Milan Kundera, el maestro del arte de la novela, el hombre mรกs simpรกtico del mundo (y el mรกs reservado) se ha ido. Muriรณ en Francia, su โsegunda patriaโ. De esta manera, hace algรบn tiempo, en un breve diรกlogo con Antoine Gallimard, definiรณ el paรญs que lo habรญa acogido.
Milan Kundera ha muerto. Pero no hagamos una tragedia de esto. Kundera era alรฉrgico a cualquier exceso. Siempre habรญa preferido a Diderot frente a Dostoievski. Y ademรกs, el final de un novelista no es el final de todo. El novelista, habรญa escrito en otra ocasiรณn, โdestruye la casa de su vida para construir la casa de la novelaโ. Sin embargo, รฉl sabรญa que en la muerte no podrรญa defenderse de todos los misomusos y los agelastas* que deshacen lo que el novelista construye.
Mientras viva, un novelista puede negarse a esta agencia de la tonterรญa universal que son los medios de comunicaciรณn masiva y no autorizar la puesta en escena de sus obras. Pero, una vez muerto, todo se simplifica. Sacar una pelรญcula de uno de sus libros se convierte en un homenaje, en una obligaciรณn moral de los que siguen viviendo hacia el que estรก enterrado: ยฟquรฉ puede el testamento de un muerto contra la voluntad fanรกtica de los vivos que quieren testimoniar su amor? Nada, por supuesto, y tambiรฉn el novelista mรกs consciente de su arte tiene que poner en paz su corazรณn.
Dudaba por eso que acadรฉmicos y periodistas, aunque solo por falta de humor, pudieran explorar realmente el significado de una novela. Kundera no soportaba las jergas, las teorรญas. No podรญa creer cรณmo, sobre todo en las รบltimas dรฉcadas, se habรญan llegado a acumular montaรฑas y montaรฑas de textos crรญticos ilegibles para la mayorรญa de las personas. La โmoral de lo esencialโ, desde hace cuarenta aรฑos, habรญa sido sustituida por la โmoral del archivoโ. Afirmaba que todos pueden leer una novela, no todos pueden escribirla. Y aรบn son menos los que pueden reconocer su valor estรฉtico.
No es una casualidad que los malentendidos sobre su obra se sucedan desde el principio. En 1968, despuรฉs de la invasiรณn rusa de la Checoslovaquia, no podรญa publicar sus libros. Su primera novela, La broma,se publicรณ en 1967. La editorial praguense propuso el manuscrito a Gallimard. El manuscrito fue entregado a un lector checo que vivรญa en Parรญs. Este hombre encontrรณ la novela poco interesante. Antonin Liehm, un gran patrocinador del arte checo en Europa, hablรณ con Aragon, el cual, sin siquiera conocer el contenido de la novela, escribiรณ un prefacio y la recomendรณ a Claude Gallimard.
El libro saliรณ a comienzos de septiembre del 1968, algunas semanas despuรฉs de la invasiรณn rusa. Kundera, para explicar el enorme รฉxito del libro en Francia, debido en gran medida a esta coincidencia histรณrica gracias a la cual el autor se convirtiรณ enseguida en el portavoz de la disidencia mundial, recordaba a menudo el chiste de su mujer Vera: โยกQuerido Milan, has llegado a Parรญs como un ganador sobre los tanques rusos!โ.
A pesar del reconocimiento en el extranjero, Kundera seguรญa siendo en su patria un escritor prohibido. Sabiendo su condiciรณn, un director de teatro le propuso escribir, bajo su nombre, una adaptaciรณn de El idiota de Dostoievski. Irritado por la atmรณsfera demasiado exagerada de la novela, Kundera sintiรณ nostalgia de Diderot. Escribiรณ asรญ su obra de teatro Jacques y su amo, un โhomenajeโ (ยกno una adaptaciรณn, no se confunda!) a una de sus novelas mรกs queridas.
Hay un episodio de este periodo que Kundera contaba y que dice mucho sobre su personalidad: la de โun hedonista atrapado en un mundo demasiado politizadoโ. Durante los primeros dรญas de la ocupaciรณn estaba en su coche. Habรญa salido de Praga para llegar a una ciudad cercana. Tres soldados del ejรฉrcito soviรฉtico lo detienen para un control. Al terminar, un oficial le pregunta: โยฟCรณmo estรก? ยฟQuรฉ tipo de sentimientos tiene?โ. La pregunta no es irรณnica, es seria. Al punto que el oficial continรบa: โMire, se trata de un gran malentendido. No se preocupe. Todo se va a arreglar. Usted tiene que saber que nosotros queremos a los checos. ยกNosotros los queremos!โ. Imaginen a Kundera en un paisaje devastado por los tanques rusos, inquieto sobre el futuro de su paรญs cuya libertad ha sido comprometida por quiรฉn sabe cuรกnto tiempo, y un oficial del ejรฉrcito soviรฉtico que le hace una declaraciรณn de amor. El amor, ยกquรฉ no se hace en su nombre! ยกPara demostrarlo, se puede llegar hasta a invadir un paรญs! โLa sensibilidad โha escrito el novelistaโ es indispensable al hombre [โฆ], pero cuando se sustituye al pensamiento racional se convierte en el fundamento mismo de la no comprensiรณn y de la intoleranciaโ.
Cuando Kundera, hacia el 2010, dijo haber acabado con el arte de la novela, el placer de dar forma ganรณ todavรญa una vez sobre la presunciรณn de haberse reconciliado con el mundo. Asรญ, publicรณ en 2013 La fiesta de la insignificancia (โen virtud de la terrible insignificancia de la vida cotidiana, hasta el bien y el mal pierden su importanciaโ, habรญa dicho mucho aรฑos antes en un seminario): la รบltima โbromaโ. Para no desmentirse; para huir de la imagen cristalizada de su destino; para no hacer cuadrar las cuentas a los contables de la crรญtica; para relanzar el desafรญo a todos los enemigos del arte moderno del siglo XXI; por amistad. Al comienzo de la segunda parte de La fiesta de la insignificancia se lee: โEn mi vocabulario de descreรญdo solo hay una palabra sagrada: amistad. Amo a los cuatro compaรฑeros que les he dado a conocer. Es por simpatรญa que un dรญa le he regalado a Charles el libro de Jruschov para que se divirtieranโ. Mรกs allรก de todas las leyes de la novela, este gesto de Kundera, lleno de nostalgia y humor, que regala a sus amigos imaginarios, los personajes, un libro sobre un mundo que ya no existe y logra, asรญ, que nos riamos de nuestro mundo, representa tal vez su รบltimo testamento. ยฟSeremos capaces de no traicionarlo? ~
* Misomuso es un neologismo inventado por Kundera en El arte de la novela. Designa a aquella persona que no ve otro sentido en el arte que los principios y cรณdigos compartidos; que “se siente humillado por la existencia de una cosa que lo sobrepasa, y la odiaโ. Agelasta es una persona que no rรญe. (N. del E.)
Massimo Rizzante (1963) es poeta, ensayista y traductor. Ha formado parte desde 1992 a 1997 del Seminario sobre la Novela Europea dirigido en Paris por Milan Kundera.