La izquierda dogmรกtica ha exclamado tantas veces que el lobo de la crisis final del capitalismo estรก a punto de atacar que, cuando se enfrenta a las grandes tensiones sociales y econรณmicas que hoy sufre el sistema, es incapaz de entender lo que estรก sucediendo. El sistema capitalista estรก cambiando y se adentra en una fase extraรฑa y desconocida. Sin duda es una crisis profunda, aunque no parece de ninguna manera un estertor terminal, no solamente porque nada indica que el capitalismo se estรฉ debilitando o encogiendo, sino ademรกs porque en el horizonte polรญtico la izquierda no aparece como una alternativa. El espectรกculo no deja de ser deprimente. La izquierda laborista en Inglaterra, encabezada por Tony Blair, y la socialista en Espaรฑa, lastrada por los errores de Zapatero, ofrecieron muy poco mรกs que una gestiรณn mediocre de la economรญa. Los socialistas franceses de Franรงois Hollande corren los mismos riesgos. Y, por su parte, el presidente Barack Obama, que ganรณ las elecciones, ofrece pocas esperanzas de un cambio en el rumbo de los Estados Unidos. El triunfo de Obama logrรณ poner a la derecha en una situaciรณn difรญcil, aunque no parece que ello signifique que descubra un nuevo camino para la izquierda en Occidente.
Se ha comentado con insistencia el hecho de que la sociedad actual estรก entrando en una nueva รฉpoca dominada por la cultura de una derecha que ejerce una hegemonรญa con muy pocos contrapesos. Para Raffaele Simone, destacado pensador y lingรผista italiano, se trata incluso del nacimiento de un paradigma de cultura global de naturaleza despรณtica, que ya habรญa pronosticado Tocqueville. Se refiere a la expansiรณn de una cultura de masas encabezada por una nueva derecha y que Simone define como un monstruo blando, amable y apacible que invade todos los poros de la sociedad. En su libro Il mostro mite (2008), Simone explica por quรฉ los paรญses occidentales no se dirigen a la izquierda. Aunque la izquierda logrรณ que varias ideas centrales arraigasen profundamente en la imaginaciรณn moderna (como la enseรฑanza obligatoria, el bienestar social y la defensa de los derechos civiles), tiene en su contra el estrepitoso fracaso de los Estados comunistas y la impotencia actual de las corrientes socialdemรณcratas para confrontar los males del capitalismo. “Los lรญderes de izquierda –dice Simone– no han producido ni siquiera una idea sรณlida desde la รฉpoca del Estado de bienestar, ¡y de ello hace nada menos que casi setenta aรฑos!” Tambiรฉn Hans Magnus Enzensberger ha hablado de un “monstruo gentil” para referirse a las nuevas formas de poder en la Uniรณn Europea (Sanftes Monster Brรผssel, 2011). Todo esto me recuerda, en algunos puntos, al ogro filantrรณpico que describiรณ Octavio Paz.
Las enormes franjas de pobreza en Amรฉrica Latina no dejan ver cuรกnto ha cambiado el capitalismo. A fin de cuentas, hemos contemplado el paisaje de la penuria desde hace muchรญsimo tiempo. Paradรณjicamente la miseria en los paรญses atrasados oculta las nuevas miserias del sistema y los grandes tropiezos que sufre hoy. Y como la izquierda latinoamericana no mira mucho mรกs allรก de las fronteras del subdesarrollo, no se percata de lo que ocurre a escala global y no percibe que no solo el capitalismo estรก en crisis: con รฉl lo estรก tambiรฉn la izquierda. Tiene razรณn Josep Ramoneda, el brillante ensayista y filรณsofo catalรกn, cuando afirma que la crisis actual del capitalismo es de expansiรณn. “No es un cambio de รฉpoca, es un cambio de dimensiรณn”, escribe en un libro que, al igual que los que he citado antes, deberรญa ser leรญdo por los dirigentes y los intelectuales de la izquierda (La izquierda necesaria. Contra el autoritarismo posdemocrรกtico, 2012).
En los paรญses latinoamericanos la izquierda aparentemente radical (en Bolivia, Ecuador, Venezuela) sobrevive con alguna fuerza gracias al atraso de la sociedad en que estรก inmersa. Las corrientes socialdemรณcratas en Brasil y Chile se estรกn enfrentando a problemas similares a los de la izquierda europea y norteamericana: padece un severo agotamiento ideolรณgico y una pรฉrdida de sentido. En otros lugares, como Argentina o Mรฉxico, ocurre un fenรณmeno inquietante: estos paรญses sufren una especie de regreso del pasado populista.
La izquierda latinoamericana se ha acostumbrado demasiado a definirse como el “lado avanzado” de opciones tan dudosas como el peronismo, el priismo, el sandinismo o el chavismo. Se ha dejado tambiรฉn tentar por una ubicaciรณn fรกcil que la coloca “contra” el imperialismo de los Estados Unidos, el colonialismo y los ricos, una baterรญa de conceptos vagos (en el mejor de los casos) e inservibles para entender lo que estรก sucediendo en el mundo.
En Mรฉxico la izquierda, sin darse del todo cuenta, ha auspiciado que el viejo aparato polรญtico autoritario, el pri, retorne al poder. Lo que no sabemos es si habrรก un intento de restauraciรณn de la “dictadura perfecta”, bajo unas nuevas modalidades que adaptarรญan el antiguo rรฉgimen a las exigencias del monstruo amable. En todo caso, en el futuro mexicano hay sin duda una amenaza por volver al pasado. Me parece que veremos una regurgitaciรณn de antiguos hรกbitos provocados por una democracia mal digerida. ~
Es doctor en sociologรญa por La Sorbona y se formรณ en Mรฉxico como etnรณlogo en la Escuela Nacional de Antropologรญa e Historia.