Vicente Fox no fue el candidato presidencial del entonces jefe del PAN, Felipe Calderรณn. Seis aรฑos despuรฉs, Calderรณn no fue el candidato del presidente Fox. Ni ahora Josefina Vรกzquez Mota es la candidata del presidente Calderรณn. Y, sin embargo, el PAN logrรณ procesar sus diferendos. Es lo mรกs parecido que tenemos a un partido moderno.
En cambio, en la tradiciรณn arcaica del PRI, el que se movรญa "no salรญa en la foto"; y los diferendos frente a la voluntad de arriba terminaban mal. El presidente De la Madrid impuso al candidato Salinas de Gortari, a costa de la ruptura que llevรณ a muchos cuadros a poner casa aparte en el Partido de la Revoluciรณn Democrรกtica. A su vez, el presidente Salinas impuso al candidato Colosio, a costa de que lo mataran; y al candidato Zedillo, a costa de que, al llegar a presidente, se hablara de obligarlo a renunciar.
En el PRD, el caudillismo ha sido permanente, mรกs que sexenal, en las distintas tribus y en la coaliciรณn, dominada primero por Cuauhtรฉmoc Cรกrdenas y luego por el protegido que lo destronรณ: Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador. Marcelo Ebrard, a su vez protegido de Lรณpez Obrador, no quiso o no pudo hacer lo mismo para imponerse como candidato presidencial. Ha sido lamentable para la alternancia democrรกtica, porque pudo haber llegado a presidente; y lo deseable para el paรญs no es la recaรญda en el PRI, ni la permanencia indefinida del PAN, sino la alternancia entre un partido de derecha moderada y un partido de izquierda moderada.
Al Gore hubiera sido un mejor presidente de Estados Unidos que Bush, y estuvo a punto de serlo en las elecciones del 2000. Hasta se hablรณ de irregularidades (en Florida, donde gobernaba otro Bush) que "le robaron" la presidencia. Pero Gore se negรณ a que el paรญs pagara el costo de prolongar la incertidumbre, y aceptรณ su derrota. En cambio, Lรณpez Obrador no aceptรณ su derrota en 2006, y decidiรณ que la incertidumbre, los bloqueos de calles y cualquier costo semejante para el paรญs se justificaban, porque lo importante era impedir la presidencia de Calderรณn; o, cuando menos, ensuciarla y estorbarla, ya que el "presidente legรญtimo" era รฉl. Ahora que vuelve a ser candidato a la presidencia y parece haber cambiado de actitud, no ha logrado borrar la desconfianza de millones de votantes.
El PAN ha sido un buen partido fuera del poder: mucho mejor que en el poder. Tenรญa la imagen del niรฑo bueno pero inepto para la acciรณn prรกctica, y ha resultado mรกs prรกctico de lo que se esperaba, pero no tan niรฑo bueno. No tenรญa, ni tiene, suficientes cuadros competentes y decentes para gobernar; lo cual hubiera sido secundario, de tener mano dura contra la corrupciรณn, empezando por la de su propia gente en el poder. Pero no se ha distinguido por eso (que era su ventaja competitiva), frente a los demรกs partidos. Se ha ganado unas vacaciones fuera del poder, y mรกs aรบn al presentar candidatos impresentables como Fernando Larrazabal. El PRD no se queda atrรกs, cobijando a Dolores Padierna, Martรญn Esparza y Manuel Bartlett. Ni el Verde ni el Panal, donde Elba Esther Gordillo se cobija a sรญ misma con un candidato presentable.
Se comprende el pesimismo de los que sienten (como en el antiguo rรฉgimen) que no estamos preparados para la democracia; y que es mejor la presidencia absoluta. Pero no hay que ser tan pesimistas, ni olvidar las barbaridades de la presidencia absoluta. La democracia se hace lentamente y desde abajo, fuera de los partidos y fuera del Estado, construyendo una vida pรบblica mรกs autรณnoma y, en particular, organismos ciudadanos que obliguen a funcionar debidamente esta y aquella ventanilla, por lo pronto. La sociedad mexicana avanza desde hace dรฉcadas, y ahora lleva a rastras una clase polรญtica que estrena su libertad del yugo presidencial, la disfruta ampliamente y busca su interรฉs antes que el interรฉs pรบblico.
Hay que confiar en el avance social, mรกs que en los partidos. Son poco respetables. Pero, como dicen los rancheros: "Con esos bueyes hay que arar". El voto en blanco es una tentaciรณn legรญtima, pero no es una buena idea. Lo razonable es votar por los que estorben menos el desarrollo de la autonomรญa social. Esto descarta al PRI, con alguna rara excepciรณn local donde el candidato haga la diferencia; y descarta al Panal, cuya mandamรกs tiene secuestrada la educaciรณn pรบblica.
Tanto en el PAN como en el PRD hay buenos o aceptables candidatos. Para la jefatura del Distrito Federal, el candidato del PRD parece preferible a la candidata del PAN. Para la presidencia de la repรบblica es al revรฉs. Josefina Vรกzquez Mota (a diferencia de Peรฑa Nieto y Lรณpez Obrador) no tiene recursos para intentar la restauraciรณn del presidencialismo, pero sรญ los tiene para enfrentarse al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaciรณn y remediar el desastre educativo.
Las grandes centrales sindicales son reliquias de la presidencia absoluta, y pueden ser cimientos de su restauraciรณn. Tarde o temprano, la sociedad mexicana acabarรก domando esos dinosaurios que sofocan el desarrollo del paรญs. Pero con los otros candidatos serรก mรกs tarde que temprano.
(Reforma, 24 de junio 2012)
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.