Información no confirmada

Cuando los editores escriben que no puede confirmar la veracidad de lo que publican, en realidad admiten que no es su interés hacerlo. 
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Un portavoz del ejército israelí difundió apenas comenzado el año una imagen captada en agosto pasado, en la cual se ve a un soldado israelí dando de beber a una mujer palestina. En días recientes, la cadena Russia Today (RT) afirmó en una de sus notas que el gesto era una farsa y publicó un relato pormenorizado de cómo, tras la foto, el soldado retrocedió un metro, le disparó en la cabeza a la mujer y la vio desangrarse hasta morir. La última línea del reporte incluye una nota para los lectores: “RT no puede confirmar la veracidad de esta información”.

Russia Today es, a decir de periodistas que abandonaron el medio recientemente, como Liz Wahl y Sara Firth, un medio que manipula la información, que comete fraudes recurrentes contra sus lectores y audiencia al presentar especulaciones y testimonios anónimos imposibles de contrastar como hechos. La respuesta de RT a los cuestionamientos sobre su nula ética en el tratamiento periodístico de temas delicados no ha sido presentar evidencia que aporte solidez a sus endebles afirmaciones, sino culpar de las deserciones en su equipo a un “gabinete estratégico neoconservador” que ha emprendido una “ofensiva contra los medios de comunicación alternativos”.

Aunque no es fenómeno nuevo, la propaganda antisemita ha penetrado en la empresa, donde ha conseguido tiempo y espacios, en los cuales se ha permitido el despliegue de historias conspiracionistas ridículas que citan Los protocolos de los sabios de Sion como documento base de su análisis y que aseguran (por ejemplo) la existencia de un “siniestro plan” para establecer un nuevo estado judío en la Patagonia.

RT ha difundido otras mentiras arteras. Sin pruebas ni soporte documental hizo circular la versión que empresarios de origen judío se habrían beneficiado de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysia Airlines en marzo de 2014. (Más tarde llegó a publicar que hackers se habían apoderado a distancia del avión y lo habían desviado hacia una base militar de Estados Unidos).

Pese a que su equipo no confirmó la veracidad de lo difundido, ahora, Russia Today ha basado toda la historia del soldado israelí asesinando a la anciana palestina a la que dio de beber segundos antes en un reporte de Al-Aqsa TV, televisora controlada por el grupo Hamas. Es decir, Russia Today valida, sin verificar la autenticidad de la información, a una organización que se caracteriza por su discurso de odio y cuya carta fundacional establece que “no llegará la hora del juicio hasta que los musulmanes combatan a los judíos y los maten”. La crítica legitima e inteligente sobre el comportamiento de Israel, se suple por la denigración del origen o la identidad judía y se reduce su humanidad a unas cuantas características.

Cuando los editores de RT escriben que no puede confirmar la veracidad de lo que publican, en realidad admiten que no es su interés hacerlo. Podrían haber encontrado el reporte del Palestinian Centre for Human Rights que habla de la muerte de la mujer en circunstancias muy distintas, pero han seleccionado y divulgado la nota porque corresponde con su molde de judío indeseado y asesino a sangre fría.

Meses atrás, un colaborador del diario español El País, daba una respuesta sensata al por qué deberíamos preocuparnos de estas manifestaciones de antisemitismo en nuestra sociedad: porque la mentalidad prejuiciosa siempre tiene las maletas prestas para viajar de un grupo social a otro. Si los objetos de estigmatización cambian, basta leer los comentarios de los lectores a la nota de Russia Today y donde dice “los judíos no son humanos”, sustitúyase por “negros”, “pobres”, “homosexuales”, “migrantes”.

En un viejo capítulo de la serie animada South Park, se da un enlace entre un reportero y el conductor de un noticiario, luego de que un pueblo entero fuera destruido por una inundación.

—No estamos seguros de lo que ocurre dentro, pero reportamos que hay robos, violaciones y hasta actos de canibalismo.

—Dios mío. ¿Han visto a las personas robar, violar y comerse entre ellos?

—No, en realidad no lo hemos visto. Solo lo reportamos.

Parafraseando: RT no puede confirmar la veracidad de esta información.

 

 

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Periodista. Autor de Los voceros del fin del mundo (Libros de la Araucaria).


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