Claves del debate electoral

Pablo Iglesias (Podemos) y Santiago Abascal (Vox) resultaron vencedores del primer debate de los cinco candidatos a la presidencia de Espaรฑa.
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Sรกnchez vs Iglesias: El romance entre Unidas Podemos y el PSOE fue desde el principio un espejismo, pero ayer se notรณ que el principal responsable de la ruptura es Sรกnchez. Mientras que Iglesias pedรญa una y otra vez al presidente que pactaran tras las elecciones, Sรกnchez atacaba con dureza a Iglesias incluso cuando tenรญa mรกs a mano a Rivera, Casado o Abascal. Le acusรณ de hablar de presos polรญticos, de defender referรฉndums ilegales y de tener un candidato por Barcelona que ha defendido a independentistas. Cuando no atacรณ a Podemos, defendiรณ mano dura contra el independentismo, acusรณ al PP de transferir competencias a Cataluรฑa (algo que tiene que haber molestado al PSC), defendiรณ modificar la ley para perseguir judicialmente los referรฉndums ilegales, criticรณ el uso sectario de los medios pรบblicos en Cataluรฑa y pidiรณ unidad en el constitucionalismo: โ€œUnidad, proporcionalidad y firmeza democrรกticaโ€. Iglesias, en cambio, defendiรณ lo que Sรกnchez defendรญa hasta hace poco para resolver el problema independentista: una ristra de vaguedades sobre el diรกlogo, el sentido comรบn y tener mano izquierda. Sin embargo, en otras cuestiones, Iglesias estuvo superior y mรกs original que sus adversarios, enfocรณ los temas que se iban por las ramas y expuso sus ideas con claridad: lucha contra el fraude fiscal, Espaรฑa vacรญa, desigualdad, fiscalidad progresiva.

TurboRivera: El candidato de Cs llega a estas elecciones con poca influencia. Las encuestas auguran un batacazo del partido. Rivera intentรณ compensar esto con fuegos de artificio y propuestas demagรณgicas como abolir el โ€œimpuesto a la muerteโ€ (impuesto de sucesiones) o el imaginario ICB (Impuesto de la Corrupciรณn del Bipartidismo). El partido ha perdido su seรฑa de identidad tecnรณcrata-anticorrupciรณn y ahora es un proyecto deslavazado de centroderecha con guiรฑos populistas. Ante las provocaciones racistas de Abascal contra los MENA (menores no acompaรฑados), Rivera le siguiรณ el juego: รฉl estuvo en Ceuta y Melilla para apoyar a la guardia civil y la policรญa. El รบnico momento en que Rivera se enfrentรณ a Abascal fue en comercio internacional. Le preguntรณ al candidato de Vox si querรญa aranceles. Tras las arengas ultraderechistas y conspiranoicas de Abascal, que hablรณ de una islamizaciรณn desde Bruselas y los despachos โ€œprogresโ€ globalistas, la acusaciรณn de proteccionista que hizo Rivera sonaba artificial y acomplejada.

Casado un dรญa, soltero otro: El candidato del PP vende una imagen mรกs moderada que cuando llegรณ a la secretarรญa general del partido prometiendo dar la guerra ideolรณgica. Este equilibrio entre โ€œmoderaciรณnโ€ (y escapismo: su subida en las encuestas se explica en parte porque desapareciรณ de los medios durante un tiempo) casi rajoyista y mano dura se refleja de manera ideal en su primera intervenciรณn: el candidato del PP recordรณ la violencia en Cataluรฑa y una vรญctima de violencia de gรฉnero. Casado insistiรณ en la pregunta fetiche de la derecha a Sรกnchez: ยฟcuรกntas naciones tiene Espaรฑa? Es efectiva en plena crisis catalana. Defendiรณ endurecer la prisiรณn permanente revisable (cadena perpetua), bajar los impuestos, revalorizar las pensiones y garantizar la unidad de Espaรฑa. El best of PP.

Santiago y cierra, Espaรฑa: Abascal resultรณ ganador del debate junto con Iglesias. El candidato de Vox estuvo agresivo y apenas recibiรณ reproches ni interrupciones, salvo en vaguedades. Consiguiรณ en cada intervenciรณn hacer un breve mitin. Colocรณ su discurso: acabar con el Estado de las autonomรญas, encarcelar a Torra, echar a los inmigrantes ilegales, cadena perpetua para violadores y asesinos, seรฑalamiento de MENAs. Todos sus adversarios, en buena medida, lo necesitaban. Iglesias solo se enfrentรณ a รฉl en un tema espinoso como la Guerra Civil, donde era difรญcil sacar algo en claro. Rivera les reprochรณ vivir en el pasado. Y Sรกnchez solo le sugiriรณ con ironรญa que tenรญa โ€œpintaโ€ de ser de ultraderecha, como si arrojar una etiqueta manoseada fuera suficiente para refutarle (algo parecido hizo Iglesias en una intervenciรณn extraรฑa en la que, con un tono moderado, dijo algo asรญ como que hay mejores soluciones que ser racista).

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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