En el Estados Unidos de los cincuenta lo mรกs parecido que habrรญamos encontrado a una bruja habrรญa sido Shirley Jackson. Bastarรก con decir que muriรณ aislada, leyendo y escribiendo sobre magia y rodeada de gatos para dar una idea. Su madre le enseรฑรณ de niรฑa a leer el tarot y las hojas de tรฉ, y su abuela materna, una creyente de la ciencia cristiana, le narrรณ teorรญas sobre la inexistencia del mundo perceptible. Desde pequeรฑa estaba convencida de tener episodios de clarividencia; “veรญa lo que el gato”, dijo en alguna ocasiรณn. Y de adolescente, los compaรฑeros de la escuela la tildaban de excรฉntrica. Joyce Carol Oates atribuye este interรฉs de Jackson por lo oculto a la situaciรณn que vivรญa la mujer a mediados del siglo XX. Por un lado debรญa cumplir con sus deberes de ama de casa y por otro anhelaba tener tiempo para escribir, cosa que siempre disfrutรณ. En esta disyuntiva y ante la opresiรณn que sufriรณ en distintos รกmbitos, la magia era una forma alterna de hacerse de poder.
Jackson se casรณ, para disgusto de sus conservadores padres, con Stanley Edgar Hyman, un acadรฉmico judรญo, aficionado entre otras cosas a Marx y Freud. Pronto se mudaron al pueblo en el que vivirรญan la mayor parte de su vida, North Bennington, en Nueva Inglaterra. En muchas de sus historias Shirley describe la a veces terrorรญfica experiencia de vivir en el small town America. Ser una y otra vez juzgada por la comunidad se volviรณ en verdad problemรกtico cuando ella y otros padres de familia acusaron al maestro de primaria de su hija de maltratar fรญsica y emocionalmente a los niรฑos. Ante esta iniciativa el pueblo se volviรณ en contra de Jackson, quien durante aรฑos recibiรณ amenazas y agresiones de los vecinos. La escritora replicรณ el sufrimiento de tener que salir de su casa para hacer las compras bajo ese rรฉgimen de hostigamiento en Siempre hemos vivido en el castillo, en donde transforma una escena cotidiana como esta en una situaciรณn terrorรญfica.
Jackson ya habรญa padecido antes el linchamiento masivo, casi digno de las brujas de Salem, con la publicaciรณn de “La loterรญa”, un cuento que, por si fuera poco, narra la lapidaciรณn colectiva de una mujer. En esta historia, publicada en The New Yorker, lo que parece ser un episodio en el dรญa a dรญa de un pueblo estadounidense se transforma en una historia de terror sobre la normalizaciรณn del mal. A menos de un mes de aparecido el relato, Jackson ya recibรญa aproximadamente diez cartas diarias, muchas preguntando el significado del cuento y queriendo saber si ese tipo de rituales en verdad sucedรญan en Estados Unidos, y muchรญsimas mรกs con insultos que iban desde “sentimos que hemos perdido toda la fe en la verdad de la literatura” hasta “dรญganle a la seรฑora Jackson que ni se le ocurra venir a Canadรก”. Incluso la madre de Jackson le escribiรณ diciรฉndole: “A tu papรก y a mรญ no nos gustรณ nada tu historia en The New Yorker. ¿Por quรฉ no escribes algo que anime a la gente?” El aislamiento ante la intimidaciรณn tuvo al menos un efecto positivo: obligarla a escribir. En alguna ocasiรณn afirmรณ: “No hay nada como tener demasiado miedo de salir para mantenerte escribiendo.” Sin embargo, a la reacciรณn inusitada de odio que desatรณ “La loterรญa” siguiรณ una fascinaciรณn prolongada. Hoy en dรญa es uno de los cuentos estadounidenses mรกs antologados.
Ademรกs de la creciente agorafobia, otros problemas comenzaron a afectar la salud fรญsica y mental de Jackson, como su adicciรณn a las anfetaminas que pronto combinรณ con el alcoholismo. Los padecimientos mentales aparecen a menudo en sus cuentos y novelas, donde, por ejemplo, encontramos personajes con desรณrdenes de personalidad de distintos tipos. Henry James fue una enorme influencia en su literatura, en tanto de รฉl aprendiรณ la tรฉcnica de lo fantรกstico: el uso de narradores poco fiables y ese limbo que separa al terror psicolรณgico del terror sobrenatural. En muchas de sus historias, como en la novela La maldiciรณn de Hill House, es imposible decir si el personaje principal inventa los hechos o si en verdad estamos ante la presencia de fantasmas.
Una de estas narraciones extraรฑas es Siempre hemos vivido en el castillo. Su protagonista, Merricat, es una adolescente que, como las brujas, se entiende con el gato mejor que con nadie y tiene un enorme conocimiento de herbolaria. Esta insรณlita y carismรกtica narradora conquista desde el principio al lector y poco a poco va revelando su naturaleza demonรญaca, descubierta al fin en uno de esos finales sorpresivos de los que tanto gustaba la escritora.
Se dice que su obra se puede dividir en dos vertientes: una domรฉstica y humorรญstica, y otra gรณtica. Ejemplo de la primera serรญa su segundo cuento mรกs famoso: “Charles”, en donde aborda tambiรฉn la malicia de los niรฑos. La verdad es que la vida domรฉstica es un factor tambiรฉn importante en su vertiente mรกs gรณtica y el humor en las narraciones cรณmicas tiende muchas veces a lo macabro. En ese espectro que va del humor negro al terror domรฉstico fluctรบan las historias de Jackson, con su prosa impecable y un suspenso cautivante. ~
(ciudad de Mรฉxico, 1988), es ensayista. Por Foreign Body/Cuerpo extraรฑo (Literal Publishing, 2013) obtuvo el Premio Literal de Ensayo 2013 que convoca la revista Literal.