Foto: Luis Barrรณn/eyepix via ZUMA Press Wire

Claudia Sheinbaum y la posverdad como estrategia discursiva

El discurso de la candidata de Morena da por sentado que el proyecto polรญtico al que pertenece no necesita ajustes. Esa renuncia a persuadir puede terminar ayudando a la oposiciรณn.
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En una democracia, los polรญticos compiten con sus discursos para ganarse al electorado. Desde hace siglos, quienes aspiran a gobernar a sus pares han confiado en el poder de la palabra para convencer a la gente de llevarlos a cargos pรบblicos. Pero ยฟquรฉ pasa cuando a un polรญtico no le interesa persuadir a sus potenciales votantes porque siente que no los necesita para ganar? ยฟQuรฉ pasa si una candidata entiende su discurso como la repeticiรณn de frases que no se sustentan en la realidad, pero que coinciden con lo que le dicta un poder mรกs grande? Pasa lo que estamos viendo en la campaรฑa presidencial de Claudia Sheinbaum, donde la ausencia de un discurso persuasivo no se considera un error de estrategia, sino que es parte central de la estrategia.

Al revisar discursos recientes de la candidata del oficialismo, es fรกcil darse cuenta del problema que enfrenta su retรณrica. Varios analistas han puesto mucho รฉnfasis en criticar su nula originalidad, y han identificado como principal problema su deseo exagerado de imitar en lenguaje, conceptos, frases โ€“e incluso en tono de voz y acentoโ€“ al presidente Lรณpez Obrador. Pero, aunque notorios, esos errores tal vez no sean el principal problema de los discursos de la candidata.

El principal problema retรณrico de Claudia Sheinbaum es que sus discursos no buscan persuadir. No ofrece futuros deseables para construir junto al ciudadano, los decreta. No plantea preguntas interesantes, dicta las respuestas. No usa el lenguaje como pincel, sino como martillo. El de ella es un discurso tecnocrรกtico, seco y duro, un listado de programas y polรญticas pรบblicas que buscan confirmar en la mente de quienes la escuchan lo que ella considera hechos consumados: โ€œMรฉxico estรก en su mejor momentoโ€ gracias al liderazgo de Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador. El gobierno actual tiene un cรบmulo de logros tan grande e impresionante, que lo natural, lo lรณgico y lo รบnico que queda es apostar por la continuidad. La transformaciรณn que ya ha logrado el presidente es, de verdad, un evento histรณrico imparable. Y por eso, ellos representan โ€œel movimiento polรญtico y social mรกs fuerte de todo el planetaโ€.

La retรณrica de Sheinbaum no tiene en el centro a un ciudadano con la libertad de evaluar al partido en el gobierno y decidir si vuelve a votar por รฉl. Tiene en su arranque, su centro y su final al presidente Lรณpez Obrador. En su discurso de cierre de precampaรฑa lo menciona 11 veces, mientras que solo menciona una vez por su nombre a Morena. Es un discurso construido desde el poder presidencial, en el que el argumento principal es que tenemos en Palacio Nacional a un lรญder providencial โ€“infalible, intachable e irreprochableโ€“ que encabeza una รฉpica histรณrica que goza de apoyo mayoritario. Por lo tanto, su proyecto polรญtico y de gobierno no necesita ajuste, correcciรณn, cambio o mejora alguna.

โ€œEllos son el pasado, nosotros somos la esperanza de Mรฉxicoโ€, dice Sheinbaum, y recurre a la misma narrativa demagรณgica que tantos y tan buenos resultados le ha dado a su creador polรญtico. โ€œEllosโ€ representan todo lo malo, todos los vicios, todos los pecados y todos los defectos de la sociedad y por eso nunca tienen razรณn en nada. โ€œNosotrosโ€, el โ€œpuebloโ€, tenemos todas las virtudes, todas las bondades y, por lo tanto, tenemos toda la razรณn, en todos los temas, todo el tiempo. En ese โ€œnosotrosโ€ solo caben quienes creen que โ€œLรณpez Obrador no es un presidente mรกsโ€, sino un lรญder que ha cambiado โ€œel rumbo de la historia para iniciar la Cuarta Transformaciรณn de la Naciรณnโ€. El precio del boleto de entrada a ese โ€œnosotrosโ€ es aceptar que โ€œbajo su mandato, estamos viviendo un momento extraordinario. Mรฉxico ha cambiado profundamente, para bien, en lo econรณmico, en lo polรญtico, en lo socialโ€. La membresรญa al grupo implica, por lo tanto, abrazar, con los seguidores mรกs duros del lopezobradorismo, la idea de que en Mรฉxico entero โ€œhay felicidad, hay alegrรญa y hay entusiasmo por la Cuarta Transformaciรณn y por el presidente de la Repรบblicaโ€.

ยฟLe alcanza a Sheinbaum ese discurso para ganar la presidencia? Pensemos, para fines de argumentaciรณn, que sรญ. Imaginemos que es cierto que la mayorรญa de los mexicanos siente felicidad, alegrรญa y entusiasmo ante la sola menciรณn de Lรณpez Obrador y por eso estรก deseosa de refrendar su voto por el mismo partido. Imaginemos que ese paรญs de grandes logros que nos describe la candidata oficialista es real. Imaginemos entonces que el problema somos quienes no vivimos en esa comunidad emocional y nos empecinamos en seguir respirando, viendo, escuchando y analizando eso que seguimos llamando realidad. Imaginemos, ademรกs, que los ciudadanos no tienen forma de darse cuenta de esa realidad o que, si la tienen, son indiferentes a ella. Si es asรญ, si el juicio del ciudadano es irrelevante, entonces el discurso de Sheinbaum es justo lo que ella necesita para ganar. La persuasiรณn no importarรญa para nada.

Pero, ยฟquรฉ tal si ese no fuera el caso? ยฟQuรฉ pasa si Sheinbaum se equivoca en su cรกlculo y la gente, aunque reconoce y valora los programas de apoyo social o los avances relativos en su ingreso, no ve en Lรณpez Obrador y en su gobierno toda la felicidad y perfecciรณn que ella describe? ยฟCuรกntos mexicanos valoran mรกs los pesos que reciben del gobierno que la vida de un familiar muerto por la falta de medicinas? ยฟCuรกntas personas valoran mรกs el dรณlar estable que su libertad para viajar por carretera? ยฟCuรกntos comerciantes estรกn mรกs contentos por sus ganancias de 2023 que por sus pรฉrdidas sexenales por la extorsiรณn?

Si ella estuviera preocupada por asegurarse la lealtad electoral de esas personas, entonces su discurso tendrรญa que hablar de esas realidades, asรญ fuera de manera sutil, enunciรกndolas como retos o desafรญos para el futuro. No lo ha hecho ni por error, lo que refleja el poco margen de control que Sheinbaum tiene sobre su propio discurso. Ahรญ estรก su Talรณn de Aquiles. Gritar a los cuatro vientos que โ€œMรฉxico estรก mejor que nuncaโ€ podrรญa estar ayudando mรกs a la oposiciรณn que a su propia campaรฑa. La posverdad como estrategia discursiva puede tener su lรญmite en la รบnica realidad que todos los ciudadanos, incluso los seguidores de Lรณpez Obrador, pueden ver con claridad: ella no es รฉl. ~

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Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.


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