Ahora que es usted el hombre mรกs rico del mundo y todo, tengo un favor muy importante que pedirle de la manera mรกs atenta:
ยกยกยกOrdรฉnele a quien se encarga de las tiendas Sanbornโs que me vuelven a poner en venta, de manera ipsofacta, las revistas The New Yorker y Le Nouvel Observateur!!!
Estoy de acuerdo con que Sanbornโs tenga mil variedades semanales de las mismas revistas llenas de tetonas y fortachones, besuqueantes y divorciantes, anhelosas y orgรกsmicos, condesas y marquesitos y todas esas estupidecesโฆ
ยกยกยกยกยกยกโฆ pero no estoy de acuerdo con que hayan retirado The New Yorker y Le Nouvel Observateur, con cien mil demonios!!! (o la cantidad que usted considere adecuada)
Sรญ, ya sรฉ que esas revistas no se venden mucho (sobre todo si no las ofrecen en venta), pero estoy seguro de que a usted โfaltarรญa mรกs- no se le va a escapar que un cliente es un cliente. Y sus tiendas esas no dejan de tener cierta responsabilidad adquirida con sus viejos clientes y con lectores nuevos que โaunque usted no lo creaโ pueden buscar algo mรกs que el raro deleite de poner una nalga en su retina.
Yo le garantizo, ingeniero, que si usted ofrece las revistas, las compramos. E incluso si no se vendieran ยฟquรฉ mรกs le da a usted ganar un dรณlar menos de sus 27 millones de dรณlares diarios? Mire, es mรกs, le ofrezco aquรญ, pรบblicamente, que si llega a perder me dice a cuรกnto asciende su pรฉrdida y yo se la repongo.
Asรญ pues, o vuelven a ofrecer esas revistas o me retira a la brevedad eso de โla casa del buen gustoโ.
Atentamente, su amigo
Guillermo Sheridan
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.