Un Paz y un Revueltas

Paz y Revueltas se conocieron de adolescentes, entre lecturas y causas polรญticas.ย 
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Octavio Paz escribiรณ su primera crรญtica sobre Josรฉ Revueltas en 1943, cuando ambos estaban en el umbral de la treintena. Se habรญan conocido adolescentes, entre lecturas y causas polรญticas. En 1930, luego de una manifestaciรณn contra el imperialismo, los dos y mรกs camaradas fueron detenidos y el padre abogado de Paz gestionรณ su liberaciรณn. En 1931 educaban obreros y campesinos en improvisadas escuelas nocturnas. En 1934, Paz y otros camaradas solicitan a Rafael Alberti –embajador del Socorro Rojo Internacional– que interceda ante Lรกzaro Cรกrdenas para sacar a Revueltas de las Islas Marรญas. En 1937, Revueltas, Huerta y Paz pasearon por Mรฉrida fantaseando la revoluciรณn.

 Ese fervor fue evocado por Paz:

Lo que nos encendรญa era el prestigio mรกgico de la palabra revoluciรณn. ร‰ramos neรณfitos de la moderna  y confusa religiรณn de la historia, con su culto a los hรฉroes, su fe en el fin de los tiempos y en el comienzo de otros, los de la verdadera historia. Nuestro amor a la justicia era indistinguible de un profundo sentimiento de venganza en el que se mezclaban las fantasรญas y resentimientos รญntimos de unos muchachos de la clase media con autรฉnticas y obscuras, pero desnaturalizadas, aspiraciones religiosas.

En enero de 1937, en la capital mexicana, Paz, Revueltas y Huerta asistieron al Congreso de Escritores, Artistas e Intelectuales. Ese congreso lo inaugurรณ Josรฉ Mancisidor manifestando “mi respeto, cariรฑo y admiraciรณn para Stalin, el recio camarada que nos conduce hacia los senderos del รฉxito.” En una de las sesiones, Luis Cardoza y Aragรณn intentรณ una defensa de la literatura libre y fue zarandeado por el pleno, que lo tratรณ de trotskista y exquisito mientras รฉl exigรญa a gritos que las estenรณgrafas registrasen sus argumentos. En sus memorias, comparรณ a los comisarios con la santa inquisiciรณn y evocรณ a Paz, Huerta y Revueltas que, “tensos, presenciaron el auto da fe”. Cuando los “escritores y artistas” lograron bajarlo del escenario, el camarada Mancisidor hizo un elogio del camarada Robespierre.  

Revueltas habรญa ingresado al Partido Comunista en 1928, a los catorce aรฑos. Huerta lo harรญa mรกs tarde, y se afanรณ en reclutar a Paz, en balde. Paz creรญa en la necesidad de un cambio radical hacia el marxismo, pero no estaba dispuesto a subordinar su escritura a las consignas del partido, y menos cuando sus voceros trataban a sus amigos Xavier Villaurrutia y Jorge Cuesta de “entretenidos estetas podridos de vanidad” y “solapadores del fascismo”. Aรฑos mรกs tarde, Paz escribiรณ que “desde el principio me neguรฉ a aceptar la jurisdicciรณn del PC y sus jerarcas en materia de arte y literatura. Pensaba que la verdadera literatura, cualesquiera que fueran sus temas, era subversiva por naturaleza”.

Revueltas colaborรณ en otra revista de Paz, Taller, en 1939, cuando Mancisidor y sus capirotes ya la seรฑalaban como una publicaciรณn pequeรฑoburguesa “sin sentimiento de responsabilidad social, revolucionaria, en la literatura”. Y mรกs tarde publicarรญa invitado por Paz en las revistas Tierra Nueva (1940-42) y El hijo prรณdigo (1943).

Todo lo anterior se narra con detalle en mi libro Poeta con paisaje. Ensayos sobre la vida de Octavio Paz (Mรฉxico, ERA, 2005).

Cuando Paz comentรณ la novela de Revueltas El luto humano, lo saludรณ como “el mรกs ambicioso y apasionado” novelista mexicano del momento; ridiculizรณ que “algรบn crรญtico marxista lo ha acusado de pesimismo” y destacรณ su “constante preocupaciรณn religiosa”. Paz advirtiรณ que, segรบn Revueltas, “los mexicanos, piadosos por naturaleza y enamorados de la sangre han sido despojados de su religiรณn, sin que la catรณlica les haya servido para satisfacer su pรฉtrea sed de eternidad…”

Encontrรณ descuidada la novela, dispersa e indisciplinada, pero celebrรณ que viniese de un escritor profundo y “turbadoramente personal”. Paz percibiรณ en la escritura de su amigo emociones que compartรญa: “Revueltas siente una especie de asco religioso, de amor hecho de horror y repulsiรณn, hacia Mรฉxico. Seguramente Revueltas no ha escrito una novela, pero, en cambio, ha hecho luz dentro de sรญ.” A Revueltas –presintiรณ Paz– lo movรญa (tambiรฉn) un impulso religioso. Veremos pronto cรณmo, muchos aรฑos despuรฉs, decidiรณ explicรกrselo…  

(Publicado previamente en el periรณdico El Universal)

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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


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