naciรณ: ¡literatura!” Tras la exclamaciรณn, el personaje reaparece como un as del terrorismo cultural y el adefesio. Como si Mario Santiago Papasquiaro (Ciudad de Mรฉxico, 1953-1998) recayera en la lรญrica solo por sus azotes heavy y no como el crispado desdรฉn, precisamente, a la literatura y sus instituciones. Arte & basura es un conjunto heterogรฉneo de materiales, entre textos sueltos e “intervenciones”: poemas y anotaciones escritos al margen o sobre libros, revistas, boletos, servilletas, envolturas, etc. Claro, al infrarrealista jamรกs se le ocurriรณ un paquete asรญ. Pero el propรณsito de Fabre al darle forma de libro fue evidenciar que para Papasquiaro la poesรญa fue una manera de estar en el mundo antes que una vocaciรณn convenenciera. El resultado es una distracciรณn estetizante. El impresentable resuelto en artista conceptual, por si las moscas. Su manera de estar en el mundo, la de un coqueto adorno para la mesilla de centro.
Previsiblemente, Fabre no deja pasar la ocasiรณn de amonestar y enmendar la “historia oficial” de la poesรญa mexicana en el รบltimo siglo. Ya se sabe, la fastidiosa lucha entre buenos y malos contada –otra vez– desde los lugares comunes de la รฉpica contestataria. Papasquiaro es poco mรกs que la excusa para reactivar la disputa en esa esquina tan socorrida a รบltimas fechas, la obra de Roberto Bolaรฑo y su equรญvoca genealogรญa, del estridentismo al infrarrealismo.
El curador advierte en el prรณlogo que el texto le importa menos que el contexto: si cambia, quizรก los personajes retornen transformados. Hay que renovar no solo las formas de escribir ahora, afirma Fabre, sino tambiรฉn la idea de cรณmo se escribiรณ antes. ¿Reinventar una tradiciรณn otra, como harรญa un Borges trasudando postestructuralismo? Bastarรญa con recurrir a algunas de las santรญsimas oposiciones de rigor: estridentismo vs. Contemporรกneos, Efraรญn Huerta vs. Octavio Paz. O de otro modo: proletarios vs. exquisitos, populacheros vs. cosmopolitas. Etcรฉtera. Con el subterfugio, claro, de suplir la historia por un puรฑado de anรฉcdotas. Una cuenta que el estridentismo fue algo mรกs que una versiรณn perifรฉrica de las vanguardias: una insurrecciรณn frontal a los poderes dominantes de la poesรญa y su filรกntropo mecenas, el Estado. List Arzubide puede presumir asรญ al desinformado empรญreo, en contra de Contemporรกneos: “opusimos nuestra gran risa despreciativa y altanera, que todavรญa duele a los poetas de los ministerios que, usufructuando el favor del Estado, no fueron capaces sino de adquirir una gloria de papel” (El movimiento estridentista). Pero cualquier monografรญa bรกsica registra que en 1925 Maples Arce despachaba como secretario de Estado en Veracruz y una hojeada a la revista Horizonte (1926-1927; FCE, 2011) regala al lector con loas a estadios y carreteras. El delirio mรกs bien charro de una Estridentรณpolis en Xalapa, sufragado por el gobernador Heriberto Jara.
Corre la especie de que Bolaรฑo se la jugรณ arrebatando del olvido la rijosa leyenda del estridentismo. Segรบn La era de la discrepancia (2007), el libro de Cuauhtรฉmoc Medina y Olivier Debroise sobre las vanguardias artรญsticas de los aรฑos setenta en Mรฉxico, los infrarrealistas “fueron publicados en Plural, la revista de Octavio Paz, [aunque] pronto el grupo fue marginado por su afรกn de provocaciรณn contra las mafias literarias”. Falso: la revista en que Bolaรฑo firma, en los nรบmeros 61 y 62, una semblanza, digamos, lรญrica del estridentismo y una entrevista a sus sobrevivientes no era ya la de Paz, que habรญa renunciado varios meses antes (el รบltimo nรบmero que dirigiรณ fue el 58, en julio de 1976). Bolaรฑo entrรณ por la puerta que habรญa abierto Luis Echeverrรญa con el golpe a Excรฉlsior.
A juicio de Fabre La era de la discrepancia es la mejor interpretaciรณn que se ha hecho sobre el infrarrealismo y sus protagonistas. Para quien conozca esa investigaciรณn es obvio que de ahรญ surgiรณ la idea de montar esta selecciรณn. Papasquiaro y el infrarrealismo tienen un lugar natural entre la insurrecciรณn contestataria y el desmadre setentero. Lรกstima que en las reivindicaciones de รบltimas fechas el radicalismo alternativo ya solo alcance para alimentar una poesรญa declaradamente anticanรณnica y antisistรฉmica pero no menos cobijada por el Estado y la academia que por la retรณrica publicitaria de la rebeldรญa. ~
(ciudad de Mรฉxico, 1963) es poeta, ensayista y editor. Actualmente es editor-in-chief de la revista bilingรผe Literal: Latin American Voices.