A Charlotte Mew (15 de noviembre de 1869 – 24 de marzo de 1928) la mismรญsima Virginia Woolf llegรณ a considerarla โuna de las mรกs grandes poetas vivasโ.
((La lista de alabanzas hacia Charlotte Mew es larga: la escritora inglesa Penelope Fitzgerald, ganadora del premio Booker en 1979, revelรณ que fue otra escritora, la sufragista May Sinclair, quien recomendรณ publicar a Mew. Ezra Pound publicรณ โFin de Fรชteโ, un poema que tambiรฉn impresionรณ a Thomas Hardy.
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Esa opiniรณn despertรณ mi curiosidad por Mew. La primera bรบsqueda en Google arrojรณ varias imรกgenes de una mujer con el estilo propio de un dandy, cuya biografรญa insiste en que viviรณ โcomo una lesbiana casta y reprimidaโ. Esa etiqueta, ademรกs de ser insuficiente, revela los prejuicios enraizados de la รฉpoca. Prejuicios que, pese a los avances, aรบn son una constante.
En la informaciรณn sobre Mew que ronda por internet parece lugar comรบn mencionar su โvida trรกgicaโ. Fue la mayor de siete hijos (o la tercera de ocho segรบn algunas fuentes) y vio morir a tres de sus hermanos durante su infancia. El sitio web de la Poetry Foundation seรฑala que โlos problemas traumรกticos con los que Mew lidiรณ durante su infancia (muerte, enfermedad mental, soledad y desilusiรณn) se convirtieron en temas para su poesรญa y sus cuentos.โ
Tengo que hacer una confesiรณn. Estoy cansada de la representaciรณn de la Lesbiana Trรกgica que ha inundado los productos culturales. Crecรญ bajo la riada de pelรญculas herederas del lesbian pulp donde las protagonistas son juzgadas brutalmente por sus relaciones sexoafectivas y al final mueren, son internadas en un recinto psiquiรกtrico o retornan, despuรฉs del fallido experimento, a la heterosexualidad. Es cierto que una se sentรญa menos sola. Sin embargo, la compaรฑรญa de estas representaciones de la lesbiana triste y patรฉtica tuvo un costo altรญsimo: la imaginaciรณn lesbofรณbica suele provocar una lesbofobia internalizada. Es un ciclo repetitivo. Pero repito, cada vez hay mรกs retratos dignos y humanos de la comunidad lรฉsbica (aunque un anรกlisis de series estadounidenses producidas entre 1976 a 2016 con personajes lesbianas o bisexuales revela que el 35% de ellas mueren en pantalla y apenas un 16% tiene un final feliz: es el llamado โdead lesbian syndrome“).
En los textos que revisรฉ sobre Mew, la Lesbiana Trรกgica aparecรญa continuamente. Asรญ que me di a la tarea de leerla. A la fecha, Mew ha sido traducida poco al espaรฑol. Yo tuve la fortuna de toparme con Algunas formas de amor entre los estantes de Casa Tomada. Mew escribiรณ entre las postrimerรญas de la รฉpoca victoriana y los inicios del modernismo, por lo que su obra estรก permeada de esta transiciรณn, que la condujo a presentar las dicotomรญas humanas con perspicacia.
Nacida en Bloomsbury, Mew no fue ajena al movimiento intelectual por el que es conocido este barrio del centro de Londres, hogar de notables personajes como William Butler Yeats
((Sylvia Plath se suicidรณ en la casa donde tambiรฉn habitรณ este poeta y dramaturgo irlandรฉs, localizada en 23 Fitzroy Road.
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, espacio de habitaciรณn, trabajo o estudio de quienes formaron parte del famoso Grupo, entre ellos la propia Woolf. Segรบn la entrada correspondiente en The facts on file companion to the British short story de Andrew Maunder, su familia contaba con un historial de problemas de salud mental. Su hermano Henry era esquizofrรฉnico y su hermana Freda tuvo un colapso nervioso que la confinรณ a un hospital psiquiรกtrico. Debido a lo anterior, Charlotte Mew hizo un pacto con Anna, su otra hermana, de nunca casarse ni tener hijos, pues temรญan que estos pudiesen sufrir el mismo destino que sus hermanos.
La locura entrelazada con la religiรณn aparece en poemas de Charlotte Mew. Por ejemplo, en โKenโ o “In Nunhead Cemetery” hay sujetos lรญricos que tienen un miedo constante de perder la razรณn y se refugian en una fuerza suprema. En โKenโ se clama: โDios ayuda a la gente que se sienta a su ladoโ y dentro de los versos de โIn Nunhead Cemeteryโ encontramos a un hombre que estรก perdiendo la fe en medio del duelo por su amada, y prefiere estar muerto a seguir vivo. Sueรฑa, con desesperanza, en vivir en el cementerio al lado de todas las almas (โDeberรญa quedarme aquรญ. Aquรญ puedes ver el cieloโ). Este es el tipo de microhistorias que se hallan en otros poemas como “The Farmerโs Bride”, que es una epopeya sobre el deseo y la tristeza de un granjero que busca someter a su esposa, la cual lo rechaza.
Mew tambiรฉn poseรญa esta voz poรฉtica en sus narraciones. Como cuentista desarrollรณ el realismo psicolรณgico, estilo que estaba de moda en revistas de la รฉpoca como The Yellow Book, donde publicรณ por vez primera en 1984. Es un relato titulado โPassedโ, que indaga en la culpa de una respetada joven que se niega ayudar a una prostituta:
Estas criaturas de mi corazรณn estaban inquietas. La compaรฑรญa, horriblemente familiar, comenzรณ a bailar en intervalos dentro y fuera de un anillo de gigantescas y blancas bases de cama, colocadas como lรกpidas. Cada una enmarcaba el remedo enorme y temible de la cara triste que estaba todo el tiempo buscando en vano la ayuda de una extraรฑa despiadada. Ellas desaparecieron. Mi corazรณn se fue a casa. El entraรฑable lugar estaba desolado.
((La traducciรณn es mรญa.
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En ese monรณlogo dramรกtico encontramos el impulso poรฉtico que subyace en su narrativa. En el cuento โAlgunas formas de amarโ,
((Que tambiรฉn aparece en Cuentos de amor victorianos, publicado por Alba Editorial. El citado aquรญ es el compilado en el ejemplar de editorial Perifรฉrica.
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publicado en septiembre de 1901 y que le da tรญtulo a la colecciรณn de relatos en espaรฑol publicada recientemente, Charlotte Mew despliega con maestrรญa una de sus mayores obsesiones: la torpeza natural de los seres humanos para comprendernos a nosotros mismos y, por extensiรณn, a los demรกs. A lo largo de sus cuatro partes, atestiguamos las relaciones que mantiene el capitรกn Henley con Lady Hopedene (personaje inspirado en la escritora Ella D’Arcy, de quien Charlotte Mew se enamorรณ) y Mildred Playfair. Estas dos mujeres son, a veces de manera paralela y otras alternante, el fiel reflejo de las privaciones y exuberancias del capitรกn Henley. La primera, Lady Hopedene, cuyo apellido hace alusiรณn precisamente a la esperanza, rechaza darle una respuesta clara a la propuesta de matrimonio que le hace el militar hasta que vuelva de la guerra de los Boers, ya que lo considera un tanto inmaduro y, en base a su experiencia, cree que cambiarรก de opiniรณn en unos aรฑos mรกs:
โLe darรฉ una respuesta, si la desea.
โPreferirรญa la esperanzaโฆ ยฟme da usted un rayo de esperanza?
โSรณlo un rayo โadmitiรณ ella, riendo, con el mismo aire perturbador de la indulgenciaโ. Pero no lo magnifique. Tenemos la costumbre, ya sabe, de magnificar los โrayosโ; y no quiero que vuelva usted (si es que vuelve) con todo un sol ardiente.
โEs usted muy franca, y un poco cruel.
โMe temo que intento serโฆ ambas cosas. Es mucho mejor para usted.
Pasa el tiempo. En su regreso a Inglaterra, el capitรกn Henley se enamora de la joven Mildred Playfair (โjugar limpioโ en espaรฑol), tambiรฉn pasajera del barco que lo lleva de regreso a su paรญs de origen. Al ser correspondido, รฉl decide romper el compromiso que hizo con Lady Hopedene. Cuando la visita, es ella quien le confiesa su amor y su futura muerte debido a una enfermedad: โNosotros no hemos nacido para volver las espaldas al destinoโ, le insiste ella. El capitรกn Henley promete estar a su lado hasta el momento de su muerte. Le transmite esta supuestamente noble intenciรณn a Mildred Playfair quien, al ver que รฉl no es del todo confiable, lo desenmascara como el deplorable traidor de ambas: โY yo โse limitรณ a decir, con un dolor que trascendรญa la exaltaciรณn del momentoโ, no puedo quedarme.โ Los constantes contrastes entre Lady Hopedene y Mildred Playfair, en medio de la desorientaciรณn del personaje masculino, hacen que este cuento sea una esplรฉndida muestra del fracaso y la renuncia: โEl amor […], aunque no pensamos en ello con frecuencia, tiene un amplio guardarropa. No todo el mundo puede llevar sus prendas mรกs lujosas […]. Demos gracias por que se nos ofrezca algunas, porque sin su caridad irรญamos desnudos.โ
Si bien gran parte de los estudios sobre su obra siguen recalcando las supuestamente incontables penurias personales de Mew, hay otra faceta suya que urge recuperar. No hay que perder de vista que ella, como muchas de sus contemporรกneas, estaba inmersa en la llamada Women Question (heredera de la querelle des femmes que abarcรณ desde finales del XIV o โSiglo de la pesteโ hasta la Revoluciรณn francesa), para lo que fue una presencia productiva y dinรกmica. Mew, persona y personaje, escritora y escrita por ella misma, tuvo โjรบbilo y gozo en su vida. Le encantaban los niรฑos […]; disfrutaba en el campo y en los escasos viajes que realizรณ, donde sus amigas podรญan verla bailando cancan o reรญan ante sus humoradas.โ
((Liborio Barrera en el postfacio de Algunas formas de amor (Editorial Perifรฉrica, 2018).
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Y eso aparece tambiรฉn en sus escritos, en medio de la tradiciรณn y la identidad, porque el arte suele imitar a la vida y viceversa. Como ella escribiรณ en โMayo, 1915โ:
Recordemos que la primavera habrรก de regresar
a los chamuscados y ennegrecidos bosques, cuyos lastimados รกrboles
con antigua y sabia paciencia la lluvia celestial esperan,
seguros del cielo, seguros de que el mar ha de enviar su curativa brisa,
seguros del sol, de que incluso a ellos
seguramente la primavera, cuando quiera Dios,
volverรก como sorpresa divina (…)โ.((Poema incluido en Tierra de nadie. (Poesรญa inglesa de la Gran Guerra), compilaciรณn realizada por Miรฑo y Dรกvila Editores.
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es escritora. Con su libro Teorรญa de cuerdas obtuvo el Premio Nacional de Literatura "Gilberto Owen" 2018. En su pรกgina web POETronica (poetronica.net) dialoga con poesรญa y multimedia.