El caballero oscuro

Arthur Schnitzler, novelista, dramaturgo y mรฉdico, viviรณ a principios de la dรฉcada de los veinte una etapa turbulenta debido al repudio que provocรณ su obra teatral La ronda. El pรบblico aรบn no estaba listo para su arriesgada propuesta en torno a la sexualidad.
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Sรญ, en las calles y cafรฉs de Viena Arthur Schnitzler tenรญa esa fama: oscuro, pesimista, raro. Rasgos de su carรกcter, sumados a la trayectoria de una biografรญa con tintes kafkianos o trรกgicos, Schnitzler no fue un hombre ni sencillo ni parecido a alguien mรกs. Si hay algo que puede definir mejor su singularidad es que fue el personaje de sรญ mismo, demasiado parecido a sus ficciones y, a veces, a las tramas de sus obras.

Su prestigio literario fue disparejo: novelista denso, dramaturgo innovador, guionista osado, articulista genial, se desnudรณ en sus diarios. Siempre implacable con su mirada a los errores humanos, estudioso de las almas rotas. Ni quรฉ decir de su sex appeal y su clรกsica elegancia, de sus amigos brillantes y, claro, de su reconocido consultorio mรฉdico.

Schnitzler fue carne de su tiempo. En la Viena de los psiquiatras desatados, periodistas histriรณnicos, compositores furiosos, poetas endemoniados y mujeres perversas, รฉl viviรณ en cuerpo y alma esa rabia subjetiva de quienes indagan en la oscuridad. Amor, muerte, sexo, lazos sociales desfigurados, la ficciรณn de la realidad, y viceversa, fueron sus obsesiones expresadas tanto en su obra como en sus diarios, donde se huele angustia por no perder el pulso creativo.

Tambiรฉn interesado en el hipnotismo y la neurastenia, se pisaba los talones con Freud. Es conocida la opiniรณn que Freud tenรญa de รฉl, y los chismes literarios defienden que la envidia era obvia. Freud dijo que con Schnitzler sentรญa el sรญndrome de Sosias: podrรญa ser รฉl o le gustarรญa ser รฉl, o se imaginaba ser idรฉntico a รฉl. Su breve amistad, que a todos provocรณ morbo, se debiรณ a que las tragedias personales de ambos y la literatura los separaron. Schnitzler dejรณ la medicina y los asuntos de la psique por la escritura.

Fue con el escรกndalo de su obra teatral La ronda donde se hizo mรกs Schnitzler que en ninguno de sus escritos. Esta obra es como un resumen de รฉl mismo y de sus ficciones. Es una estampa humana, donde su mente creadora y sus obsesiones se dieron un largo beso. La ronda es una obra que no se trata de nada. No tiene una trama convencional o aristotรฉlica, en la que un arco dramรกtico arrastra las dolencias de los personajes hacia su inminente destino. Inspirada en los pasos de un baile o en los juegos seductores de un salรณn, La ronda habla del mundo vienรฉs abrumado de secretos, epicentro de una burguesรญa decadente, donde individuos deprimidos o desorientados fingen cordura, cuando se sienten al borde de cualquier locura porque el tiempo โ€“su historiaโ€“ los acosa.

Schnitzler es de los pocos dramaturgos que considera que los personajes son mรกs importantes que la trama. En sintonรญa con las preocupaciones de su entorno sobre la subjetividad, La ronda describe a individuos buscando su calma existencial a partir de furtivos encuentros sexuales. El sexo como aspirina o caverna de la pitonisa, รฉxtasis donde las respuestas fundamentales se responden. Son personajes que buscan encuentros inmediatos, acelerados, arrastran venganza, o son dolo, o furia cosificada. El sexo en estos seres urgidos y ansiosos es tan necesario que, de no tenerlo, habrรญa una cadena de crรญmenes. O un desastre carnรญvoro en dominรณ. No se trata de personajes complejos que estรกn abrumados por sus contradicciones, son arquetipos: la Prostituta, el Soldado, la Camarera, el Seรฑorito, la Dama Joven, el Marido, el Poeta, la Actriz, el Conde, y la Prostituta otra vez. Concebida como una estructura de collar de perlas โ€“asรญ lo dijo Schnitzlerโ€“, cada escena es un cuadro de dos personajes que se liga a la siguiente escena entregando a uno de estos personajes, como estafeta. Y asรญ se va encadenando el camino de la promiscuidad. Puede decirse que los personajes son las perlas y el sexo el hilo que las une. Y el broche de oro del collar, donde se abre y se cierra la ronda erรณtica, es la Prostituta. Sensualidad y destrucciรณn, el toma y daca de las mentes en la ciudad del psicoanรกlisis.

En una รฉpoca donde las tendencias literarias se veneraban y las narrativas se inclinaban al monรณlogo interior, que el mismo Schnitzler adoptรณ en sus novelas, La ronda es un atentado a las modas o las tradiciones. Rompe con la idea teatral de que la trama lo es todo en la dramaturgia. Es una vuelta al arquetipo, a la idea de que una pasiรณn o error trรกgico mueve el mundo, la hibris griega caminando por las calles de Viena. Los personajes de La ronda siguen sus pulsiones, se dejan llevar por esas voces dionisiacas propias y profundas, escuchan su vitalidad, es la oscuridad quien lleva el volante de la acciรณn. Que muera la trama, arriba la hibris. Adiรณs a las diferencias de clase social, vivan las camas donde cualquiera es como tรบ.

Titulada originalmente como La ronda del amor, se estrenรณ en Viena el 1 de febrero de 1921. Poco antes de que se abriera el telรณn alguien lanzรณ una bomba fรฉtida en la sala y la incomodidad empezรณ a fabricar el desastre. Durante la funciรณn hubo gritos, protestas, la gente se saliรณ del teatro. No gustรณ. Despuรฉs se presentรณ en Berlรญn y otras ciudades europeas; siempre recibiรณ agresivas crรญticas y reclamos morales. Se hicieron publicaciones y copias clandestinas, que circularon de mano en mano como una obra tabรบ o de culto. Finalmente, y despuรฉs de varios episodios de escรกndalo, La ronda fue censurada para su presentaciรณn en pรบblico en Viena y en diversos paรญses de Europa en 1922. Se abriรณ un juicio legal por el desproporcionado atrevimiento de su temรกtica. Ese aรฑo, Schnitzler, ya cansado de tanto alegato, guarda la obra en un cajรณn y pide que no se hable ni se represente ni se publique nunca mรกs. Hasta que no pasaron los reglamentarios aรฑos del derecho de autor pรบblico, esta joya dramatรบrgica y teatral permaneciรณ bajo llave hasta 1982.

Para Schnitzler 1922 fue el aรฑo del agotamiento. Es el inicio de un periodo introspectivo y raro. Se cansรณ de pelear contra el mundo que no entendรญa su obra, perseguida por una censura que, como siempre, no caminรณ con la modernidad. El escรกndalo lo drenรณ. Agotado de las opiniones a diestra y siniestra, dio la espalda a sus veleidosos exfans. Terminรณ decepcionado de un pรบblico hipรณcrita que no pudo mirar de frente y sin maquillaje eso que es tan obvio: el sexo mientras mรกs oscuro, mรกs deseado. ~

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(Ciudad de Mรฉxico, 1964) es dramaturga y guionista. Entre sus obras mรกs recientes se encuentran Las relaciones (sexuales) de Shakespeare (y Marlowe) y Grito al cielo con todo mi corazรณn, de 2012 y 2014, respectivamente.


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