Era tanta la luz
la claridad tan envolvente
el resplandor vibrante hasta rayar cantera y tierra
Pronto, pronto: cerrar o entrecerrar los ojos
antes de la oscuridad
De nuevo, ya entrecerrados,
el océano de puntos luminosos
la malla incandescente, activísima,
hervidero de fibras vivas azotándose
en cruz unas a otras
Y en medio de la luz: la soledad
Una inmensa vasta boca oscura y tibia,
otra oleada tan envolvente como
la fija claridad que no se acaba,
esta vez una bóveda lentísima,
un firmamento de agua inmóvil como pozo
una soledad sin límite ni tiempo
un circundante hueco pronunciándonos
todavía como una espera sin pausa
en medio de la luz
Una fluida
circundante soledad
un estar ahí sin amparo
sin el escondrijo del diminutivo
un ser arrojado ahí desde lo alto de esa luz sin bosque
cayendo fulminante como un ave de presa
sobre la conciencia nunca oscurecida
una luz de cántaro boquiabierto
roto o latiendo en el oscuro aljibe
de la conciencia como esa misma soledad
descabellada, desollada,
de mírame y no me toques
de luz intacta y sin mirada
¿quién toca la luz?
¿quién la estrecha entre sus brazos como a una amada pensativa?
Y ni siquiera el tiempo, ni siquiera el verbo
y sus racimos de adverbios,
logra contener esa luz que desborda y acuchilla
esa luz yugular que deja yertos los pronombres a su vera
sin realizar ni sus modos ni sus casos,
esa luz a la par tan guerrera y tan secreta
tan cruzada y amorosa
tan casta y tan caída
tan siempre y tan a veces
deletreando en nosotros
entrenós
esperanza
sus gloriosos follajes ~
Salamanca, 7 de septiembre de 2012
(ciudad de México, 1952) es poeta, traductor y ensayista, creador emérito, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Sistema Nacional de Creadores de Arte.