Lo profundo es la sangre aquí dentro,
cintas y más cintas de glóbulos errantes,
discos que fluyen intramuros con lavas caudalosas,
el líquido hormigueo de las venas
como galería de espejos
donde vida y sueño se replican eternamente.
El muchacho que leía en la luz aterida del norte
sigue leyendo bajo acacias africanas
y ve cómo su sombra es su hija, la sombra de su hija.
Las palabras se hicieron savia,
nervadura,
ríspida corteza bajo la cual bullían
esquinadas metamorfosis: él mismo.
Entretanto, la sangre siguió girando a ciegas,
abriendo espacio en el espacio de un cuerpo
–páramos, ciudades, dormitorios y oficinas,
demonios y esplendores.
¿Qué importa si hubo vértigo, si el baile
fue a veces aquelarre,
premonición de ruina?
Ahora sólo escucha el parpadeo de los ramos
y la carne de su carne ensanchando el presente.
Lo profundo es la luz aquí dentro. ~
(Gijón, 1967) es poeta, crítico y traductor. Ha publicado recientemente 'Perros en la playa' (La Oficina, 2011).