Periodismo huachicol*

Los videos que muestran los hechos ocurridos en Palmarito, Puebla, son un reflejo de la descomposiciรณn que vive el paรญs. Esta se ha extendido hacia los medios, que en algunos casos han difundido versiones incompletas y fuera de contexto.
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El pasado 9 de mayo, personeros del grupo de ladrones de combustible de Palmarito Tochapan, en Puebla, hicieron llegar a Arturo Rueda, director del diario Cambio en ese estado, un video editado de dos minutos en el que se denuncia la ejecuciรณn extrajudicial de un hombre sometido durante un operativo del Ejรฉrcito.

El periodista omite dar el contexto necesario. Obvia decir que hay 35 minutos mรกs de grabaciรณn, que en รฉsta se ve a integrantes de un grupo de huachicoleros que se enfrenta a tiros con militares, que usan una camioneta Lincoln y una BMW blindadas y que en las imรกgenes se ve a Paulino Martรญnez El Pavรญn, uno de los jefes criminales del lugar, quien usa un chaleco antibalas, cuando asesina por la espalda a un soldado.

Rueda tergiversa, llama a los hechos โ€œsupuesta emboscadaโ€ y hace que su equipo hable de una agresiรณn a pobladores indefensos. La camioneta blindada cuya carrocerรญa y parabrisas soportaron fuego intenso de los elementos castrenses se transforma en su relato en un sedรกn y si se ve a soldados desmontando una de las videocรกmaras que captaron todo es porque intentan borrar las huellas de su homicidio y no porque sean parte de un sistema de circuito cerrado, montado por los delincuentes para tener tiempo de reaccionar ante cualquier incursiรณn policiaca o militar.

Voluntaria o involuntariamente, el director de Cambio fue parte de una estrategia mediรกtica que incluyรณ una cuenta en Twitter a nombre de Nancy Domรญnguez (ya dada de baja), quien enviรณ a numerosos medios y periodistas el mismo mensaje: โ€œNecesitamos que vea algunos videos donde el ejercito mexicano esta masacrando a la gente de Palmarito Pueblaโ€ (sic).

Rueda, quien en 2015 fue acusado de extorsiรณn al exdirector de Bansefi, Jorge Estefan Chidiac, se defendiรณ entonces con el argumento de que el video en el que aparentemente se le ve pedir 10 millones de pesos a cambio de no hacer pรบblica una grabaciรณn, estaba editado. Al ser interrogado por otros medios sobre por quรฉ presentรณ un video editado en el caso de Palmarito, mutilando cualquier evidencia del enfrentamiento, el periodista invocรณ criterios editoriales, pues, segรบn รฉl, de haber presentado un video mรกs largo, nadie lo habrรญa visto.

Periodistas como Ciro Gรณmez Leyva, Raymundo Riva Palacio y Carmen Aristegui mordieron el anzuelo y lo entrevistaron sin saber que el pretendido colega habรญa puesto a circular un video que omitรญa elementos valiosos para comprender los hechos en su debido contexto, lo que ponรญa a los criminales en total control de la narrativa. Curiosamente, Riva Palacio ha escrito que cuando no se aporta contexto, el periodismo falla en una de sus funciones primarias: explicar. Si no se explica, no se entiende lo que sucede, ni se ve la dimensiรณn de lo tratado. 

Por eso, mientras el titular de primera plana de Cambio fue โ€œMilitares ejecutan con tiro de gracia en Palmaritoโ€, un diario de circulaciรณn nacional como El Universal fue mรกs preciso: โ€œVideo revela emboscada y ejecuciรณn en Pueblaโ€. A travรฉs de enviados y corresponsales, los medios nacionales lograron establecer que las cรกmaras que grabaron la actuaciรณn militar en Palmarito son parte de una red de โ€œhalconeoโ€ y que la mayorรญa de los equipos de grabaciรณn se localizan en negocios y casas en la calle Hidalgo, para controlar la comunidad y detectar la incursiรณn de autoridades y grupos rivales.

El celo periodรญstico de Arturo Rueda y su equipo les ha exigido, sin embargo, omitir una enorme cantidad de datos de contexto o no reportar de las memorias USB entregadas a periodistas por un joven con el rostro cubierto, las cuales contienen videos y fotografรญas con instrucciones sobre aquello en lo que debe prestarse atenciรณn. Cambio ha privilegiado las expresiones de diversos actores que piden sacar al Ejรฉrcito del municipio, incluida una โ€œespontรกneaโ€ manifestaciรณn de mujeres y niรฑos en la que los menores portaban cartulinas con frases como โ€œMilitar no dispares, no soy halcรณnโ€. Ya lo dijo Hรฉctor Abad Faciolince: los pequeรฑos son el paradigma de la inocencia y ayudan a la indignaciรณn.

Aun los cerca de 40 minutos de imรกgenes captadas por las cรกmaras de vigilancia no dejan de mostrar una visiรณn fragmentaria de lo ocurrido el 3 de mayo en ese sitio del estado de Puebla. No obstante, los distribuidores de los videos editados han intentado jugar con la percepciรณn pรบblica de los hechos, dirigiendo la observaciรณn sobre un evento mientras le ocultan a la gente el resto, dictรกndole quรฉ hechos deben parecerle inaceptables e indignantes e impidiรฉndole profundizar, a partir del desarrollo de los acontecimientos.

Como escribรญa hace unos dรญas Roberto Zamarripa, los videos de Palmarito son brutales espejos de nuestra descomposiciรณn. Y eso incluye tambiรฉn a los medios.

 

* Huachicol. Bebida alcohรณlica adulterada. Tรฉrmino tambiรฉn utilizado para nombrar al combustible adulterado o robado en Mรฉxico.

 

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Periodista. Autor de Los voceros del fin del mundo (Libros de la Araucaria).


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