Rajoy habla claro. Demasiado claro. Su colecciรณn de refranes tautolรณgicos tiene la suerte de ser irrefutable: nunca un vaso no serรก un vaso. “Al pan, pan, al vino, vino, y a todo lo demรกs, lo que diga la administraciรณn”, como decรญa el viรฑetista Perich en los aรฑos setenta. Rajoy es ese conservador espaรฑol con un toque corporativista y burocrรกtico. Los cambios lentos y, si se puede, mejor ni hacerlos. Cuando Rajoy dice que las cosas son como son quiere decir que, si estรก en su mano, no van a dejar nunca de ser como son. Su conservadurismo es innegable, y esa claridad gusta a cierta izquierda. Le sirve para no perderlo de vista. Salvo cuando es acusado de neoliberal, que es casi como llamarlo joven o moderno, Rajoy estรก bien identificado: no hay duda de que es de derechas. Para esta izquierda es mejor ser de derecha pura que socialdemรณcrata: al menos los primeros van de cara. Mejor un facha honesto que un socialista vendido al capital.
Por eso la izquierda guardiana de las esencias (incluso de las conservadoras) considera que Ciudadanos es casi mรกs peligroso que el PP. Estรก convencida de que, en el fondo, es un partido de derechas. En un reciente artรญculo, el escritor Isaac Rosa los describe como marca blanca del Partido Popular, algo muy comรบn: “El sรกbado me encontrรฉ en mi barrio una mesa de Ciudadanos […] estaban en la puerta del Mercadona, rey de la marca blanca. Estuve por mirarles el cรณdigo de etiquetado, para averiguar quiรฉn es el fabricante, si el PP, el PSOE, los dos a la vez, el Ibex-35, la banca, el establishment o la divina providencia. Si lo averiguo le felicitarรฉ, claro, porque le estรก saliendo redondo”. Si Rosa cree que le estรก saliendo redondo a ese supuesto fabricante es porque los votantes de Ciudadanos no le han pillado. Otros, como รฉl, creen que sรญ, que tienen calado el partido, que a ellos no les engaรฑan. Que su verdadera cara se verรก cuando gobiernen.
Es una obsesiรณn comรบn en la izquierda mรกs dogmรกtica. Creer que las ideas que uno no comparte tienen irremediablemente una mano negra detrรกs, que tras ellas no hay convicciones sino billeteras o intereses espurios. Mis ideas son honestas, las de los otros esconden algo. Tambiรฉn suelen creer que son mรกs peligrosos los discursos sutiles que los explรญcitos. Prefieren a un Rajoy obvio y de perogrullo que a un Rivera centrista y aparentemente ambiguo. Ciudadanos deberรญa quitarse la “careta". Hay una famosa tuitera que dice que el posmachismo es mucho mรกs peligroso que el machismo de antaรฑo porque es mรกs sutil. Algunos incluso dicen que el “rรฉgimen del 78” lo que hizo fue normalizar la represiรณn, hacerla sutil, implรญcita. Suele ser gente que no ha vivido una dictadura.
Confunden claridad con pureza. Antonio Baรฑos, lรญder de la CUP, dijo en una entrevista reciente que “igual cobrรกis menos que vuestros padres porque no tenรฉis ideologรญa”. Con ideologรญa se referรญa a su ideologรญa. Los demรกs son apolรญticos. Y el apolรญtico, como en La escopeta nacional, es de derechas. Como Ciudadanos.
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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).
