UNA VERSIรN DE TEOGNIS DE MEGARA
Todavรญa no sรฉ griego, pero estoy estudiando desde hace un tiempo, y este poema es dos cosas: primero, un ejercicio que debรญ haber terminado el miรฉrcoles pasado, pensando en el fin de semana que vendrรญa, pero me atorรฉ porque todavรญa no estoy listo para traducir tamaรฑos vejestorios (el caso es que hice trampa y me ayudรฉ con la versiรณn de Carlos Garcรญa Gual). Segundo, tambiรฉn es un gesto polรญtico. Estuve dudando entre este poema y otro, que comienza diciendo algo asรญ como:
La ciudad estรก preรฑada y parirรก
al hombre que encabece la cargada
de toda la insolencia. El ciudadano todavรญa
se conserva sensato, mas su gobernante
engendra demasiada corrupciรณn…
que no va tan mal, pero ya torcรญ un poco, porque pasรฉ a singular al ciudadano y al gobernante, que son plurales en el poema, y estoy forzando un poco el sentido pero, como todavรญa no descifro lo demรกs, mejor me espero a terminarlo.
Los poemas de Teognis de Megara (siglo VI, A.C.) se distinguen por su โselloโ โasรญ lo dice: โsphregรญsโ (sphragรญs)โ que consiste en colocar entre los versos el nombre de su interlocutor: Cirno, que era el hijo de Polipao (es decir, el Polipaida, igual que el hijo de Peleo es el Pelida, etc.). Teognis era aristรณcrata, al igual que Cirno y, aunque no me gustan las aristocracias, hallo en el enojo polรญtico y moral de Teognis un saludable desprecio de todo gobierno.
Cirno, es nuestra misma ciudad. Otra, su gente.
Esos, los que ignoraban de justicia y de las leyes todo
โesos que ayer cubrรญan sus flancos con pieles de cabra,
los que pastaban como gamos en las afueras, Polipaida,
ahora son los buenos y gobiernan; los nobles de antes
ahora son los miserables. ยฟQuiรฉn puede soportarlo?
Unos a otros se engaรฑan y se vejan y se burlan,
y no conocen la nociรณn del mal, ni la del bien.
No los hagas amigos tuyos, Polipaida; no importa
cuรกn acucioso sea tu apuro: no seas รญntimo con ellos;
presรฉntate amistoso, de palabra, con cualquiera,
mas no te les asocies en empeรฑos importantes,
o habrรกs de conocer hombres perversos: cรณmo
les falta la lealtad en cada acto, porque aman
las trampas, los engaรฑos, los enredos,
como los hombres que ya no tienen salvaciรณn.
– Julio Hubard