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¿Cuál es el secreto feminista español? El efecto Almodóvar y la reacción anticlerical

En las últimas décadas en España el empleo femenino ha aumentado, más que en países similares económica y culturalmente. Una posible explicación es la reacción contra el autoritarismo religioso.
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El empleo femenino y la representación política de las mujeres en España han aumentado vertiginosamente durante las últimas décadas. España ha sido de hecho el primer país en presentar un gobierno en el que sus miembros son mayoría mujeres (aquí). Esta evolución contrasta especialmente con el caso italiano que no ha experimentado cambios tan intensos (y que partía de una situación más favorable) a pesar de que se puede argumentar que la sociedad italiana es relativamente similar a la española, no sólo en términos de economía o clima, sino también en la herencia católica y el legado latifundista en las regiones del sur. El siguiente gráfico ilustra estos contrastes pero más ejemplos se pueden encontrar en la entrada original (aquí). ¿Qué hay detrás de las mejoras en la igualdad de género en España?

Población Activa Femenina (%)

Fuente: Mancini (2017)

 

¿Crecimiento económico?

El empleo femenino siempre aumenta en respuesta a las oportunidades económicas. Tanto en España como en Italia, la participación laboral de las mujeres es mayor en las regiones más prósperas donde hay una mayor demanda de empleo y menores tasas de paro. España, sin embargo, no es más rica que Italia, así que la discrepancia en las tasas de empleo femenino no se debe a la economía.

¿El rol de la familia y el parentesco?

En sociedades con altos niveles de endogamia, la sexualidad femenina y la movilidad de las mujeres suelen estar sujetas a rígidos controles. Las familias fortalecen los lazos de parentesco a través del matrimonio y limitan la interacción de las mujeres con “extraños”. Esto hace que la oferta de trabajo femenina responda menos a posibles incrementos de la demanda de trabajo, por lo que, si dos sociedades tienen tasas de crecimiento económico similares, la endogamia limita el empleo femenino. España e Italia tienen niveles de matrimonios endogámicos muy similares (aquí) y los tipos de familia son también similares (a pesar de que haya diferencias entre regiones), por lo que este factor no puede explicar estos cambios.

¿Inmigración?

La inmigración en España aumentó intensamente a partir del año 2000. La posibilidad de dejar las tareas domésticas en manos de inmigrantes ha permitido que las mujeres españolas se centren en sus carreras como muestran Lidia Farré, Libertad González y Francesc Ortega aquí. Pero la inmigración tampoco puede ser la respuesta que estamos buscando porque el crecimiento del empleo femenino, la representación política y el activismo feminista empezó mucho antes que la reciente ola migratoria. Portugal además ha recibido menos inmigrantes pero también ha progresado significativamente hacia la igualdad de género.

¿Religión?

Históricamente, la Iglesia Católica ha prohibido el divorcio y el aborto. Atentar contra la voluntad divina significaba la condena eterna. En general, los católicos consideraban a las mujeres como el sexo débil, lo que implicaba que necesitaban protección paternal (aquí).

La religiosidad refuerza las desigualdades de género a través de las propias creencias individuales y de la percepción sobre las creencias de la comunidad en la que vivimos. Si las personas ven que determinadas conductas cuentan con un apoyo amplio, ellas también tenderán a seguirlas para asegurarse el respeto social. Aunque una mujer quiera divorciarse, el miedo a la condena social hará que se lo piense dos veces.

La Iglesia Católica disfrutó de una gran influencia durante las dictaduras fascistas en España y Portugal. La fe católica se celebraba públicamente y la voluntad divina estaba además respaldada legalmente. La mujer española no podía trabajar, tener propiedades o viajar sin permiso del marido (aquí). Los anticonceptivos y el divorcio estaban prohibidos. Esta situación es consistente con una tendencia más general en la que leyes sexistas suelen perdurar más en países en los que la religión está políticamente institucionalizada (aquí). En estas circunstancias, es muy posible que, individualmente, las personas infraestimaran la resistencia general a estas normas. La expectación general de sanciones sociales puede quizás explicar por qué el empleo femenino permaneció relativamente bajo a pesar de la demanda generada por el milagro económico español.

La reacción contra el autoritarismo religioso

La mejor explicación de los logros feministas en la península radica en la larga supervivencia de los regímenes fascistas en España y Portugal (hasta mediados de los 1970). El descrédito de estas dictaduras fue de la mano de la reacción contra el conservadurismo religioso. La llegada de la democracia permitió un movimiento contra-cultural que cuestionó la herencia recibida y facilitó la expansión de las libertades sociales.

La Iglesia Católica quedó empañada por su afiliación a regímenes brutales y represivos. El apoyo a la misma, así como la legitimidad de los obispos, fue cayendo poco a poco. Tras la caída de ambas dictaduras, los partidos políticos buscaron la forma de separar la Iglesia y el Estado y las nuevas constituciones en España (1978) y Portugal (1976) consagraron la nueva situación. El clero y los partidos religiosos quedaron de hecho deslegitimados por su asociación con la dictadura y fueron incapaces de oponerse a la legalización del divorcio y el aborto.

Aunque la mayoría de los españoles se identifican como católicos, pocos van a misa o siguen la doctrina católica (ver gráfico siguiente). Las iglesias se han vaciado y los partidos religiosos apenas tienen poder. La secularización ha avanzado también en otros países europeos, de mano del crecimiento económico, la urbanización y la educación universitaria. Este proceso sin embargo ha sido especialmente intenso en la península ibérica (ver también los gráficos sobre la evolución de la participación religiosa en los distintos países europeos aquí). La secularización en Italia (y Polonia), en cambio, progresó más lentamente, posiblemente porque los sacerdotes no habían perdido apoyo por motivos políticos. Mientras en Polonia la Iglesia fue vital en la resistencia contra el comunismo, los partidos religiosos italianos mantuvieron el apoyo popular.

 

Porcentaje de la población que no cree en Dios (2010)

El modo en que la península ibérica se estaba liberando del autoritarismo religioso se refleja en la proliferación de películas, música, arte, etc, desafiando las costumbres tradicionales (véase por ejemplo la movida madrileña). Esto no fue simplemente una “fiesta”. La sociedad había vivido reprimida durante cuatro décadas y toda esa energía podía finalmente liberarse! El desafío generalizado y público de las restricciones patriarcales fomentó un mayor desafío posterior. Las comedias negras, sexualmente subversivas, de Almódovar capturaron y catalizaron esta reacción contra-cultural. “La moraleja de todas mis películas es alcanzar una etapa de mayor libertad” indicaba el propio cineasta. El efecto Almódovar –la ruptura de tabúes– aceleró el progreso hacia la liberación de género y sexual.

La transformación cultural española es consistente con una tendencia más amplia. El desarrollo, la democratización, y la secularización han promovido la igualdad de género en todo el mundo. A medida que las mujeres ganan en educación y reducen su fertilidad es más fácil para ellas responder a las oportunidades laborales. Este mecanismo es universal pero es más débil en sociedades que limitan el margen de maniobra de las mujeres. El autoritarismo religioso en la península ibérica condenó y limitó el empleo femenino.

Una vez que se eliminó este obstáculo, las mujeres aprovecharon las oportunidades de trabajo, pudieron centrarse en sus carreras, y movilizarse por sus derechos, animadas además por los propios cambios culturales que facilitaban estas actitudes. Los partidos progresistas en España han promovido a su vez la igualdad de género y como decíamos al inicio, España ha sido el primer país en presentar un gobierno en el que sus miembros son mayoría mujeres. Los hombres tienen derecho a 16 semanas de permiso parental y este tipo de leyes facilitan posteriores cambios hacia una mayor equidad de género, lo que está haciendo que España esté dejando atrás a otros países católicos en estos aspectos.

El secreto feminista español es la rebelión contra el autoritarismo religioso.

 

Este texto apareció en inglés aquí. La versión en español se publicó originalmente Nada es gratis

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Es profesora de ciencias sociales en el King's College London.


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