Carlos S. Frenk y la banda de los cuatro

El trabajo de Carlos S. Frenk ha sido crucial en el รกrea de la astrofรญsica
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La maรฑana del 25 de abril de 1992 los lectores del periรณdico London Times miraron, sorprendidos, el ejemplar que tenรญan en sus manos. Una cabeza inusual destacaba en la primera plana: La banda de los cuatro encontrรณ la llave para otear el lado oscuro del universo. El reportero no se referรญa al regreso fantasmal de Jian Qing, la viuda de Mao Zedong y sus partidarios purgados en 1976. Tampoco se trataba de una broma pop rock, sino que cuatro astrofรญsicos habรญan acertado al ofrecer claves para explorar una realidad fantรกstica hasta entonces, la materia oscura. Uno de ellos era el joven Carlos Frenk.

Como me dijo รฉl ayer, “la banda de los cuatro รฉramos Marc Davis, George Efstathiou, Simon White y yo, y escribimos en los aรฑos 80s una serie de artรญculos sobre materia oscura frรญa (un tipo de partรญcula elemental). ¡Quiรฉn se hubiera imaginado que 30 aรฑos despuรฉs esto se convertirรญa en el modelo estรกndar de la cosmologรญa!”.

Sus aportaciones a este campo estaban construyendo puentes entre obras clรกsicas, desde Eddington y Einstein, pasando por Penzias y Wilson, Plebaรฑsky y Dirac, hasta la cosmologรญa contemporรกnea de Steven Weinberg, Denis Sciama y Martin Rees. De todo eso platicamos la primera vez que lo visitรฉ en la Universidad de Durham.

No deja de resultar curioso que el mismo aรฑo (1965) en que Arno Penzias y Robert Wilson descubrieron el rastro de una radiaciรณn de fondo en el universo, la cual se manifestaba en forma de microondas, Sciama y Lord Martin predijeran la existencia de fluctuaciones en la temperatura de aquellas zonas remotas. En 1992 la sonda COBE confirmรณ que, en efecto, se producen ondulaciones en dicha radiaciรณn de la era inflacionaria.

A estos hallazgos cruciales de la radioastronomรญa y la cosmologรญa debemos sumarle el trabajo matemรกtico de Jerzy Plebaรฑsky al desmenuzar las ecuaciones de Einstein y examinarlas a la luz de las ideas ultrarelativistas. Plebaรฑsky contribuyรณ de manera notable a la empresa que Leopold Infeld y Albert Einstein iniciaron, tratando de explicar el movimiento en tรฉrminos relativos, ya se trate de una partรญcula subatรณmica o de un cรบmulo de galaxias.

Recuerdo que alguna vez Jerzy comentรณ su encuentro con Paul Dirac en una de las legendarias conferencias del Instituto Solvay, en Bruselas. El genial fรญsico matemรกtico britรกnico es famoso por haber “limado asperezas” entre la mecรกnica cuรกntica y la relatividad einsteineana, pues en su ecuaciรณn de onda mezcla estas ideas con la ecuaciรณn de Schrรถdinger. Dirac no tuvo mรกs que elogios para alguien como Plebaรฑsky, quien habรญa llevado a cabo una empresa similar a la de รฉl mismo en el รกmbito cosmolรณgico.

Otro importante antecedente del trabajo de Carlos es la influencia personal y acadรฉmica de su mentor, Martin Rees. El escepticismo de buen talante que profesa Lord Martin adquiere sentido y dimensiรณn gracias a los espectaculares descubrimientos de las sondas y telescopios en el espacio, pero Carlos no se conformรณ con hacer la glosa sino que llevรณ a cabo una reinterpretaciรณn. Buscรณ las mรกquinas computacionales mรกs sofisticadas y las puso al servicio de la observaciรณn astronรณmica con objeto de entender la evoluciรณn del universo desde un Big Bang real. Por dรฉcadas ha recopilado datos tomados en diversos telescopios instalados en ambos hemisferios y ha generado imรกgenes fascinantes de la estructura de nuestro contorno cรณsmico. Por eso su entusiasmo al defender las incipientes hipรณtesis sobre la materia y energรญa oscuras pareciรณ en un inicio, a los ojos de la comunidad astronรณmica, algo propio de forajidos. Este aรฑo la Real Sociedad de Astronomรญa del Reino Unido le otorgรณ su medalla de oro.

Un primer modelo generado por computadora le tomรณ diez aรฑos de arduo trabajo en varias mรกquinas, las mรกs rรกpidas y que hablaban UNIX. Carlos recuerda ese momento, en el que poco a poco la imagen tridimensional del cรบmulo total de materia luminosa contenida en el universo conocido hasta ese momento comenzรณ a aparecer en la pantalla. No duda en llamarlo “uno de esos momentos gloriosos de la ciencia”.

Alguna vez hablamos de las implicaciones que la Fรญsica de altas energรญas tendrรญa para la visiรณn cosmolรณgica. No mostrรณ mucho entusiasmo, si bien dejรณ entrever que tampoco desdeรฑarรญa la aportaciรณn teรณrica de fรญsicos como Steven Weinberg. Desde el punto de vista de Carlos, son los cosmรณlogos quienes establecen el contexto, la tribu que ofrece el marco de referencia a los amigos del CERN, Fermilab, DESY, KEK, y no al revรฉs.

Carlos fue muy crรญtico con la propia astrofรญsica dado que sabemos mรกs de la formaciรณn de las galaxias que de los planetas. De acuerdo con su plan, al mismo tiempo que profundizamos en el origen y formaciรณn de las galaxias, debemos pasar al origen de los planetas y de ahรญ al origen de la vida. En otra ocasiรณn visitamos el viejo observatorio de la Universidad de Durham y ahรญ le preguntรฉ por sus hรฉroes. Me hablรณ de su casa mientras abrรญa a mano la compuerta de la pequeรฑa bรณveda; se refiriรณ a sus primeras impresiones con la mรบsica y la naturaleza, al momento en que hay que enfrentar la “honorable obligaciรณn” de saber.

Esbozรณ una lista de imprescindibles en astrofรญsica, quienes han abarcado el trabajo de sus predecesores como un caso particular de un panorama mรกs amplio. Newton incluyรณ la obra de Galileo, mientras que Einstein hizo lo mismo con la de aquรฉllos dos. Sin duda, Charles Babbage, pues finalmente se demostrรณ que su computadora era viable; William Herschel, por sus ideas geniales sobre la evoluciรณn estelar; Sir James Jeans, quien escribiรณ en 1937 un libro sobre un tema poco explorado hasta entonces, las relaciones entre ciencias fรญsico-matemรกticas y el origen y desarrollo de la mรบsica. Jeans menciona el tรญtulo y autor de su inspirador: Tonempfindungen, escrito por Hermann von Helmholtz en 1862. Hawking y Hubble debido a infinidad de razones. Carlos no olvida a Martin Rees porque, despuรฉs de todo, la informaciรณn y los datos duros estรกn ahรญ pero el haber aprendido una manera de razonar, eso no tiene precio.

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escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).


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