Muy cariñoso tu comentario, Jesús. Yo traté mucho a Julián Meza en la UNAM. Con Jesús Anaya y otros hicimos una revista proguerrillera de nombre Hora 0. Salieron creo que cuatro números. Lo vi en París un par de veces durante un año sabático mío. Luego le perdí la pista. Hace pocos años, en este milenio, cuando ya había vuelto yo a Guadalajara, me llamó y nos fuimos a cenar a un simpático restorán, por supuesto de cocina francesa. Hablamos largamente de un admirado por él y por mí aunque maldito: Céline. En un texto que entregué a Nexos (“Los ojos de Rocco”), Julián es uno de los estudiantes que “toman” un departamento vacío frente al que compartía con dos de mis hermanos. ~
Don de lenguas. Instantáneas sobre la querella de la lengua
EL CHANTAJE NACIONALISTA Hay que partir de algo para evitar suspicacias y confusiones: una cosa muy positiva de la transición de la dictadura a la democracia ha sido que se dé pie a la…
Un libro imperfecto para el Pez plátano
Leemos biografías de Jerome David Salinger (no muchas) por el mismo motivo que leemos biografías de Bob Dylan (incontables): porque nada resulta más fascinante que revisitar el paisaje de un…
¿Extinguir para des-extinguir?
¿En verdad estamos OK con que ya no haya pájaros en el mundo?
Lenin el dictador
Las preguntas que Lenin se hizo a principios del siglo XX parecen haber cobrado una urgente actualidad. Sin embargo, las respuestas que ofreció a cambio siguen siendo tan peligrosas hoy como ayer.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES