Hubo una Ă©poca en que Schwabing, el barrio de MĂșnich en el que vivieron los hermanos Mann, Rilke o Lenin, fue uno de los centros artĂsticos e intelectuales mĂĄs importantes de Europa. A principios del siglo XX, se formĂł allĂ el CĂrculo CĂłsmico de MĂșnich, una especie de sociedad secreta que se congregaba en torno a pensadores como Ludwig Klages, el mĂstico Alfred Schuler o el poeta Karl Wolfskehl, muy cercano a Stefan George. Los integrantes del CĂrculo culpaban al progreso, la burguesĂa y la religiĂłn de la degeneraciĂłn hacia la que, segĂșn ellos, Occidente se encaminaba de forma irremediable. Para evitarlo, habĂa que volver a los orĂgenes paganos. Por aquel entonces residĂa en Schwabing Fanny zu Reventlow, una excondesa que llevaba toda la vida tratando de sacudirse de encima los principios, y prejuicios, que le habĂa inculcado su aristocrĂĄtica y muy prusiana familia. Aquel lugar donde se vivĂa âdionisĂacamenteâ
âlas sesiones de espiritismo, los bailes de disfraces o las bacanales estaban a la orden del dĂaâ parecĂa el mĂĄs apropiado para lograrlo.
Apuntes del señor Dama es un retrato de lo ocurrido en el CĂrculo CĂłsmico durante su breve existencia, y, a juzgar por lo que dijo uno de los implicados, Karl Wolfskehl, uno de los mĂĄs logrados. Se trata de una roman Ă clef, o novela en clave, pues detrĂĄs de cada personaje se esconde una persona real mĂĄs o menos conocida en la sociedad de la Ă©poca. Al final se incluye una guĂa para que el lector interesado pueda saber quiĂ©n se ocultaba en realidad detrĂĄs de cada mĂĄscara. En ella llaman la atenciĂłn dos personajes, Susanna y Maria. Ambas, se nos dice, son en realidad la propia autora. Las dos son madres solteras y Maria, considerada âuna santa paganaâ por los miembros del CĂrculo, es conocida por vivir su sexualidad libremente, sin atarse a un solo hombre. Como ya ocurriera en su primer libro, El largo adiĂłs de Ellen Olestjerne (PerifĂ©rica, 2011), esta novela tiene tambiĂ©n un componente autobiogrĂĄfico importante; no obstante, serĂa un error que nos quedĂĄramos ahĂ, tratando de buscar correspondencias entre la ficciĂłn y la biografĂa de la autora.
Lo primero que llama la atenciĂłn de esta novela es su narrador, el señor Dama. Su nombre hace pensar en un ser andrĂłgino, pero, a diferencia del Orlando de Virginia Woolf, no se aprecia ninguna evoluciĂłn en Ă©l a lo largo de la novela. Recordemos que Orlando empieza siendo inequĂvocamente Ă©l, âporque no cabĂa duda sobre su sexoâ, y acaba siendo mujer. En el caso del señor Dama, los dos sexos prĂĄcticamente se anulan entre sĂ, dando lugar a un narrador de âconducta apagada, neutraâ. Es curioso que una de las mujeres, Susanna, no sea capaz de recordar si lleva o no bigote. Para entender por quĂ© optĂł la autora por alguien tan âanodino y superficialâ hay que tener en cuenta quĂ© se proponĂa hacer en este libro. Es evidente que le preocupaba el gĂ©nero, pero no solo ese del que hablamos tanto Ășltimamente, sino tambiĂ©n el gĂ©nero literario. A lo largo del libro sobrevuela una pregunta: ÂżquĂ© formato se presta mejor a la narraciĂłn de hechos en los que se ha participado? El narrador quiere ser un cronista, pero no puede eliminar por completo su âyoâ por muy asĂ©ptico y neutro que pretenda ser. Tampoco se ve capaz de escribir una novela porque los lectores siempre esperan un clĂmax y los hechos reales rara vez nos sorprenden por su carĂĄcter apoteĂłsico. El libro es consciente de esta vacilaciĂłn. De hecho, en un momento dado, alguien, un misterioso ânosotrosâ tras el que se ocultan las personas a quienes el señor Dama confiĂł sus âapuntesâ, señala explĂcitamente esos titubeos entre la primera y la tercera persona. Lo curioso de estos depositarios es que rara vez intervienen, salvo para comentar mediante alguna nota lo narrado y las limitaciones del señor Dama: âÂĄQuĂ© miserable, quĂ© solitario, pretencioso y ridĂculamente subrayado resulta el âyoâ narrador o vivencial! ÂĄQuĂ© rico y fuerte es, en cambio, el ânosotros!â.â A medida que avanza la novela, el señor Dama se va revelando como alguien con ciertos prejuicios. Cuando sus amigos se disponen a ir a una fiesta disfrazados de hermafroditas, Ă©l no es capaz de decidirse. Mediante una nota, los custodios del manuscrito señalan el carĂĄcter sospechoso de la relaciĂłn entre el señor Dama y su criado, y sugieren que su vida habrĂa sido mĂĄs fĂĄcil, menos traumĂĄtica, si se hubiera decidido a âexperimentar, en plural, su biografĂaâ.
Este tono satĂrico, del que no se libra ni el narrador, contribuye a aligerar, y mucho, el peso de lo filosĂłfico en la novela (Reventlow contĂł con la ayuda del filĂłsofo Paul Stern para tratar de entender las ideas de los âCĂłsmicosâ). Esto hace que la lectura resulte ĂĄgil y amena, pero tambiĂ©n que puedan pasar desapercibidos algunos aspectos que, con el tiempo, demostraron tener cierta relevancia. En el libro se habla mucho de la sangre y se menciona de pasada que, de cara a los miembros del CĂrculo, era mejor ser rubio. Aunque tambiĂ©n se ha señalado que los celos pudieron tener su importancia, algunos historiadores apuntan al antisemitismo de Klages y Schuler como causante de la disoluciĂłn del CĂrculo. Quiero decir con esto que Apuntes del señor Dama es algo mĂĄs que una novela divertida en la que se parodia a una serie de âraritosâ que practicaban el ocultismo y defendĂan el amor libre en la conservadora Alemania de Guillermo II. Tiene tambiĂ©n un valor testimonial. En los años que siguieron a su publicaciĂłn en 1913, las tesis de Ludwig Klages tuvieron cierta repercusiĂłn. Klages desarrollĂł una nueva filosofĂa de los sueños en oposiciĂłn al psicoanĂĄlisis de Freud y algunas ideas suyas despertaron el interĂ©s de filĂłsofos como Walter Benjamin. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre si Klages era o no antisemita y, aunque se ha intentado, nunca ha podido demostrarse el carĂĄcter central que tuvo su Lebensphilosophie en el posterior desarrollo de la ideologĂa nazi. Lo que sĂ parece seguro, como dijo LukĂĄcs, es que pocas veces âla razĂłn fue desafiada de una forma tan abierta y radicalâ como por este hombre y sus seguidores. ~
es periodista y escritora. Su novela maÌs reciente es Las siete vidas del cangrejo (Editorial AlegoriÌa, 2016)