El corazón sagrado de Zagreo
rodaba entre cenizas por el suelo
Espejo entre juguetes elegido
juguete de los perros sin el niño
Al acecho palpita entre las piedras
el reflejo sangrante de la hiedra
Casi invisible si su luz no fuera
tenue zumbo de vida a ras de tierra
Una linfa no vista lo alimenta
en la luz que destila se deleita
Irradian de su centro claros hilos
la víscera palpita luz de vidrio
Imagen del espejo oscurecido
la blanca faz del cazador furtivo
Enredado en sus hilos luminosos
lo que menos espera son dos ojos
Incapaces de ver entre hebras rotas
el hilo fino que cruza las cosas
No toca tierra el corazón radiante
ceniza y luz lo envuelven como un guante
Luz que la luz del vidrio apenas roza
la delicada mano de una diosa
Lo alza en el aire el aire y se lo lleva
y de la tierra un haz de luz se eleva
Late en sus dedos la encarnada huella
del corazón de la imantada estrella
Más pensada que vista luz oculta
la solícita mano que lo ausculta
Y al tocarlo lo escucha y lo piensa
y al pensar lo descubre y lo tienta
Vibra el hilo al contacto divino
¡Si sigue vivo el corazón del niño!
Como un cristal que arde blanco enjambre
que rezumando luz en luz se parte
Al suelo cae la cal que lo cubría
vidrio desnudo transparenta el día
El día que nace dentro de sí mismo
y se prolonga con hilos de vidrio
Y rezumba la víscera invisible
se iluminan sus venas irascibles
Levemente se tiñen en el aire
de rojo de violetas y de carne
Se deshila la luz en claro lino
y el vidrio se desangra por sus brillos
Imagen de la víscera sin velo
el mundo calcinado en el espejo
Y de pronto otra mano lo levanta
hasta el oscuro pecho de una estatua
La frente se ilumina y se despierta
el corazón deseante de la hiedra
y zumba cada vena y cada hebra ~