Digamos las cosas con claridad: los resultados del pasado 7 de mayo son el triunfo del hartazgo y del miedo.
Lo votado fue, por una parte, una bofetada a la inoperancia e ineptitud para hacer valer el estado de Derecho del gobierno del presidente Boric, y una segunda bofetada a la fracasada propuesta constitucional (la ciudadanรญa aรบn no olvida el lamentable espectรกculo asociado a su redacciรณn y el paupรฉrrimo fruto de esta). Por otro lado, la elecciรณn de aquel domingo permitiรณ la reapariciรณn, en gloria y majestad, del โpartido del ordenโ.
Las utopรญas sociales, como las personales, con toda su carga libidinal, toda su emocionalidad asociada y toda su fuerza, indistintamente, deconstructivista y creadora, operan siempre desde la creencia de que lo percibido es lo cierto. Asรญ tambiรฉn, la experiencia del miedo, la inseguridad y el desamparo, tanto pรบblico como privado, contaminan la capacidad de ver en perspectiva los hechos, e instalan una niebla cognitiva que privilegia el orden, al precio que sea, por sobre la amenaza de la normalizaciรณn del caos.
Ahora bien, mรกs que un pรฉndulo, lo que las chilenas y chilenos hemos venido experimentando desde 2019 es la confrontaciรณn de dos aspas de una misma hรฉlice: una autoflagelante, refundacional, iconoclasta e iluminada, la otra autocomplaciente, insegura, atemorizada y crecientemente irritada. Ambas se mueven en sentidos opuestos y tensan en forma dramรกtica al rotor o eje que las une: nuestra institucionalidad democrรกtica.
Un primer รญmpetu, el de octubre de 2019 y del plebiscito de entrada de 2020, pareciรณ indicar que la fuerza de la primera aspa era inconmensurable e imparable; el segundo enviรณn, el de 2022 y 2023, ha demostrado la fragilidad de la pulsiรณn inicial, y de la antojadiza y pรฉsima lectura que hizo la coaliciรณn gobernante de las demandas y expectativas de la ciudadanรญa.
ยฟQuรฉ hacer entonces? ยฟSe debe permitir que el rotor de nuestra democracia siga siendo sometido a una fricciรณn y tensiรณn ilimitada, que pueda terminar por trizar o hasta quebrar aquello que nos tomรณ 17 dolorosos aรฑos recuperar? ยฟHay una fรณrmula de salida a la amenaza que se cierne sobre nuestra institucionalidad democrรกtica? ยฟSerรก suficiente el nuevo proceso constituyente para reconducir la pugna entre los extremos de izquierda y derecha, y sus respectivos populismos asociados que parecen instalados como opciones รบnicas en nuestro sistema polรญtico?
La redacciรณn de nuestra nueva Constituciรณn, anhelada por la inmensa mayorรญa de la ciudadanรญa, y necesaria para estar a la altura de los gigantescos desafรญos que nuestro tiempo y el siglo XXI nos impone, no merece ser โutilizadaโ como herramienta de negociaciรณn polรญtica.
La responsabilidad institucional y el correcto juicio de realidad nos debe obligar a ser capaces de hacer cumplir los doce puntos del Acuerdo por Chile de 2022 y redactar una Carta Magna que se haga cargo de ello. Pero junto con lo anterior, debemos asumir que nos encontramos en un punto de quiebre para el devenir democrรกtico de nuestro paรญs. La disyuntiva es clara: ยฟnos plegamos a la polarizaciรณn de los extremos populistas refundacionales o autoritarios, o con coraje cรญvico nos abrimos a una fรณrmula distinta?
El camino abierto por Amarillos por Chile en 2022 es una senda dialogante y valiente. Somos un nuevo partido polรญtico, herederos del espรญritu acuerdista que, desde 1988 permitiรณ poner fin a la dictadura de Augusto Pinochet y cimentรณ las mejores dรฉcadas de desarrollo social y econรณmico de la historia de Chile. Amarillos surge como un movimiento que aglutina desde el liberalismo igualitario a la socialdemocracia, opuesto a la propuesta constitucional que fue votada en contra por el 62% de los chilenos en septiembre pasado. Buscamos construir puentes y lograr grandes acuerdos y pactos que permitan devolverle a Chile seguridad institucional y entregarle un camino de reencuentro y esperanza. La nuestra es, en definitiva, una invitaciรณn a hacer polรญtica.
El centro polรญtico tiene ante sรญ la oportunidad รบnica de traspasar la pugna de las aspas del autoritarismo de derecha y el refundacionalismo de izquierda, y constituir una gran coaliciรณn en que el arcoรญris socialdemรณcrata, socialcristiano, humanista y liberal se encuentren y construyan un nuevo trato.
Los 50 aรฑos del Golpe de Estado al que nos llevaron la intolerancia, el fanatismo, la improvisaciรณn, el totalitarismo en todas sus expresiones y la irresponsabilidad del gobierno y oposiciรณn de entonces, nos deben impulsar a un compromiso mayor. Nunca mรกs debemos permitir que se creen la condiciones para que se quiebre nuestra democracia y nunca mรกs debemos permitir que los errores se transformen en horrores.
El tiempo se acota, el diรกlogo y la construcciรณn de grandes acuerdos no pueden esperar. Es tiempo de valientes. ~
es psicรณlogo, lingรผista y artista visual. Sus libros mรกs recientes son La revoluciรณn del malestar (2020) y En defensa del optimismo (2021). Es vicepresidente de Amarillos por Chile.