Stephen King es un escritor capaz de contar las historias más descabelladas y volverlas aterradoras. Pero una cosa es su prosa y su estilo, que hechizan a pesar de su imaginación desbordada, y otra trasladar su mundo a la pantalla grande. Salvo contadas excepciones (El resplandor, Misery, Sueños de fuga), la mayoría de las adaptaciones de sus libros resultan fallidas. 1408 no se salva de la quema. La anécdota del cuarto maldito del hotel Dolphin –del cual nunca se sabe la razón del origen de su horror– es insostenible, y termina por derrumbarse estrepitosamente con las peores actuaciones que se les haya visto a John Cusack y Samuel L. Jackson. Ciertas escenas dan más pena que otra cosa, como cuando el escritor encarnado por Cusack recibe el vestido de su hija muerta por… ¡fax! Infumable. ~
Vuelo 93
Contada con una sobriedad que raya en la rudeza, Vuelo 93 es un notable ejemplo del poder del cine para interpretar no sólo la historia sino la realidad. El ascenso y caída del avión de United…
Incontinentes de solemnidad
Sobre el trabajo se ha dicho de todo, desde que dignifica (lo cual nunca entendí muy bien) hasta que esclaviza (lo cual entiendo mejor). La mayoría tiene claro que trabaja para…
La Catedral no tiene órganos (El Coro sí)
Los órganos de la Catedral Metropolitana de México son los protagonistas de nuestra videoletrilla del mes.
La guayabera viene mucho
No es tan seguro que el PRI esté regresando. Si, por una parte, nunca se fue del todo, también es cierto que los modos de sus nuevos abanderados son muy distintos de los que…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES