Acaban de anunciar que el poeta venezolano Rafael Cadenas ha ganado el Premio Cervantes 2022. Al otro lado del Atlรกntico se encuentra el โprofe Cadenasโ. Cinco horas lo separan de Espaรฑa donde ya es de noche. En Caracas apenas ha pasado la hora de la comida. No hay estrellas aรบn en el cielo, pero en Madrid han comenzado a brillar.
โยฟSabes que la palabra โsillaโ tal y como la lees en el diccionario es como las estrellas?โ, soltรณ una vez el poeta.
โยฟCรณmo?
โLa silla no estรก fรญsicamente en la palabra. No la puedes ver, simplemente la imaginas al leerla. Sabes que la palabra se refiere a la silla, pero โsillaโ no es la silla. Por eso es como las estrellas. Las que ves ya no existen, desaparecieron hace millones de aรฑos, pero las ves.
Con sus reflexiones, sus lecturas y tambiรฉn sus silencios, Rafael Cadenas ha encarnado su poesรญa y siempre ha sido cuerpo. Ha atravesado la vida de muchos, sobre todo la de sus alumnos de la Universidad Central de Venezuela, donde dio clases durante mรกs de treinta aรฑos.
Lo imagino escribiendo sus primeros versos, convirtiรฉndolos en Cantos iniciales (1946) para luego ser llaga y herida en Una isla (1958) o en Cuadernos del destierro (1960), marcados por su exilio (1952-1956) en Trinidad debido a โuna de nuestras habituales dictadurasโ. Ha visto tres.
Nacido en Barquisimeto en 1930, ha pateado la capital venezolana como pocos, casi a manera de estampa, con su cazadora beige, subiendo y bajando de los โcarritos por puestos”.
El poeta mayor de Venezuela, como tambiรฉn se le conoce, sabe a quรฉ huele Caracas, cรณmo se escucha la violencia y el autoritarismo, y cรณmo se escribe todo eso. Nunca ha dejado de usar su voz para decir la polรญtica. Y asรญ como en tiempos de Marcos Pรฉrez Jรญmenez se enfrentรณ a la dictadura, ha sido pluma y palabra crรญtica ante la situaciรณn actual del paรญs latinoamericano.
โLos poetas no convencen.
Tampoco vencen.
Su papel es otro, ajeno al poder: ser contrasteโ.
A sus 92 aรฑos, asegura que valora la vida cotidiana porque considera que no hay nada insignificante: observar la naturaleza y su inmensidad. Reconocernos analfabetos ante ella. Quizรก observar la vida desde ese lugar le permite reรญrse de sรญ mismo. Muchos han sido testigos de que cuando en alguna lectura le preguntan por su famoso poema โDerrotaโ, casi siempre responde, sonriendo, que ya no se reconoce en รฉl. Permiso de ser naturaleza, de cambiar, de reconocerse, pero tambiรฉn desconocerse en la creaciรณn. Permiso de ser un cuerpo que envejece conformado por tejidos, รณrganos, รกtomos.
Durante alguna de sus clases dijo que en breve los presentes ya no serรญan los mismos porque miles de cรฉlulas que los conformaban al entrar ya habrรญan muerto y habrรญan sido reemplazadas por otras nuevas al salir. Las estrellas, la silla, la palabra para nombrar, lo que no puede nombrar la palabra, encarnar la poesรญa siendo silencio, verso, derrota, isla; pero, sobre todo, siendo un cuerpo.
โSi el poema no nace, pero es real tu vida,
eres su encarnaciรณnโ.
Anna Carolina Maier es periodista.ย