El 68 ante la ley

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Josรฉ Ramรณn Cossรญo

Biografรญa judicial del 68. El uso polรญtico del derecho contra el movimiento estudiantil

Ciudad de Mรฉxico, Debate, 2020, 464 pp.

En los รบltimos aรฑos se han publicado libros que remueven interpretaciones tradicionales sobre el movimiento estudiantil mexicano de 1968 y su represiรณn por parte del gobierno de Gustavo Dรญaz Ordaz. Algunos autores, como Hรฉctor Jimรฉnez Guzmรกn, han cuestionado directamente esas rutas interpretativas. Otros, como Jacinto Rodrรญguez Munguรญa, han preferido centrarse en la disputa sobre el 68 en el campo intelectual, desde los textos confrontados de Emilio Uranga y Octavio Paz, Mario Moya Palencia y Carlos Fuentes. Otros mรกs, como Ariel Rodrรญguez Kuri, han reconstruido el 68 desde la historia social de la ciudad y el peso ceremonial y polรญtico de los Juegos Olรญmpicos.

El libro mรกs reciente del jurista y exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Naciรณn Josรฉ Ramรณn Cossรญo propone otra mirada al mismo fenรณmeno, desde la perspectiva del proceso judicial abierto contra 68 implicados en diversas manifestaciones pรบblicas, entre julio y octubre de aquel aรฑo. Cossรญo reproduce la informaciรณn bรกsica de las cuatro averiguaciones previas, las declaraciones y los careos, los juicios y, finalmente, las sentencias dictadas en noviembre de 1970 por el juez primero de distrito Eduardo Ferrer Mac-Gregor. A pesar del cรบmulo de informaciรณn jurรญdica que se transcribe, el libro contiene una reflexiรณn valiosa y accesible sobre la prรกctica del derecho bajo un rรฉgimen autoritario.

En las averiguaciones previas se observan las diversas formas en que los procesados ofrecรญan declaraciรณn. Algunos eran prolijos y se detenรญan en nombres, organizaciones y motivos. Otros eran parcos o elusivos, sin mayor reparo a ser asumidos como cรณmplices o culpables. Otros mรกs se proyectaban, abiertamente, como opositores polรญticos y no ocultaban su identificaciรณn con el comunismo y su militancia en organizaciones socialistas o, especรญficamente, trotskistas y maoรญstas. Caso emblemรกtico de estos รบltimos fue el escritor Josรฉ Revueltas, quien, desde su primera declaraciรณn ministerial, el 18 de noviembre de 1968, dijo que era comunista desde los catorce aรฑos, que estaba en desacuerdo con el sistema polรญtico mexicano y trabajaba por su โ€œtransformaciรณn socialistaโ€, y que apoyรณ el movimiento universitario con el fin de crear un โ€œsolo frente de lucha obrero-campesina-estudiantilโ€. Tambiรฉn sostuvo Revueltas que, en principio, no โ€œcreรญa en la lucha armada para derrocar al Gobiernoโ€, que su โ€œarma era su menteโ€, pero que, โ€œen caso de que se cerraran todas las opciones democrรกticasโ€, la violencia revolucionaria estaba justificada.

La diversidad y desconexiรณn dentro de la izquierda mexicana de los aรฑos sesenta era perceptible en aquellas declaraciones. Entre los procesados de mayor edad habรญa polรญticos e intelectuales involucrados en el Movimiento de Liberaciรณn Nacional (MLN) cardenista, como Manuel Marcuรฉ Pardiรฑas, Eli de Gortari y Jorge L. Tamayo, que viajaban con frecuencia a Cuba โ€“Marcuรฉ reconociรณ tener una cuenta bancaria en La Habana, desde donde recibรญa financiamiento del gobierno de la isla para editar la revista Polรญticaโ€“, que afirmaban, sin embargo, no ser miembros del Partido Comunista Mexicano (PCM). Entre los mรกs jรณvenes, en cambio, eran frecuentes los casos de militantes comunistas que insistรญan en no pertenecer a grupos mรกs radicales, de orientaciรณn trotskista o maoรญsta, partidarios de la guerrilla.

A pesar de tantas evidencias en contra, el gobierno de Gustavo Dรญaz Ordaz decidiรณ presentar y juzgar al movimiento estudiantil como punta de lanza del comunismo internacional en Mรฉxico. Los estudiantes, segรบn el cuarto informe presidencial de septiembre de 1968, formaban parte de una trama de voluntades internas y externas decididas a โ€œquebrantar irremisiblemente el orden jurรญdicoโ€. Todo el proceso, como muestra Cossรญo, se puso en funciรณn de esa hipรณtesis, que รบnicamente podรญa exhibir como prueba la asistencia de una delegaciรณn mexicana โ€“integrada por Heberto Castillo y Armando Castillejos por el MLN, Hugo Ponce de Leรณn y Leonel Posadas por el PCM, y Rafael Estrada Villa y Adalberto Pliego por la Organizaciรณn Nacional de Acciรณn Revolucionaria (ONAR)โ€“ a la conferencia de la Organizaciรณn Latinoamericana de Solidaridad (olas), en La Habana, en agosto de 1967, donde se acordรณ respaldar a las nuevas guerrillas marxistas.

La subordinaciรณn del movimiento estudiantil al proyecto de olas ni siquiera intentรณ probarse. Las demandas concretas de los jรณvenes โ€“libertad de presos polรญticos, eliminaciรณn del delito de โ€œdisoluciรณn socialโ€ del Cรณdigo Penal, desapariciรณn del Cuerpo de Granaderos, destituciรณn de los jefes de policรญas Raรบl Mendiola y Luis Cueto, indemnizaciรณn a familiares de muertos y heridos, deslinde de funcionarios frente a la represiรณnโ€“ no respondรญan al esquema de la lucha armada. Los delitos que se imputaron a los acusados โ€“daรฑo a la propiedad, ataques a vรญas de comunicaciรณn, sediciรณn, incitaciรณn a la revuelta, asociaciรณn delictuosa, despojo, robo…โ€“ apuntaban a una criminalizaciรณn de la oposiciรณn polรญtica pero no a la exposiciรณn de un proyecto insurreccional.

Para complicar mรกs la hipรณtesis, en 1968 el gobierno cubano dio un giro en su estrategia ideolรณgica en Amรฉrica Latina, tomando alguna distancia del modelo guerrillero, rechazando el mayo francรฉs y respaldando a la urss en la invasiรณn de Checoslovaquia. Sergio Aguayo y otros autores han sugerido que para octubre de 1968 la posiciรณn oficial cubana era mรกs favorable al gobierno de Gustavo Dรญaz Ordaz que al movimiento estudiantil. A pesar de ello, la โ€œmalla conspirativaโ€ del rรฉgimen mexicano, como le dice Cossรญo โ€“โ€œred imaginariaโ€ le habrรญa llamado Roger Bartraโ€“, siguiรณ su curso y โ€œcubriรณ todo y a todosโ€.

Este libro intenta una de las explicaciones mรกs convincentes de aquella lรณgica represiva. El proceso y encarcelamiento de los lรญderes del 68 no respondiรณ al miedo a un golpe de Estado, ni a la creencia en una verdadera conspiraciรณn comunista que desatarรญa una insurrecciรณn nacional. El motivo fue mรกs banal y, a la vez, contingente: โ€œlimpiar al paรญs de agentes disruptivos ante el peligro de que actuaran contra los Juegos Olรญmpicosโ€. Esa motivaciรณn, sin embargo, no impedรญa que las fuerzas mรกs reaccionarias del sistema aprovecharan la causa judicial para hacer avanzar la campaรฑa anticomunista.

El anticomunismo era la ultima ratio en un expediente judicial que Cossรญo no duda en llamar โ€œdeficienteโ€ y โ€œdesastrosoโ€. Conclusiรณn esta que refuerza la nueva corriente historiogrรกfica que tiende a cuestionar el excepcionalismo del sistema polรญtico mexicano dentro de la Guerra Frรญa latinoamericana. La documentaciรณn de la causa judicial del gobierno de Gustavo Dรญaz Ordaz contra el movimiento estudiantil del 68 acerca mรกs al Mรฉxico de la hegemonรญa priista y el presidencialismo ilimitado a la experiencia del autoritarismo de las derechas anticomunistas en Amรฉrica Latina. ~

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(Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y crรญtico literario.


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