Cuando Múnich fue la antigua Roma

Apuntes del señor Dama

Franziska zu Reventlow

Traducción por Traducción de Alberto Gordo

Firmamento,

Cádiz, , 2023, , 173 pp.

AÑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Hubo una época en que Schwabing, el barrio de Múnich en el que vivieron los hermanos Mann, Rilke o Lenin, fue uno de los centros artísticos e intelectuales más importantes de Europa. A principios del siglo XX, se formó allí el Círculo Cósmico de Múnich, una especie de sociedad secreta que se congregaba en torno a pensadores como Ludwig Klages, el místico Alfred Schuler o el poeta Karl Wolfskehl, muy cercano a Stefan George. Los integrantes del Círculo culpaban al progreso, la burguesía y la religión de la degeneración hacia la que, según ellos, Occidente se encaminaba de forma irremediable. Para evitarlo, había que volver a los orígenes paganos. Por aquel entonces residía en Schwabing Fanny zu Reventlow, una excondesa que llevaba toda la vida tratando de sacudirse de encima los principios, y prejuicios, que le había inculcado su aristocrática y muy prusiana familia. Aquel lugar donde se vivía “dionisíacamente”
–las sesiones de espiritismo, los bailes de disfraces o las bacanales estaban a la orden del día– parecía el más apropiado para lograrlo.

Apuntes del señor Dama es un retrato de lo ocurrido en el Círculo Cósmico durante su breve existencia, y, a juzgar por lo que dijo uno de los implicados, Karl Wolfskehl, uno de los más logrados. Se trata de una roman à clef, o novela en clave, pues detrás de cada personaje se esconde una persona real más o menos conocida en la sociedad de la época. Al final se incluye una guía para que el lector interesado pueda saber quién se ocultaba en realidad detrás de cada máscara. En ella llaman la atención dos personajes, Susanna y Maria. Ambas, se nos dice, son en realidad la propia autora. Las dos son madres solteras y Maria, considerada “una santa pagana” por los miembros del Círculo, es conocida por vivir su sexualidad libremente, sin atarse a un solo hombre. Como ya ocurriera en su primer libro, El largo adiós de Ellen Olestjerne (Periférica, 2011), esta novela tiene también un componente autobiográfico importante; no obstante, sería un error que nos quedáramos ahí, tratando de buscar correspondencias entre la ficción y la biografía de la autora.

Lo primero que llama la atención de esta novela es su narrador, el señor Dama. Su nombre hace pensar en un ser andrógino, pero, a diferencia del Orlando de Virginia Woolf, no se aprecia ninguna evolución en él a lo largo de la novela. Recordemos que Orlando empieza siendo inequívocamente él, “porque no cabía duda sobre su sexo”, y acaba siendo mujer. En el caso del señor Dama, los dos sexos prácticamente se anulan entre sí, dando lugar a un narrador de “conducta apagada, neutra”. Es curioso que una de las mujeres, Susanna, no sea capaz de recordar si lleva o no bigote. Para entender por qué optó la autora por alguien tan “anodino y superficial” hay que tener en cuenta qué se proponía hacer en este libro. Es evidente que le preocupaba el género, pero no solo ese del que hablamos tanto últimamente, sino también el género literario. A lo largo del libro sobrevuela una pregunta: ¿qué formato se presta mejor a la narración de hechos en los que se ha participado? El narrador quiere ser un cronista, pero no puede eliminar por completo su “yo” por muy aséptico y neutro que pretenda ser. Tampoco se ve capaz de escribir una novela porque los lectores siempre esperan un clímax y los hechos reales rara vez nos sorprenden por su carácter apoteósico. El libro es consciente de esta vacilación. De hecho, en un momento dado, alguien, un misterioso “nosotros” tras el que se ocultan las personas a quienes el señor Dama confió sus “apuntes”, señala explícitamente esos titubeos entre la primera y la tercera persona. Lo curioso de estos depositarios es que rara vez intervienen, salvo para comentar mediante alguna nota lo narrado y las limitaciones del señor Dama: “¡Qué miserable, qué solitario, pretencioso y ridículamente subrayado resulta el ‘yo’ narrador o vivencial! ¡Qué rico y fuerte es, en cambio, el ‘nosotros!’.” A medida que avanza la novela, el señor Dama se va revelando como alguien con ciertos prejuicios. Cuando sus amigos se disponen a ir a una fiesta disfrazados de hermafroditas, él no es capaz de decidirse. Mediante una nota, los custodios del manuscrito señalan el carácter sospechoso de la relación entre el señor Dama y su criado, y sugieren que su vida habría sido más fácil, menos traumática, si se hubiera decidido a “experimentar, en plural, su biografía”.

Este tono satírico, del que no se libra ni el narrador, contribuye a aligerar, y mucho, el peso de lo filosófico en la novela (Reventlow contó con la ayuda del filósofo Paul Stern para tratar de entender las ideas de los “Cósmicos”). Esto hace que la lectura resulte ágil y amena, pero también que puedan pasar desapercibidos algunos aspectos que, con el tiempo, demostraron tener cierta relevancia. En el libro se habla mucho de la sangre y se menciona de pasada que, de cara a los miembros del Círculo, era mejor ser rubio. Aunque también se ha señalado que los celos pudieron tener su importancia, algunos historiadores apuntan al antisemitismo de Klages y Schuler como causante de la disolución del Círculo. Quiero decir con esto que Apuntes del señor Dama es algo más que una novela divertida en la que se parodia a una serie de “raritos” que practicaban el ocultismo y defendían el amor libre en la conservadora Alemania de Guillermo II. Tiene también un valor testimonial. En los años que siguieron a su publicación en 1913, las tesis de Ludwig Klages tuvieron cierta repercusión. Klages desarrolló una nueva filosofía de los sueños en oposición al psicoanálisis de Freud y algunas ideas suyas despertaron el interés de filósofos como Walter Benjamin. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre si Klages era o no antisemita y, aunque se ha intentado, nunca ha podido demostrarse el carácter central que tuvo su Lebensphilosophie en el posterior desarrollo de la ideología nazi. Lo que sí parece seguro, como dijo Lukács, es que pocas veces “la razón fue desafiada de una forma tan abierta y radical” como por este hombre y sus seguidores. ~

+ posts

es periodista y escritora. Su novela más reciente es Las siete vidas del cangrejo (Editorial Alegoría, 2016)


    ×  

    Selecciona el país o región donde quieres recibir tu revista: