Es
fรกcil que un traductor exagere la importancia de la obra en la
que estรก trabajando. A principios de los aรฑos ochenta,
mientras me encontraba traduciendo Vida
y destino —–โla novela รฉpica de Vasili
Grossman sobre la Segunda Guerra Mundial y el totalitarismoโ,
estaba convencido de que se trataba de una obra extraordinaria. Sin
embargo, a medida que transcurrรญan los aรฑos y poca
gente, tanto en Rusia como en Occidente, parecรญa prestarle
atenciรณn, empecรฉ a dudar de mi valoraciรณn. Fue
toda una alegrรญa, por lo tanto, releer la novela el invierno
pasado, por primera vez en veinte aรฑos, y darme cuenta de que
habรญa subestimado la grandeza de Grossman. Vida
y destino no es sรณlo un libro valiente y sabio,
sino que estรก escrito con una sutileza chejoviana.
Collins
Harvill publicรณ mi traducciรณn de Vida
y destino en 1985. Las reseรฑas fueron positivas en
su mayorรญa, pero las ventas resultaron decepcionantes,
especialmente a la vista de que habรญa sido un รฉxito
editorial en Francia; uno de los temas centrales de Grossman -โla
identidad del fascismo y el comunismoโ era claramente un asunto mรกs
acuciante en un paรญs en que el comunismo contaba todavรญa
con una fuerza polรญtica significativa. Y hubo crรญticos
ingleses que consideraron que Grossman era aburrido. Anthony Burgess,
por ejemplo, pareciรณ irritarse por la opiniรณn de George
Steiner de que โnovelas como La
rueda roja de Solzhenitsin y Vida
y destino eclipsan todo lo tenido por ficciรณn seria
en Occidente al dรญa de hoyโ. Burgess acusรณ a Grossman
de falta de imaginaciรณn, algo sorprendente que atribuir a un
escritor capaz de describir tan convincentemente los รบltimos
momentos de un niรฑo muriendo en una cรกmara de gas nazi.
Cuando
Igor Golomstock, el crรญtico de arte emigrado, me mostrรณ
por primera vez un ejemplar de la ediciรณn rusa original de
Vida y destino,
publicado en Lausanne en 1981, y me sugiriรณ que tratara de
persuadir a algรบn editor para que la tradujera, me reรญ.
Yo no leรญa libros de esa extensiรณn, dije, y no digamos
ya traducirlos. Un mes mรกs tarde, Igor me dio los textos de
cuatro programas de radio sobre la novela que habรญa hecho para
el servicio ruso de la BBC. Para mi sorpresa, me cautivaron, y no
tardรฉ en ponerme a traducir un capรญtulo de muestra. El
inmenso nรบmero de personajes y argumentos secundarios hacรญa
que Vida y destino pareciera
desalentadora, pero una vez empezada la lectura, su claridad y su
compasiรณn la hacรญan muy accesible.
Grossman
es en muchos sentidos un escritor de la vieja escuela, y quizรก
por esa razรณn los crรญticos literarios han mostrado
escaso interรฉs por รฉl. Durante muchos aรฑos,
fueron los historiadores โAntony Beevor y Catherine Merridale por
encima de todos–โ quienes afirmaron su importancia. La reciente
traducciรณn de Beevor de los diarios de guerra de Grossman (Un
escritor en guerra, del que tomo diversas citas en este
artรญculo) ha hecho mรกs que nadie por llevar al escritor
al gran pรบblico. Desde las publicaciones de los diarios el aรฑo
pasado, las ventas de Vida y
destino en Gran Bretaรฑa han pasado de quinientos al
aรฑo a quinientos al mes. Y en marzo, un artรญculo del
Guardian de Martin
Kettle halagando Vida y
destino lo convirtiรณ en poco tiempo en el segundo
libro mรกs popular de Amazon en el Reino Unido.
Grossman
es un escritor metรณdico; nunca trata de deslumbrar al lector.
De manera que tal vez sea apropiado que este reconocimiento le haya
llegado sรณlo gradualmente. En todo caso, desde hace un tiempo,
ha quedado claro que Vida y
destino estรก encontrando su lugar en el mundo.
Desde 2005, el centenario del nacimiento de Grossman, han salido a la
calle dos nuevas ediciones de su clรกsico en inglรฉs. Y
en los aรฑos noventa se publicaron dos biografรญas en esa
misma lengua: Vasily
Grossman: The Genesis and Evolution of a Russian Heretic
de Frank Ellis y The Bones of
Berdichev de John y Carol Garrard. Esta รบltima hace
hincapiรฉ en la importancia de Grossman como testigo de la
Shoah. Quizรก
no exista un lamento por los judรญos de la Europa del Este mรกs
enรฉrgico que la carta que Anna Semyonovna, un retrato en clave
de ficciรณn de la madre de Grossman en Vida
y destino, escribe a su hijo y saca a escondidas de un
pueblo ocupado por los nazis. La
รบltima carta, una obra representada por una sola
mujer basada en esta carta, fue puesta en escena por Frederick
Wiseman en Parรญs y Nueva York. Una versiรณn rusa fue
estrenada en Moscรบ en diciembre de 2005.
Grossman
no sรณlo serรก recordado por su evocaciรณn del
Stalingrado en guerra y por sus testimonios, periodรญsticos y
de ficciรณn, de la Shoah.
Tambiรฉn nos dejรณ el mรกs vรญvido testimonio
en la literatura mundial de la hambruna: su รบltima obra mayor,
la novela inacabada Todo
fluye, incluye el relato de la terrorรญfica hambruna
de Ucrania en 1932 y 1933. Es muy caracterรญstico de Grossman
que Anna, la compasiva narradora de este capรญtulo, estรฉ
implicada, como funcionaria menor del partido, en la implementaciรณn
de medidas que exacerbaron la hambruna. No podemos evitar
identificarnos con Anna y en consecuencia tambiรฉn nosotros nos
sentimos culpables; Grossman no concede al lector el lujo de la
indignaciรณn. Todo
fluye incluye tambiรฉn la sรกtira de un
juicio: el lector es requerido a pronunciar su dictamen sobre cuatro
informantes. Los argumentos que Grossman da a la defensa y a la
acusaciรณn son vรญvidos y alarmantes; como lector, uno
cambia de parecer constantemente.
Grossman
no es todavรญa ampliamente leรญdo en la Rusia
contemporรกnea. Los nacionalistas no pueden perdonarle una
larga meditaciรณn, en Todo
fluye, sobre โel alma esclavaโ de Rusia. Muchos rusos
todavรญa no han tenido tiempo de digerir la inmensa cantidad de
literatura previamente prohibida que fue publicada por primera vez a
principios de los aรฑos ochenta. El escritor uzbeco Hamid
Ismailov, por ejemplo, me ha contado que leyรณ tanto durante
esos aรฑos que ya no era capaz de recordar quiรฉn habรญa
escrito quรฉ. Y entonces, despuรฉs del colapso del
comunismo, los rusos fueron arrojados a un mundo tan desconocido y
aterrador que tenรญan poco tiempo y energรญa para pensar
en su pasado soviรฉtico.
Pero
muchos otros grupos de lectores se estรกn viendo ahora atraรญdos
por Grossman: emigrados ucranianos, que lo aprecian por su escritura
acerca de la terrorรญfica hambruna; judรญos, que le
aprecian por lo que escribiรณ acerca de la Shoah;
gente interesada por la historia de la Segunda Guerra Mundial y la
relaciรณn entre el comunismo y el fascismo; periodistas, que lo
consideran un corresponsal de guerra ejemplar. Es interesante que un
reciente congreso europeo que conmemoraba el centenario del
nacimiento de Grossman fuera celebrado en un centro catรณlico
de Turรญn y que varios de los escritores, crรญticos y
periodistas que mรกs admiran a Grossman –โGillian Slovo,
Martin Kettle y John Lloyd entre otrosโ sean ex marxistas. Tanto
catรณlicos como marxistas tienden a esperar del arte que no
sรณlo sea una fuente de alegrรญa, sino tambiรฉn que
provea una guรญa moral y una mayor comprensiรณn de la
realidad.
?
Vasili
Semyonovich Grossman naciรณ el 12 de diciembre de 1905 en
Berdichev, una ciudad ucraniana que albergaba una de las comunidades
judรญas mรกs grandes de Europa. Sus padres eran judรญos
y le pusieron a su hijo el nombre de Iosif, pero este nombre
claramente judรญo fue posteriormente rusificado y convertido en
Vasili. La familia era acomodada y estaba asimilada. En algรบn
momento de su temprana niรฑez, sus padres se separaron. Entre
1910 y 1912, el joven Grossman y su madre vivieron en Suiza,
probablemente en Ginebra. Su madre, Yekaterina Savelievna, trabajarรญa
mรกs tarde como profesora de francรฉs. Entre 1914 y 1919
asistiรณ a la escuela secundaria en Kiev, y entre 1924 y 1929
estudiรณ quรญmica en la Universidad Estatal de Moscรบ.
Allรญ cobrรณ conciencia de que su vocaciรณn era la
literatura. Sin embargo, nunca perdiรณ su interรฉs en la
ciencia; Viktor Shtrum, la figura central de Vida
y destino y en muchos aspectos su autorretrato, es fรญsico
nuclear. (Primo Levi, otro gran testigo de la Shoah,
trabajรณ como quรญmico industrial. Como Grossman, es un
maestro de la descripciรณn precisa.)
Despuรฉs
de licenciarse, Grossman se trasladรณ a la regiรณn
industrial de Donbass, en el este de Ucrania, para trabajar como
inspector en una mina y profesor de quรญmica en un instituto
mรฉdico. En 1932 regresรณ a Moscรบ, y en 1934
publicรณ โEn el pueblo de Berdichevโ โun cuento que le
valiรณ la admiraciรณn de Mรกximo Gorki, Mikhail
Bulgakov e Isaac Babelโ y una novela, ยกBuena
suerte!, sobre los mineros de Donbass. En 1937, Grossman
fue admitido entre los Escritores de la Uniรณn Soviรฉtica.
Su novela Stepan Kolโchugin
fue posteriormente nominada al premio Stalin.
Los
crรญticos con frecuencia dividen la vida de Grossman en dos
partes. Tzvetan Todorov, por ejemplo, dice que โGrossman es el
รบnico ejemplo […] de un escritor soviรฉtico
establecido que cambiรณ de parecer completamente. El esclavo
que llevaba dentro muriรณ, y surgiรณ un hombre libreโ.
Pero es un error establecer una distinciรณn tan clara entre el
escritor โconformistaโ de los aรฑos treinta y cuarenta y el
โdisidenteโ que escribiรณ Vida
y destino y Todo
fluye en los aรฑos cincuenta. ยกBuena
suerte! puede parecer hoy sosa, pero en el pasado debiรณ
resultar sorprendente: en 1932 Gorki la criticรณ por su
โnaturalismoโ, palabra en clave soviรฉtica que hacรญa
referencia a la presentaciรณn de un exceso de realidad
inaceptable. Al final de su informe, Gorki sugiriรณ que el
autor se preguntase: โยฟPor quรฉ escribo? ยฟQuรฉ
verdad estoy confirmando? ยฟQuรฉ verdad quiero que
triunfe?โ Incluso entonces, esa actitud tan cรญnica con
respecto a la verdad debiรณ ser casi un anatema para Grossman.
Resulta difรญcil, con todo, no quedar impresionado por la
intuiciรณn de Gorki acerca de Grossman como hereje potencial.
En 1961, una vez los manuscritos de Vida
y destino ya habรญan sido confiscados, Grossman
escribiรณ a Jruchov: โHe escrito en mi libro lo que creรญa,
y sigo creyendo, que es la verdad. He escrito sรณlo lo que he
pensado, sentido y sufrido.โ
Grossman
no fue un mรกrtir; no obstante, mostrรณ un valor
considerable durante los aรฑos del Gran Terror. En 1938, cuando
su segunda esposa, Olga Mikhailovna, fue detenida, Grossman adoptรณ
a los dos hijos de su marido anterior, Boris Guber, que habรญa
sido detenido un aรฑo antes; de no ser por la acciรณn de
Grossman, los niรฑos podrรญan haber sido mandados a un
campo. Grossman escribiรณ entonces a Nikolai Yezhov, el cรฉlebre
director del NKDV, seรฑalando que Olga era ahora su esposa y
que no debรญa ser hecha responsable de su anterior marido, con
el que habรญa roto por completo; mรกs tarde, ese mismo
aรฑo, fue liberada. Un amigo de Grossman, Semyon Lipkin,
comentรณ: โTodo esto podrรญa parecer perfectamente
normal, pero sรณlo un hombre muy valiente se hubiera atrevido a
escribir una carta como รฉsa al principal verdugo del Estado.โ
El
desplazamiento de Grossman hacia la disidencia fue gradual. Durante
los aรฑos de la guerra pareciรณ no tener miedo ni de los
alemanes ni del NKDV; en 1952, sin embargo, a medida que la campaรฑa
antijudรญa de Stalin ganaba en intensidad, Grossman aceptรณ
firmar una carta oficial en la que se pedรญa el castigo mรกs
severo para los mรฉdicos judรญos supuestamente implicados
en un complot contra Stalin. Es posible que aquello fuera una
aberraciรณn; como la mayor parte de la gente, actuaba
inconsecuentemente. De hecho, Vida
y destino es una enciclopedia de las complejidades de la
vida bajo el totalitarismo, y nadie ha articulado mejor que Grossman
lo difรญcil que le resulta a un individuo resistir sus
presiones:
Pero
una fuerza invisible lo aplastaba. Sentรญa su peso, su poder
hipnรณtico; lo estaba obligando a pensar como querรญa, a
escribir como le dictaba. Esa fuerza estaba en su interior; podรญa
disolver su voluntad y hacer que su corazรณn dejara de latir
[…] Sรณlo a la gente que nunca ha sentido una fuerza como esa
en su interior puede sorprenderle que otros se rindan a ella. Los que
la han sentido, por otro lado, se asombran de que un hombre pueda
rebelarse contra ella aunque sea por un momento, con una sรบbita
palabra de ira, un tรญmido gesto de protesta.
Grossman
no tratรณ de ocultarse sus propios defectos. Se reprobaba, por
encima de todo, no haber logrado evacuar a su madre de Berdichev
despuรฉs de la invasiรณn alemana en 1941.
Tambiรฉn,
no obstante, culpaba a su esposa, que no se llevaba bien con su
madre. Poco antes de la guerra, Grossman habรญa sugerido que
invitaran a su madre a vivir con ellos en Moscรบ, y Olga habรญa
respondido que no disponรญan de espacio suficiente. En
septiembre de 1941, Yekaterina Savelievna fue asesinada por los
alemanes junto a los mรกs de treinta mil judรญos de
Berdichev. Aรฑos mรกs tarde, tras la muerte de Grossman,
se encontrรณ un sobre entre sus papeles; en รฉl habรญa
dos cartas que habรญa escrito a su madre muerta en 1950 y 1961,
en el noveno y vigรฉsimo aniversario de su fallecimiento, junto
con dos fotografรญas. En la primera carta, Grossman escribe:
โHe intentado […] cientos de veces imaginar cรณmo moriste,
cรณmo caminaste para encontrarte con la muerte. He intentado
imaginar a la persona que te matรณ. Fue la รบltima
persona que te vio. Sรฉ que estuviste pensando en mรญ
[…] durante todo este tiempo.โ Una fotografรญa muestra a su
madre con Vasili de niรฑo; la otra, que Grossman le cogiรณ
a un oficial de las ss muerto, muestra centenares de cadรกveres
desnudos de mujeres y chicas en un inmenso agujero.
Grossman
pudo haber considerado la guerra como una oportunidad para redimirse.
Se ofreciรณ voluntario como soldado raso a pesar de su mala
salud. Destinado, sin embargo, a Estrella
Roja, el periรณdico del Ejรฉrcito Rojo,
rรกpidamente se ganรณ los elogios como valeroso
corresponsal de guerra. Cubriรณ todas las batallas principales
desde la defensa de Moscรบ hasta la caรญda de Berlรญn,
y sus artรญculos eran apreciados tanto por los soldados como
por los generales. Grupos de soldados de primera lรญnea se
reunรญan mientras uno de ellos leรญa un ejemplar de
Estrella Roja; el
escritor Viktor Nekrasov, que sirviรณ en Stalingrado, recordaba
que โlos periรณdicos con artรญculos de Grossman y
[Ilya] Ehrenburg eran leรญdos y releรญdos por nosotros
hasta que quedaban hechos jironesโ.
Ningรบn
otro periodista escribรญa con la misma consideraciรณn por
lo que Grossman llamaba la โdespiadada verdad de la guerraโ. Lo
que escribรญa en sus cuadernos, sin embargo, era todavรญa
mรกs intransigente; muchos pasajes, en caso de haber sido
vistos por el NKDV, le habrรญan costado la vida; algunos
retrataban con dureza a importantes mandos, otros trataban asuntos
tabรบ como la deserciรณn y la colaboraciรณn con los
alemanes. Los cuadernos estรกn lleno de detalles sorprendentes:
en una nota temprana se refiere al โolor habitual de la lรญnea
del frente, una mezcla entre el de la morgue y el de un herreroโ.
Quizรก
temeroso de intimidar a la gente, Grossman nunca tomaba notas durante
las entrevistas y se fiaba de su notable memoria. Era capaz de
ganarse la confianza de personas de toda clase y condiciรณn:
francotiradores, generales, pilotos de bombardero, soldados en un
batallรณn penal soviรฉtico, campesinos, prisioneros
alemanes o maestros que habรญan seguido trabajando culposamente
en el territorio ocupado por los alemanes.
En
1943, tras la rendiciรณn alemana en Stalingrado, Grossman
estaba con las primeras unidades del Ejรฉrcito Rojo que
liberaron Ucrania. Supo de Babi Yar, donde cien mil personas, la
mayorรญa de ellas judรญas, fueron masacradas. Poco
despuรฉs, en Berdichev, conociรณ los detalles de la
muerte de su madre. Su noticia โEl viejo maestroโ y el artรญculo
โUcrania sin judรญosโ se hallan entre los primeros
testimonios de la Shoah
en cualquier lengua. Y el vรญvido aunque sobrio artรญculo
de Grossman โEl infierno de Treblinkaโ (finales de 1944), primer
artรญculo en cualquier lengua sobre un campo de la muerte nazi,
fue vuelto a publicar y utilizado como testimonio en los juicios de
Nรบremberg.
Grossman
fue el primero en investigar la masacre de Ucrania, que marcรณ
el principio de la Shoah,
y los campos de la muerte en Polonia, que fueron su culminaciรณn.
Las ss trataron de destruir todo rastro de Treblinka, pero Grossman
entrevistรณ a campesinos locales y a los cuarenta
supervivientes y reconstruyรณ el funcionamiento del campo.
Escribe perspicazmente sobre el papel jugado por el engaรฑo,
sobre cรณmo los โpsiquiatras de la muerte de las ssโ
lograban โconfundir el entendimiento de la gente una vez mรกs,
espolvorearlo de esperanza […] Las mujeres y los niรฑos
debรญan quitarse los zapatos […] Debรญan dejar los
calcetines en el interior de los zapatos […] Ser ordenados […]
Para ir a los baรฑos habรญa que llevar los documentos,
una toalla…โ
La
lรญnea oficial soviรฉtica, con todo, fue que todas las
nacionalidades habรญan sufrido por igual bajo Hitler. La
recriminaciรณn habitual a los que hacรญan hincapiรฉ
en el sufrimiento de los judรญos era: โยกNo dividรกis
a los muertos!โ Reconocer que los judรญos constituรญan
la abrumadora mayorรญa de los muertos habrรญa requerido
reconocer que otras nacionalidades soviรฉticas โy
especialmente los ucranianosโ habรญan sido cรณmplices
del genocidio; en cualquier caso, Stalin era antisemita. Entre 1943 y
1946, junto a Ilya Ehrenburg, Grossman trabajรณ para el comitรฉ
judรญo antifascista en El
libro negro, un testimonio documental de las masacres de
judรญos en suelo soviรฉtico y polaco. Nunca fue
publicado.
La
novela El pueblo inmortal
(1943), al igual que Stepan
Kolโchugin, fue nominada al premio Stalin pero vetada
por Stalin a pesar de que el comitรฉ la habรญa votado
unรกnimemente. En el momento de la publicaciรณn, en 1952,
de su novela relativamente ortodoxa Por
una causa justa, otros miembros prominentes del comitรฉ
judรญo antifascista habรญan sido detenidos o asesinados y
una nueva oleada de purgas estaba a punto de empezar; de no ser por
la muerte de Stalin en marzo de 1953, Grossman habrรญa sido
casi sin duda arrestado.
Durante
los aรฑos siguientes, Grossman gozรณ del reconocimiento
pรบblico. Recibiรณ una prestigiosa condecoraciรณn,
la Bandera Roja al Trabajo, y Por
una causa justa volviรณ a ser publicada. Mientras
tanto estaba trabajando en sus dos obras maestras, Vida
y destino y Todo
fluye, ninguna de las cuales serรญa publicada en
Rusia hasta finales de los aรฑos ochenta. Pensada como una
secuela de Por una causa
justa, Vida y
destino resulta mejor vista como una novela distinta que
incluye muchos de sus personajes. Es importante no sรณlo como
literatura, sino tambiรฉn como historia; no tenemos un retrato
mรกs completo de la Rusia estalinista. El poder de otros
escritores disidentes โShalamov, Solzhenitsin, Mandelstamโ
proviene de su condiciรณn de ajenos al sistema; el poder de
Grossman proviene al menos en parte de su รญntimo conocimiento
de todos los niveles de la sociedad soviรฉtica. En Vida
y destino, Grossman consigue lo que muchos otros
escritores soviรฉticos intentaron y no lograron conseguir: un
retrato de toda una era. Cada personaje, por vรญvido que sea su
retrato, representa un grupo o una clase en particular y soporta un
destino que ejemplifica a su clase: Shtrum, el intelectual judรญo;
Getmanov, el cรญnico funcionario estalinista; Abarchuk y
Krymov, dos de los miles de โviejos bolcheviquesโ detenidos en
los aรฑos treinta; Novikov, el honorable oficial cuya capacidad
fue reconocida sรณlo cuando los desastres de 1941 llevaron a
las autoridades, al menos durante algunos aรฑos, a valorar la
competencia militar por encima de la posesiรณn de las
credenciales de partido adecuadas. No hay nada estrambรณtico en
la novela, estilรญstica o estructuralmente. Pero pese al
cuestionamiento moral y la herรฉtica igualaciรณn de
comunismo y fascismo de Grossman, Vida
y destino habrรญa estado cerca de satisfacer la
demanda de las autoridades de una รฉpica verdaderamente
soviรฉtica.
En
octubre de 1960, en contra del consejo de dos de sus mejores amigos,
Semyon Lipkin y Yekaterina Zabolotskaya, Grossman entregรณ el
manuscrito de Vida y destino
a los editores de Znamya.
Era el momento cumbre del โdeshieloโ de Jruchov y Grossman creรญa
que la novela podrรญa ser publicada. Pero en febrero de 1961,
tres agentes del KGB fueron a su apartamento para confiscar el
manuscrito y todo el material relacionado, incluso el papel de carbรณn
y las cintas de la mรกquina de escribir. Ningรบn otro
libro, aparte de Archipiรฉlago
Gulag, fue considerado nunca tan peligroso. En muchos
sentidos, Grossman parecรญa cooperar, llevando a los agentes
del KGB hasta su primo y sus dos mecanรณgrafos para que
pudieran confiscar el resto de copias del manuscrito. Lo que el KGB,
sorprendentemente, no fue capaz de descubrir es que Grossman habรญa
hecho dos copias mรกs; habรญa dejado una con Semyon
Lipkin y la otra con Lyolya Dominikina, un amigo de los tiempos de
estudiante que no tenรญa ninguna relaciรณn con el mundo
literario.
Mucha
gente opina que Grossman fue locamente cรกndido al imaginar que
Vida y destino
podrรญa haber sido publicada. Pero Igor Golomstock, el
crรญtico, me ha hablado de las elevadas esperanzas albergadas,
despuรฉs de la denuncia de Stalin por parte de Jruchov en 1956,
por muchas personas que se mostraban profundamente crรญticas
con el rรฉgimen soviรฉtico pero que โcomo Grossmanโ
habรญan vivido en su seno. Lipkin deja claro que Grossman sabรญa
que podรญa ser detenido; en mi opiniรณn, estaba harto de
mentir, harto de transigir ante las caprichosas exigencias de las
autoridades. No preveรญa que las autoridades pudieran dar el
infrecuente paso de no detenerle a รฉl sino a su novela.
Grossman
siguiรณ exigiendo que su novela fuera publicada. Posteriormente
serรญa citado por Mikhail Suslov, principal ideรณlogo de
los aรฑos de Jruchov y Brezhnov. Suslov repitiรณ algo que
Grossman ya habรญa oรญdo antes: que la novela no podrรญa
ser publicada durante doscientos o trescientos aรฑos. Al
hacerlo, estaba reconociendo implรญcitamente la duradera
importancia de la novela.
Temeroso
de que la novela pudiera haberse perdido para siempre, Grossman cayรณ
en una depresiรณn. Pero no dejรณ de trabajar. Ademรกs
de escribir La paz estรก
con vosotros, el vรญvido relato de un viaje por
Armenia, siguiรณ revisando Todo
fluye, una obra incluso mรกs crรญtica con la
sociedad soviรฉtica que Vida
y destino. Grossman, con todo, sufrรญa un cรกncer
de estรณmago; a รบltima hora del 14 de septiembre, la
vรญspera del decimotercer aniversario de la masacre de judรญos
en Berdichev, muriรณ.
?
Grossman
escribiรณ en una ocasiรณn que el รบnico libro que
podรญa leer durante los combates en las calles de Stalingrado
fue Guerra y paz;
su elecciรณn de un tรญtulo de resonancias similares casi
reta al lector a comparar ambas novelas. Vida
y destino resiste bien la comparaciรณn. La evocaciรณn
de Grossman de Stalingrado es al menos tan vรญvida como la
evocaciรณn de Tolstoi de Austerlitz. Como Tolstoi, Grossman
adopta muchos puntos de vista: desde el del soldado raso hasta el del
historiador o el filรณsofo. Las reflexiones generales de
Grossman son mรกs interesantes y variadas que las de Tolstoi.
En ocasiones su fuerza se halla menos en la imaginaciรณn que en
la lenta y deliberativa lรณgica; la singular idea de que los
estados totalitarios operan con los mismos principios que la fรญsica
moderna, que ambas cosas estรกn mรกs preocupadas por las
probabilidades que por la causa y el efecto, mรกs por vastos
conjuntos que por personas o partรญculas individuales, recorre
la novela por completo. En ocasiones la lรณgica y la poesรญa
se combinan; la imagen de Stalin arrebatando de manos de Hitler la
espada del antisemitismo en Stalingrado es una coda a la idea de que
el nazismo y el estalinismo son esencialmente el mismo fenรณmeno.
Grossman
expresa sus propias creencias con la mayor franqueza por medio de una
tesis en favor de una โamabilidad sin sentidoโ escrita por un
personaje llamado Ikonnikov, un antiguo tolstoiano que recientemente
habรญa presenciado la masacre de veinte mil judรญos.
Antes de condenarse a sรญ mismo a muerte al negarse a trabajar
en la construcciรณn de una cรกmara de gas, Ikonnikov
acude a un sacerdote italiano y le pregunta en una acuciante mezcla
de italiano, francรฉs y alemรกn: โQue
dois-je faire, mio padre, nous travaillon dans una Vernichtungslagerโ
(โยฟQuรฉ debo hacer, padre mรญo? Estamos
trabajando en un campo de la muerteโ.) Grossman es capaz de muchas
clases de poesรญa, desde la elocuencia denunciadora hasta el
lenguaje parloteado, roto, de Ikonnikov; sรณlo se entrega a la
poesรญa, no obstante, cuando el lenguaje mรกs ordinario
deja de ser adecuado.
Sรณlo
en un aspecto, quizรก, es Grossman eclipsado por Tolstoi:
carece de la habilidad de Tolstoi para evocar la riqueza, la plenitud
de la vida. No hay nada en Vida
y destino que iguale el retrato que Tolstoi hace de la
joven Natasha Rostova. Grossman, con todo, escribe sobre uno de los
perรญodos mรกs oscuros de la historia europea, y el tono
general de su novela es, correspondientemente, sombrรญo. Sin
embargo, Grossman no carece de amor, fe y esperanza; incluso hay una
especie de optimismo en su creencia de que nunca nos es imposible
obrar moralmente y humanamente, incluso en un campo de trabajo
soviรฉtico o nazi. Y esta sutil comprensiรณn de la culpa,
la inseguridad y la duplicidad, del dolor y la complejidad de la
elecciรณn moral da a su obra un valor duradero.
Esta
sutileza de la comprensiรณn moral es una de las muchas
cualidades que vinculan a Grossman con un escritor que trabajaba en
una escala completamente distinta: Anton Chejov. Muchos capรญtulos
de Vida y destino
son como cuentos de Chejov. Hay una ironรญa chejoviana en el
capรญtulo sobre Klimov, un joven soldado en Stalingrado que
durante un bombardeo se ve obligado a ocultarse en un crรกter
durante varias horas. Pensando que estรก tendido junto a un
camarada ruso y sintiendo una inusitada necesidad de calor humano,
este dotado asesino le da la mano a un soldado alemรกn que se
ha refugiado en el mismo crรกter. Sรณlo cuando cesa el
bombardeo los dos soldados se percatan de su error compartido; salen
trepando en silencio, ambos temerosos de ser vistos por un superior y
acusados de colaboraciรณn.
Asรญ
como buena parte de Vida y
destino puede ser leรญda como una serie de
miniaturas, tambiรฉn los cuentos de Chejov โen opiniรณn
de Grossman-โ pueden ser leรญdos como una sola narraciรณn
รฉpica. El tributo que un personaje de Grossman rinde a Chejov
es una declaraciรณn de las esperanzas y creencias de Grossman:
โChejov metiรณ a Rusia en nuestras conciencias en toda su
vastedad […] Dijo, dejemos a Dios โy todas esas grandes ideas
progresistasโ a un lado. Empecemos con el hombre; seamos amables y
atentos con el hombre individual, sea un obispo, un campesino, un
magnate de la industria, un prisionero en las islas Sajalin o el
camarero de un restaurante. Empecemos con respeto, compasiรณn y
amor por el individuo o no llegaremos a ninguna parte.โ
Vida
y destino podrรญa quizรก
ser considerada una รฉpica chejoviana sobre la naturaleza
humana; como cualquier gran รฉpica, en ocasiones hace aรฑicos
su propio marco. En el tren hacia un campo de la muerte, Sofya
Osipovna Levinton, una doctora de mediana edad sin hijos, โadoptaโ
a David, un niรฑo pequeรฑo al que Grossman ha dado un
buen nรบmero de sus recuerdos de infancia, asรญ como el
dรญa de su aniversario: el 12 de diciembre. Negรกndose a
abandonar a David o al pueblo judรญo con el que ahora se
identifica por primera vez, Sofya sacrifica su vida al no responder
cuando un oficial alemรกn ordena a los doctores presentes que
se identifiquen. Sofya y David estรกn entre la muchedumbre que
se ve empujada hacia la cรกmara de gas. David muere en primer
lugar y Sofya siente su cuerpo hundiรฉndose entre sus brazos.
El capรญtulo termina: โEse niรฑo, con su ligero cuerpo
de pรกjaro, se marchรณ antes que ella. โMe he
convertido en una madreโ, pensรณ ella. Fue su รบltimo
pensamiento. Su corazรณn, con todo, todavรญa contenรญa
vida: se contrajo, le doliรณ y sintiรณ pena por todos
vosotros, vivos y muertos; Sofya Osipovna sintiรณ una oleada de
nรกusea. Se apretรณ contra David, ahora un muรฑeco;
se muriรณ, una muรฑeca.โ
Como
dijo en una carta a Ilya Ehrenburg acerca de El
libro negro, Grossman sentรญa que su obligaciรณn
moral era hablar en nombre de los muertos, โen nombre de los que
yacen en la tierraโ. Tambiรฉn se sentรญa sostenido por
los muertos; creรญa que su fuerza podrรญa ayudarle a
completar su deber con los vivos. Esto resulta evidente en la
cautelosamente optimista conclusiรณn de la historia de Viktor
Shtrum. Despuรฉs de, inusitadamente, traicionar a hombres que
sabe que son inocentes solamente porque no puede soportar la idea de
perder algunos nuevos privilegios, Shtrum expresa la esperanza de que
su madre muerta le ayude a actuar mejor en la prรณxima ocasiรณn;
sus รบltimas palabras en la novela son: โEntonces, ya veremos
[…] Quizรก tenga la fortaleza necesaria. Tu fortaleza,
madre…โ
Los
sentimientos de Grossman son revelados aun con mayor claridad en la
carta que escribiรณ a su madre en el vigรฉsimo
aniversario de su muerte: โYo soy tรบ, querida madre, y
mientras yo viva, tรบ tambiรฉn lo harรกs. Cuando
muera tรบ seguirรกs viviendo en este libro que te he
dedicado y cuyo destino estรก estrechamente atado a tu
destino.โ Su percepciรณn de que la vida de su madre
continuaba en el libro parece que le hizo sentir que Vida
y destino era un ser vivo. Su carta a Jruchov termina con
un desafรญo: โNo hay sentido ni verdad en mi actual
situaciรณn, en mi libertad fรญsica mientras el libro al
que he dedicado mi vida estรก en la cรกrcel. Pues yo lo
escribรญ, y no lo he repudiado y no lo estoy repudiando […]
Pido libertad para mi libro.โ
John
Garrard ha escrito acerca de lo que รฉl llama โdos heridas
abiertasโ en relaciรณn con Grossman. La primera es la cultura
del silencio que existe hasta el dรญa de hoy en el antiguo
territorio soviรฉtico acerca de la colaboraciรณn de parte
de la poblaciรณn local en las muertes de los judรญos
soviรฉticos. La segunda tiene que ver con la batalla de
Stalingrado. En el muro que lleva al famoso mausoleo de Stalingrado,
un soldado alemรกn expresa en grandes letras de granito: โNos
estรกn atacando de nuevo. ยฟPueden ser mortales?โ En el
interior del mausoleo las palabras de respuesta de un soldado del
Ejรฉrcito Rojo aparecen cubiertas de oro: โSรญ, somos
mortales, y pocos de nosotros sobrevivieron, pero todos cumplimos
nuestro deber ante la Santa Madre Rusia.โ Aunque estas palabras
estรกn tomadas de โEn la lรญnea de la campaรฑa
principalโ, un artรญculo publicado por primera vez por
Grossman en Estrella Roja
y reimpreso en el Pravda,
los diseรฑadores del memorial no reconocieron a Grossman como
su autor. Los guรญas del monumento siguen afirmando que no
saben quiรฉn escribiรณ esas palabras.
Mientras
se construรญa el memorial, Grossman muriรณ en la
oscuridad. El memorial fue empezado en 1959 y terminado en 1967; Vida
y destino fue โdetenidaโ en 1961 y Grossman muriรณ
en 1964. Fue como si las autoridades optaran por enfrentarse a
Grossman dividiรฉndole en dos figuras separadas: un judรญo
disidente cuya obra debรญa ser silenciada, y una โvoz del
pueblo soviรฉticoโ cuyas palabras serรญan grabadas en
grandes letras siempre y cuando no se mencionara su nombre. Grossman
probablemente se habrรญa encogido de hombros ante esa omisiรณn;
lo que le habrรญa disgustado mรกs habrรญa sido la
renuencia de la gente a escuchar lo que รฉl habรญa dicho
โen nombre de los que yacen en la tierraโ. ~
Traducciรณn
de Ramรณn Gonzรกlez Fรฉrriz
Publicado
originalmente en Prospect,
ยฉ Robert Chandler