No sรณlo los funcionarios dispendiosos desgastan los presupuestos de las universidades pรบblicas de Mรฉxico. Tambiรฉn lo hace el hecho de que, como a casi toda instancia financiada por el erario, les han brotado sindicatos cuyos intereses econรณmicos y polรญticos, muy costosos, averรญan tambiรฉn sus objetivos esenciales.
Es imposible saber con certeza, a partir de las cifras pรบblicas que publica la UNAM, quรฉ tanto del presupuesto se destina para pagar a sus empleados administrativos; lo que sรญ se sabe es que por cada acadรฉmico de tiempo completo (11 mil 500) hay mรกs de dos empleados administrativos de base (24 mil).
El sueldo neto mรกs bajo de los administrativos (โauxiliar de intendenciaโ) es de 3 mil 431 pesos y el mรกs alto es de 10 mil 612 (โprofesionista con estudios de posgradoโ) a cambio de 32 horas por semana (ocho menos que el acadรฉmico y que la mayorรญa de los empleados mexicanos). Si el promedio fuese de 5 mil pesos, la UNAM pagarรญa por este concepto 120 millones al mes, es decir, mil 560 millones anuales, si se incluye un mes de aguinaldo.
A eso habrรญa que sumar lo que le paga la UNAM a 3 mil 500 empleados โde confianzaโ. El sueldo neto mensual mรกs bajo para ellos es de 4 mil 200 pesos y el mรกs alto es 7 mil 390. Si el promedio fuese de 6 mil pesos, habrรญa que sumar otros 273 millones anuales a los salarios de empleados administrativos. El total serรญa de 1833 millones anuales, sin contar el costo de las prestaciones, estรญmulos, bonos y primas. Un porcentaje interesante de los 23 mil 410 millones con que la federaciรณn subsidiarรก este aรฑo a la UNAM.
Pero la UNAM no puede ahorrar dinero โajustandoโ ese aspecto de su presupuesto de egresos, pues su sindicato (STUNAM) es intocable, tan intocable como el carรกcter gratuito de la matrรญcula que, de hecho, es uno de los dogmas de fe que los sindicatos universitarios vigilan con escrupulosa ortodoxia y con la autoridad que les otorga su poder para cerrar las universidades cuando ellos, y/o los partidos polรญticos con que estรกn aliados, lo consideren conveniente.
Esto del personal โde confianzaโ siempre me ha intrigado. Son 3 mil 500 puestos que no se le pueden entregar al STUNAM, que, claro, los reclama para sรญ. Pero como la secretaria โde baseโ no sabe taquigrafรญa, y el funcionario necesita a una que sรญ sepa, se contrata a una โde confianzaโ. Como hay que pagar a la de confianza (que cobra el doble) y a la de base, aunque no sepa taquigrafรญa, se temina pagando tres veces un รบnico servicio…
Sumando al personal administrativo de base y al de confianza en la UNAM (27 mil puestos) se deduce pues que hay, aproximadamente, un trabajador por cada 11 alumnos (que son 305 mil). Segรบn cรกlculos conservadores, la nรณmina de los trabajadores de base de la UNAM estรก inflada en un 500 por ciento. Una inflaciรณn parecida a la que dijo el doctor Juan Ramรณn De la Fuente, cuando era secretario de salubridad, que habรญa en el sindicato de salubridad.
Pero esto pasa por โlogro sindicalโ. Es un logro que no tienen otros sindicatos, porque los sindicatos universitarios representan mรกs al pueblo que otros sindicatos, que podrรกn ser pueblo, pero no representan a nadie. Y los universitarios son sindicatos poderosos y con alianzas polรญticas fuertes que no producen bienes, sino servicios como intendencia, vigilancia y atenciรณn al pรบblico, y sobre todo, el mรกs cotizado, la calma que es, como se sabe, muy costosa.
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.
