Ilustraciones: Martรญn Kovensky

My dear Charles, Paz le escribe a Tomlinson

Paz era verboso y polรญtico; Tomlinson, reservado y escรฉptico. Las divergencias, mรกs que separarlos, afianzaron una amistad autรฉntica. En su correspondencia encontramos a un Paz relajado, burlรณn y autocrรญtico.
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Un dรญa del verano de 1967, reciรฉn llegado de la India con su esposa Marie-Josรฉ, Octavio Paz compraba liras en el aeropuerto de Fiumicino. Terminada la transacciรณn, volteรณ y se topรณ con un alto sujeto filiforme que le dijo: “Yo soy Charles Tomlinson.” Los poetas celebraron la azarosa circunstancia de su encuentro (estaban en ruta hacia el Festival de Spoleto) y confirmaron la mutua simpatรญa que ya se habรญan adelantado por carta.

Se escribรญan desde 1966. Tomlinson habรญa estado unos dรญas en la capital mexicana en 1962, en peregrinaciรณn tras los pasos de D. H. Lawrence que habรญa incluido una estancia entre los indios pueblo del suroeste de Estados Unidos. Ya habรญa leรญdo El laberinto de la soledad y la traducciรณn que hizo Muriel Rukeyser de Piedra de sol. En Mรฉxico comprรณ Salamandra, reciรฉn salido de la imprenta. Como su pericia polรญglota se comenzaba a contagiar de castellano (tradujo tambiรฉn a Machado y a Vallejo; fue el editor de The Oxford book of verse in English translation), quiso traducir algunos poemas y se consiguiรณ la direcciรณn de la embajada mexicana en Delhi.

Paz aceptรณ, feliz de contar con un nuevo traductor que, ademรกs, era un poeta autรฉntico. Le gustaba la presencia del “mundo exterior” en la poesรญa del inglรฉs, una donde el mundo no es independiente de quien lo observa, donde “no es la representaciรณn del sujeto –mรกs bien el sujeto es la proyecciรณn del mundo”.1 Un poeta de los ojos, pensรณ Paz, pero de “ojos que piensan” (su primer libro, de 1958, lleva un tรญtulo que sintetizaba esa poรฉtica: Seeing is believing). Esa virtud predomina en la elecciรณn de los varios poemas que Paz le tradujo a lo largo de los aรฑos.2

Paz lo convenciรณ de dar a conocer su obra plรกstica en In black and white (Carcanet Press, 1976) y le escribiรณ el texto citado arriba. Tomlinson retribuyรณ organizando a los ocho poetas que participan en An octave for Octavio Paz (Menard y Sceptre, 1972) y traduciendo y prologando el libro que lo dio a conocer en el Reino Unido: Selected poems (Penguin, 1979). Una historia de cofraternidad intelectual y poรฉtica, de escrituras y lecturas, discusiones y celebraciones fecundas. Se percibe en las cartas a un Paz relajado, cรณmodo en el trato, burlรณn y burlesco a veces, propenso a la autocrรญtica y aun a la autoparodia (soy “The Eagle of Mixcoac, the Great Chief Octavio”): una clase de camaraderรญa sabrosa poco frecuente en sus cartas, comparable solo –me parece– a la que existe con Josรฉ Bianco.

“Nos escribimos durante treinta aรฑos –ha dicho Tomlinson–, una correspondencia muy cercana.”3 Una cercanรญa que parece estrecharse por el talante disรญmbolo de las maneras de ser y escribir de los corresponsales:

Yo estaba interesado en el continuum de la naturaleza mรกs que en cualquier รฉxtasis exรณtico. Hablo sobre esto en mi poema “In the fullness of time”. Octavio andaba en la mitologรญa india y yo me interesaba mรกs en “la hermosura del transcurrir / que Breton rechazรณ”. A mรญ no me atraรญan el tiempo cerrado ni la imaginaciรณn surreal. Octavio era maravilloso, pero a veces me desconcertaba un poco.

Sobre esta alianza disรญmbola, Ruth Grogan evoca una anรฉcdota elocuente:4 en 1988, en el Instituto de Espaรฑa en Londres, los poetas participaban en una mesa redonda. Paz discurrรญa extensa y enfรกticamente acerca de la consustancial duda del budismo sobre la propia identidad. Cuando terminรณ, Tomlinson declarรณ solemnemente que sรญ, que en efecto, รฉl dudaba mucho de su identidad, pero en cambio le resultaba “mucho mรกs difรญcil dudar de la identidad de mi esposa”. Supongo que, al apagarse las risas, Paz habrรก comenzado a discurrir sobre el amor y el humor como anclajes sรณlidos de la identidad.

Verdaderos amigos, convertรญan sus divergencias en caminos creativos de mutuo beneficio. Paz verboso y tonante, Tomlinson reservado y sereno; uno polรญtico e ideolรณgico, escรฉptico e irรณnico el otro. Si Paz explora el “bosque de sรญmbolos” de Baudelaire y oficia en sus misterios, Tomlinson prefiere mirar cada รกrbol y pensar que es lo que es. La poesรญa de Paz es un complejo teatro verbal en el que lleva el papel protagรณnico; Tomlinson evade el drama privado: “mi poesรญa se opone a esa clase de solipsismo que teje fantasรญas entre uno y el mundo”.5 Los paisajes son para Paz cifra del cuerpo femenino y mapa del tiempo erรณtico; para Tomlinson son los ojos en acciรณn, suspendidos en su solo mirar.

Discutรญan sobre la contingencia y la รญndole del instante, sobre la historia y la pseudohistoria –propone Grogan– con el asesinato de Trotski como escena paradigmรกtica. Tomlinson habรญa empleado como epรญgrafe de su formidable poema “Assassin” (dicho por el “yo” de Ramรณn Mercader) el verso alusivo de Piedra de sol: “el estertor de Trotski y sus quejidos / de jabalรญ”. Aรฑos mรกs tarde Paz escribiรณ “El asesino y la eternidad”, donde propone que el poema de Tomlinson “es la mejor refutaciรณn que conozco de la falacia que ve en la historia un substituto de la conciencia”. 6

Y sin embargo ambos creรญan en los poderes primigenios del azar y en que “la casualidad posee una lรณgica –es una lรณgica”, como escribe Paz en el citado ensayo sobre su amigo; los dos amaban intensamente las artes plรกsticas y escribรญan sobre ellas (Tomlinson, ademรกs, hacรญa sus fantรกsticas decalcomanรญas).7 Eran apasionados de la traducciรณn poรฉtica como propedรฉutica y creaciรณn, como el arte de “transmutar y separar”, al decir de Tomlinson (las discusiones sobre el tema, en las cartas, son un aleccionador taller de poesรญa). Les atraรญa la poesรญa norteamericana moderna, en especial Wallace Stevens y William Carlos Williams (cuya correspondencia con Tomlinson ya ha sido publicada); habรญan admirado a Lawrence y veneraban a Dryden y a Donne; se aconsejaban mutuamente quรฉ leer en espaรฑol e inglรฉs (Tomlinson, por ejemplo, recomendรณ The prelude de Wordsworth, el luminoso poema-caminata que abre la ruta hacia Pasado en claro). Y algo esencial entre buenos amigos: sabรญan tomarse a la ligera, reรญr y reรญrse.

Quizรก los doce aรฑos de diferencia en sus edades le dieron a Paz la tutorรญa: “La influencia de Paz en mรญ es mรกs mental que estilรญstica”, ha dicho Tomlinson en otra charla: “Octavio te induce a un estado de escritura porque parece estar cargado de electricidad creativa.”8 Los poemas que dedicรณ a su amigo no quedaban al margen de coincidencias y distancias. Uno de ellos, “Twenty years ago” (The door in the wall, 1992), evoca el aรฑo de 1970 cuando, al final de su estancia en Cambridge, el autoexiliado Paz calculรณ instalarse definitivamente en Inglaterra, y Tomlinson decidรญa si mudarse a los bosques del norte de Nueva York (en mi endeble traducciรณn):

Si te hubieras quedado

hace veinte aรฑos, si yo me hubiera ido

a vivir en la casa de Nine Mile Swamp9

mis hijos habrรญan sido norteamericanos, y tรบ

un exรณtico en el jardรญn de Cambridge. Ahora bien,

estos cรกlculos sobre opciones pasadas

sirven solo para decir que hicimos bien

al elegir las diferentes parsimonias

de los lugares a los que pertenecemos.

El poema tambiรฉn alude a sus contradictorias personalidades:

Tu vida

asediada por la rรญgida summa

de tomistas convertidos en polรญticos, se fue

haciendo mรกs pรบblica con el tiempo; la mรญa

en su privacidad, mรกs sociable, quizรก…

My dear Charles, Paz le escribe a Tomlinson 2
Martรญn Kovensky

La de Tomlinson, retirado del magisterio, sucedรญa entre bambalinas; aunque trotamundos, llevaba una vida casi de eremita, siempre con su Brenda, en su legendario cottage de los verdes Cotswolds. La vida de Paz, en cambio, tan protagรณnica y polรฉmica, ocurrรญa en el proscenio. Pero ninguno optรณ por la mudanza:

Tรบ regresaste a la monotonรญa monรณxida

que mancha los รกrboles de Mixcoac:

“No hay jardines”, como dijiste, “mรกs allรก

de los que llevamos dentro”.

Uno de esos jardines, claro, era el de la entraรฑable amistad que los unรญa; un jardรญn que Tomlinson cultivรณ con esmero, y en especial cuando se aproximaba el momento de la despedida:

Y asรญ es que coincidimos

contra viento y marea, la lejanรญa, nos encontramos,

traducimos nuestros mundos el uno para el otro,

nos saludamos en verso. Un poema es en sรญ mismo

un tipo de jardรญn…

Entre esos poemas el que mรกs me gusta es la preciosa carta en verso que ya mencionรฉ, “In the fullness of time (a letter to Octavio Paz)”,10 que narra el acontecimiento11 de su azarosa reuniรณn en Fiumicino, el viaje hacia Spoleto y hacia la amistad que comienza como arco y culmina en cรญrculo:

El tiempo que nos dices es el siglo y es el dรญa

de Shiva y Parvati: inocencia inminente,

momento sin movimiento. Dinos, tambiรฉn, cรณmo

el tiempo en plenitud nos llena

mientras pasa: dinos la hermosura de transcurrir

que Breton rechazรณ: el dรญa se va

acabando, pero hay tiempo antes de firmar

una tregua con el tiempo. Nos conocimos

sudando en Roma, en un lugar

de confusiรณn, maletas y telรฉfonos: y luego

caรญa la tarde en Umbrรญa, el tren

llegaba, la luz salรญa de los campos secos

y luego de los tejados prรณximos. Al ir frenando

en la curva de la estaciรณn, las ventanas de enfrente

pusieron ante nuestros ojos, nos lanzaron,

un fulgor de luces lentas: el futuro

que nos habรญa invitado nos esperaba ahรญ

en los vagones delanteros. Nos corresponde

cerrar ese arco titubeante al aceptar el tiempo,

del segmento al cรญrculo, del azar al evento:

y ¿cรณmo no aceptarlo? Pues al poner el tiempo

sus terrores, fue como si el ocaso,

sin prisa alguna, fuese รฉl mismo una indulgencia.

El momento cimero de su amistad es la redacciรณn, juntos primero y despuรฉs por carta, de Hijos del aire / Airborn que escriben al alimรณn en 1979 (trabajaron juntos ademรกs, como es bien sabido, en Renga, de 1972, con Jacques Roubaud y Edoardo Sanguineti). Paz dice que el tรญtulo Airborn lo sugiriรณ Brenda. Quizรกs habรญa olvidado que muchos aรฑos antes รฉl ya lo habรญa escrito:

…porque solo vivo de aire,

aire que me bautizรณ.

Aire de agosto en que nace,

bajo la luna dorada,

hijo del aire, mi amor.12

Acontecimientos

Entre 1966 y 1989 Paz enviรณ a Tomlinson ciento veintiocho cartas que figuran entre los “Charles Tomlinson Papers” del prรณdigo Harry Ransom Center de la Universidad de Texas en Austin; las respuestas deberรกn estar en el archivo de Paz. Imposible abreviar cabalmente su riqueza: gloso o reproduzco, apenas, unos pรกrrafos y lรญneas volanderas. Ojalรก que un dรญa se editen con inteligencia y, sobre todo, que a diferencia de otras correspondencias de Paz ya publicadas, se respete el carรกcter (para Paz) sagrado del prefijo com (uniรณn). A fin de cuentas –le escribe Paz a su amigo en 1968, unos dรญas despuรฉs de Tlatelolco– “[tus cartas son] mรกs sabias y humanas que las mรญas –ay de mรญ, siempre lleno de furor teolรณgico”.

Delhi, 8 de noviembre de 1966: La poesรญa es “revelaciรณn” de nuestra “obviedad” o alteridad consubstancial: “este descubrimiento es, para mรญ, capital”.

29 de marzo de 1967: “Todo poema es un comienzo de otro, y una tumba para el que lo escribe.”

La academia “es un refugio de mediocres, unos bien intencionados y, los mรกs, despรณticos.”

10 de febrero de 1968: El primer mundo es “la prosperidad y sus dos hijos: el hartazgo y el grito de la histeria”.

28 de febrero de 1968: Jaime Sabines es “un buen poeta”, pero del “gรฉnero de los insistentes-rabiosos-expresionistas-apocalรญpticos-masoquistas”.

19 de marzo de 1968: Relata su รบnica charla con Gabriela Mistral:

“Usted es, como Borges, Reyes y Huidobro, un europeo. En cambio, yo soy latinoamericana, terrestre, como Neruda y Vallejo”, y al decirlo me mirรณ con cierta lรกstima. Durante muchos aรฑos me preocupรณ ese juicio. No era la primera vez que lo oรญa: desde que comencรฉ a escribir. ¿Quรฉ hacer? ¿Pintarme de ocre para convertirme en autรฉntico hijo de la “raza de bronce”? En Parรญs, con gran sorpresa mรญa, los poetas y los crรญticos dijeron que mis cosas revelaban un surrealismo telรบrico. Con ese certificado de “buena conducta” regresรฉ a Mรฉxico. Me llamaron afrancesado. Y un poeta chileno joven (lleno de talento, por lo demรกs, aunque tambiรฉn de envidia y mala leche) dijo que mis poemas eran “pastiches mexicanistas”.

12 de junio de 1968: Reciente la “Revoluciรณn de mayo” en Francia, los Paz vacacionan en Kasauli (en Himachal Pradesh, al pie de los Himalayas):

Se bambolea el mediocre orden del mundo “desarrollado”. Me emociona y exalta la reapariciรณn de mis antiguos maestros: Bakunin, Fourier, los anarquistas espaรฑoles. Y con ellos el regreso de los videntes poรฉticos, Blake, Rimbaud, etc. La gran tradiciรณn que va del romanticismo alemรกn e inglรฉs al surrealismo. Es mi tradiciรณn. Charles: la poesรญa entra en acciรณn. Creo que estamos a punto de salir del tรบnel, ese tรบnel que empezรณ con la caรญda de Espaรฑa, los procesos de Moscรบ, el ascenso de Hitler, el tรบnel cavado por Stalin y que los Eisenhowers, Johnsons y las tecnocracias capitalistas y comunistas nos dijeron que era el camino del progreso y el bienestar. Cualquiera que sea el resultado inmediato de la crisis francesa, estoy seguro de que en Parรญs ha comenzado algo que cambiarรก decisivamente la historia de Europa y, quizรก, la del mundo. La verdadera revoluciรณn socialista, en esto Marx tenรญa razรณn, solo puede realizarse en los paรญses desarrollados. Lo que no dijo (aunque al final de su vida, despuรฉs de la comuna de Parรญs, lo aceptรณ a medias) es que la revoluciรณn serรญa socialista y libertaria. Lo que empieza ahora no es รบnicamente la crisis del capitalismo y de las caricaturas sombrรญas del socialismo que son la urss y sus satรฉlites y rivales (la delirante China de Mao) –es la crisis del mรกs viejo y sรณlido instrumento de opresiรณn que conocen los hombres desde el fin del neolรญtico: el Estado.

3 de agosto de 1968: Paz celebra el “ojo” de Charles. Dice que su propia ambiciรณn es ser un poeta “visionario” y un poeta “de la visiรณn”. Escribe un resumen de su “fe”: “socialismo + individualismo libertario + poesรญa (otredad)”.

Parece que la represiรณn en Mรฉxico es severa, brutal […] Temo que estos disturbios fortifiquen aรบn mรกs a la derecha. La herencia revolucionaria se disipa… Desde hace bastante tiempo proyecto renunciar a mi puesto y lo que ahora ocurre contribuye o disipa mis รบltimas dudas. Irรฉ a Mรฉxico en noviembre y allรก arreglarรฉ definitivamente mi situaciรณn. Tal vez consiga algo en la Universidad o en El Colegio de Mรฉxico.

27 de septiembre de 1968:

Es incongruente –desde un punto de vista moral tanto como sentimental– mi permanencia en el sem [Servicio Exterior Mexicano]. Precisamente habรญa ya iniciado el trรกmite para obtener mi retiro. Lo que pasa ahora me revela que lo deberรญa haber hecho antes. Todo esto me tiene apenado, avergonzado y furioso –con los otros y, sobre todo, conmigo mismo.

He escrito un ensayo de cerca de cien pรกginas sobre un tema que colinda con lo sublime y lo escatolรณgico: la caca y el sexo [Conjunciones y disyunciones, 1969].

6 de octubre de 1968:

Para entender esta vuelta a los sacrificios humanos les recomiendo “El cรกntaro roto”, en Libertad bajo palabra. Repruebo los excesos verbales de este poema, pero no su substancia. Porque hay una interpretaciรณn polรญtica, la sociolรณgica y la mรญtica. La รบltima es la cierta. Los viejos dioses andan sueltos otra vez, y nuestro presidente se ha convertido en el Gran Sacerdote de Huitzilopochtli. Decidรญ no continuar como representante del Gran Moctezuma (el primero, famoso por el nรบmero de vรญctimas que sacrificรณ en el Teocalli).

Niza, 13 de diciembre de 1968: Luego de un viaje de un mes por barco desde Bombay, rodeando รfrica, los Paz llegan a Barcelona. Los esperan en el muelle Carlos Barral, Fรฉlix de Azรบa, Carlos Fuentes, Gabriel Garcรญa Mรกrquez (“deben leer Cien aรฑos de soledad”) y Jaime Gil de Biedma. Tiene ofertas de trabajo de las universidades de Oxford, Cambridge, Exeter y Vincennes, pero elige la de Pittsburgh, pues facilita trasladar a su madre, Josefina Lozano, a vivir con รฉl y su esposa.

Pittsburgh, 4 de mayo de 1969: Comienza la peregrinaciรณn por las universidades. Al llegar a Pittsburgh escribe que ya cayรณ “en el gran ojo del inmundo”. Opina que la ciudad es tan horrible como la de Mordor que imaginรณ Tolkien. Le pide a Charles que le envรญe el manuscrito de Renga: “me propongo venderlo a precio de oro a los texanos, a cuenta de la guerra de 47”.

6 de junio de 1969: Su madre llega a Pittsburgh: “Tiene 76 aรฑos, oye mal y empieza a perder el seso: patรฉtico y exasperante.” Ha dejado de fumar “y me he vuelto absolutamente estรบpido”.

30 de julio de 1969: La siguiente universidad es la de Texas en Austin, en septiembre. Tratarรก de vender el manuscrito de Renga, “segรบn convinimos en Parรญs”.

Austin, 21 de septiembre de 1969: Se mofa de su iracundia: “Rechinar de dientes, crujir de mandรญbulas y el hilo verde de la bilis rabiosa por la comisura de los labios de Octavio…”

25 de septiembre de 1969:

No, no era necesario haber leรญdo bajo ninguna higuera a Nฤgฤrjuna; bastaba con haber paseado por las universidades para comprobar que todo estรก vacรญo.

Cambridge (Inglaterra), 26 de marzo de 1970: Acaba de recibir Eagle or Sun? / ¿รguila o sol? (October House, 1970), traducido por “un joven poeta [Eliot Weinberger] inteligente, sensible, aunque tal vez demasiado, a veces, seguro de sรญ mismo y, en sus tratos con el mundo, arrogante y righteous, casi reivindicativo… como tantos jรณvenes”. Paz habรญa revisado la traducciรณn con ayuda de Rodolfo Cardona, profesor en Pittsburgh, y encontrรณ aciertos, pero tambiรฉn mรกs de cuarenta errores “garrafales”.

El joven poeta aceptรณ, no de muy buen grado, nuestras correcciones y me dijo que ya habรญa cambiado su texto. Hace unos dรญas recibรญ dos ejemplares del libro: ninguna de las correcciones que yo habรญa sugerido aparece y el resultado es grotesco… Pensรฉ escribir al joven traductor una carta llena de rayos y centellas pero no he tenido รกnimo para ello. Lo mejor serรก encogerse de hombros.13

8 de mayo de 1970: A solicitud de Tomlinson, que le pide una “genealogรญa espiritual”, Paz anota “algunos signos para la estela conmemorativa de mi paso por este valle de lรกgrimas”.

Lecturas: “Medievales”, Gรณngora y Quevedo, Novalis (“sus ensayos, mรกs que su poesรญa”), William Blake; Coleridge; simbolistas: Nerval, Baudelaire, Rimbaud, Mallarmรฉ; modernos: “Apollinaire, Michaux como sus extremos.”

Amistades: Luis Cernuda, Andrรฉ Breton.

Poesรญa: Interรฉs en “la versificaciรณn acentual irregular” sobre “la silรกbica regular”. “Breve participaciรณn en las actividades del grupo surrealista en las postrimerรญas del movimiento.” “En su momento, me interesรณ la poesรญa nรกhuatl, pero me interesรณ mรกs la china y japonesa.”

Vida: “Poesรญa y vida: viaje a la India, encuentro con Marie-Josรฉ.”

13 de mayo de 1970: Relee a Wallace Stevens. Encuentra que su poema “Esthรฉtique du mal” es “admirable”. Advierte que en su poema “¿No hay salida?” escribiรณ lo mismo que Stevens en el suyo: “We are not / At the centre of a diamond.”

1 de junio de 1970: Se refiere a Louis Aragon y a Pablo Neruda como “las tonadilleras de Moscรบ”.

7 de julio de 1970: Luego de una visita a los Tomlinson, durante la cual lee The prelude, comienza a esbozar Pasado en claro. Apunta: “Imรกgenes de ruinas, imรกgenes en ruinas: la casa de mi niรฑez…”

18 de julio de 1970: No le gustan ni la traducciรณn de Muriel Rukeyser (New Directions, 1962) ni el original de Piedra de sol. “Es lo que menos me gusta, mejor dicho: lo que no me gusta nada.” Hace una apologรญa de la lengua inglesa y anota cuรกnto lo irrita el retรณrico, pomposo castellano.

Mรฉxico, 19 de marzo de 1971: A fines de enero de 1971 los Paz se embarcan en Southampton rumbo a Acapulco, por la ruta de Panamรก.

Lo mรกs sorprendente [de los mexicanos] es la manera de mirar, como si te miraran desde la otra orilla de la realidad […] Las danzas en nuestro honor, las copas de tequila y las de estricnina, los manjares envenenados, los abrazos, las espinas, las puรฑaladas, las sonrisas, las muecas, los silencios, la infinita gama de silencios…

Cambridge (Massachusetts), 19 de octubre de 1973: Comenta que “Petrificada/petrificante” es “el tercero de una serie sobre Mexico City (nรฉe Tenochtitlan)”. Los otros dos poemas son “Vuelta” y “A la mitad de esta frase”. Sobre la forma en que ha sido recibido “Petrificada/petrificante” dice:

Mรฉxico me duele, pero yo no le duelo a los mexicanos. A veces pienso que no me quieren, pero exagero: no existo, no pertenezco, no soy de los suyos. Lo mismo le pasรณ a Reyes, lo mismo le pasa a Tamayo. Su pintor es Siqueiros –lo adoran. Y su verdadero poeta deberรญa haber sido Neruda –o Santos Chocano. Quรฉ mala suerte han tenido conmigo –y yo con ellos.

14 de febrero de 1974: “Si volviera a nacer, me gustarรญa ser inglรฉs.”

10 de enero de 1975: Al regresar de un viaje al sur de Andalucรญa:

En mi reciente viaje al paรญs de los toros y las naranjas se revelรณ el secreto de mi origen. Al fin, oh Brenda… ¡Soy celta! Eso explica todo. Como Nerval, hijo de Grecia por la musa,14 yo soy bardo por ser hijo de la Encina Celta.

[De ahรญ los versos en Pasado en claro: “Yo escribo porque el druida, / bajo el rumor de sรญlabas del himno, / encina bien plantada en una pรกgina / me dio el gajo de muรฉrdago, el conjuro / que hace brotar palabras de la peรฑa.”]

Mรฉxico, 10 de junio de 1975: Ha terminado “Nocturno de San Ildefonso”. Padece un ataque de “acedia, la enfermedad negra que nos hace sentarnos en un sillรณn sin hacer nada, excepto comernos y recomernos con el pensamiento…”

7 de abril de 1977: Volviรณ de Cambridge (Estados Unidos) a Mรฉxico con molestias renales y tuvo que ser operado a fines de febrero. Cinco horas en el quirรณfano: “memento mori”.

La polรญtica mexicana, sรณrdida y fรบtil.

[La revista Vuelta] marcha, aunque no sin la triple inutilidad del gobierno, para el que resultamos demasiado independientes, la derecha, para la que somos comunistas porque somos demรณcratas, y la izquierda, para la que somos reaccionarios por la misma razรณn. Increรญble pero cierto.

14 de marzo de 1979: Prepara la ediciรณn de Poemas 1935-1975 para Seix Barral. Se refiere al “vicio” de corregir sus poemas:

Mis ejemplos fueron Yeats y Juan Ramรณn, cuyos poemas revisados son muy superiores a los originales […] Pero temo haber cometido el mismo error de Wordsworth y Auden: sus correcciones fueron casi siempre desafortunadas. Dirรฉ en mi abono que los cambios que he hecho no son ideolรณgicos, morales o filosรณficos. No corresponden a un cambio en mis opiniones –aunque han cambiado, y mucho– sino, creo, a una depuraciรณn de mi gusto y a un mayor rigor poรฉtico.

17 de febrero de 1983: “¡Ah, el arte de acabar bien! Montaigne si leyere esto, sonreirรญa: es un saber que influye lo mismo al ars poetica… que al ars moriendi…”15

19 de enero de 1987:

El verdadero analfabeta es casi siempre culto; el letrado –lector de periรณdicos y libros de sociologรญa– es inculto.

El antiliberalismo de los liberales harรญa enrojecer a Stuart Mill y frotarse de gusto las manos a Marat y Robespierre. No son liberales: son jacobinos.

Este paรญs, que era civilizado, en menos de dos siglos ha regresado a un estado que no sรฉ si llamar bรกrbaro –la barbarie implica cierta salud y la situaciรณn en Mรฉxico es todo menos saludable…

[Posdata: Conocรญ a los Tomlinson en el aรฑo 2000. ร‰l era un hombre delicadamente afable, de modos y modales suaves, remoto y sonriente, de humor directo y agudo. Tenรญa los pรณmulos colorados, manos de grulla, un anillo descomunal, corbatas anquilosadas, un parche negro que tapaba el ojo perdido. Su esposa Brenda –la hija del cartero del pueblo, de la que se enamorรณ en la adolescencia– era un pequeรฑo sol feliz y rubicundo. Prรณximos a la noventena, les auguro el destino de Baucis y Filemรณn.] ~

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1 “En blanco y negro: Charles Tomlinson” en Excursiones / Incursiones. Dominio extranjero, vol. 2 de sus Obras completas, Mรฉxico, fce, p. 189.

2 Once poemas, recogidos en Obra poรฉtica II, vol. 12 de las Obras completas, pp. 444-452.

3 “Charles Tomlinson at Brook Cottage”, entrevista de Julian Stannard, Poetry Review (en lรญnea).

4 En un buen ensayo “The fall into history: Charles Tomlinson and Octavio Paz” en Comparative Literature, vol. 44, nรบm. 2, University of Oregon, primavera de 1992, pp. 144-159.

5 En la entrevista de The Paris Review, nรบm. 78, 1998.

6 Recogido en Ideas y costumbres I, vol. 9 de las Obras completas, p. 104.

7 Paz escribiรณ un poema sobre Tomlinson como artista, “Tintas y calcomanรญas” en Obra poรฉtica II, p. 61.

8 Con David Morley, en The North, 10, 1991 (en lรญnea).

9 El “Pantano Nueve Millas” es una zona cerca de la ciudad de Syracuse.

10 El tรญtulo del libro es una frase hecha que equivale a la espaรฑola “cuando llegue el momento”.

11 Asรญ traduce Paz event, palabra clave en la poรฉtica de Tomlinson. Temo que no haya en espaรฑol una palabra que exprese mejor el carรกcter imprevisto de un suceso. La Academia registra para “evento” la acepciรณn “eventualidad, hecho imprevisto, o que puede acaecer”, pero solo en Espaรฑa; en Amรฉrica Latina es lo contrario, un “suceso importante y programado”. En mi traducciรณn respeto “evento”.

12 La estrofa, inรฉdita, figura en una carta de 1935 a Elena Garro.

13 En 1976 aparecerรญa una definitive edition, corregida, en la editorial New Directions de James Laughlin.

14 Alude a “Myrtho”, el soneto de Nerval: “Car la Muse m’a fait l’un des fils de la Grรจce.” A Paz le divertรญa haber descubierto en ese viaje no solo sus afinidades andaluzas, sino su remoto origen celta: “Paz –me contรณ un dรญa– es traducciรณn de Bath”, apellido comรบn en Inglaterra.

15 Evoca el capรญtulo 19 del libro 1 de los Ensayos: “Filosofar es aprender a morir”.

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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


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