Paradรณjicamente un arte tan retiniano como el cine naciรณ en conflicto con el ojo: el cohete de Mรฉliรจs deja tuerta a la luna, la navaja de Buรฑuel corta un ojo, en la escalinata de Odessa (Eisenstein, 1925) una seรฑora recibe un balazo en sus lentes ensangrentados, para Dziga Vertov la cรกmara era un ojo fรญlmico mรกs perfecto que el humano… finalmente Porter termina El gran robo al tren (1903) con un cowboy ceรฑudo que dispara su revรณlver directamente a cรกmara –o sea a nuestros ojos– rompiendo asรญ, por primera vez, la cuarta pared.
Naciรณ en la Habana en 1948. Narrador y ensayista. Cuando escribiรณ su primer novela, El Comandante Veneno, Alejo Carpentier le escribiรณ: "Es usted un novelista nato"