La vida cambia en un instante

Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Uno de los artรญculos mรกs hermosos que se escribieron tras fallecer Claudio Lรณpez Lamadrid lo firmรณ Inรฉs Martรญn Rodrigo en ABC, y arrancรณ con esta cita demoledora de El aรฑo del pensamiento mรกgico de Joan Didion: โ€œLa vida cambia deprisa. La vida cambia en un instante. Te sientas a cenar y la vida que conocรญas se acaba.โ€ La novela autobiogrรกfica de Didion cuenta la muerte inesperada de su marido mientras la hija de ambos estaba en coma. La variaciรณn del mismo hecho traumรกtico le da forma. En una entrevista publicada en el diario El Paรญs, la autora estadounidense afirmรณ que dicha forma fue inevitable. โ€œNo me resultรณ posible empezar el libro hasta que comprendรญ que tenรญa que reproducir con toda fidelidad la manera en que vivรญ la experiencia de la muerte de Johnโ€, decรญa. Didion volviรณ obsesivamente sobre los momentos mรกs dolorosos, pues cada vez que los visitaba su visiรณn sobre ellos se transformaba un poco. La experiencia de escribir ese libro fue para ella iluminadora, esto es, transformadora, por la vรญa de la repeticiรณn, pues, en contra de lo que pueda pensarse, retornar a un hecho no produce siempre el mismo efecto, y la experiencia del hecho no se separa de su efecto: por ello se produce la mutaciรณn. Cuando se sufre un shock, los psicรณlogos procuran que quien lo ha padecido hable cuanto antes. No es solo que al compartirlo el dolor se haga mรกs llevadero; es que el significado de la experiencia se puede modificar, que es igual que decir que puede cambiarse la experiencia.

Han pasado tres dรญas desde el deceso de Claudio, y he recordado el artรญculo de Inรฉs y el libro de Didion porque me he sorprendido no pocas veces, durante estas setenta y dos horas, volviendo al momento en el que supe de su muerte, reproduciendo mentalmente esa secuencia que comenzรณ con la oscuridad aรบn leve de las siete de la tarde, cuando me llamรณ una amiga, y yo cortรฉ la llamada porque estaba en plena visita familiar y le escribรญ un whatsapp para decirle que la llamaba luego, y ella me respondiรณ โ€œElvira / Llรกmame / Tengo que decirte una cosaโ€. Esta amiga no es una persona dramรกtica, y por eso me preocupรณ la seriedad de su mensaje. Me levantรฉ de la reuniรณn, salรญ al pasillo, la llamรฉ. โ€œยฟQuรฉ pasa?โ€, fue mi saludo. โ€œA Claudio le ha dado un infartoโ€, dijo ella, y aรฑadiรณ algo que no oรญ o no quise escuchar, algo envuelto en un sollozo. โ€œยฟPero estรก bien?โ€, le preguntรฉ, porque no se me ocurriรณ pensar que hubiese fallecido, como si la idea de muerte no fuera con Claudio, con el todopoderoso Claudio. โ€œElvira, estรก muerto. Estรก en muerte cerebral.โ€

Lo que sigue es estupefacciรณn. Aรบn me dura. No he salido de esas palabras, y por ello las escribo aquรญ. Apenas pude pegar ojo esa madrugada, como si lo velara, y pasรฉ las veinticuatro horas siguientes leyendo artรญculos sobre Claudio, intercambiando mensajes con escritores y escritoras de la casa, con su equipo, con gente que lo querรญa. รšnicamente eso me consolaba. Me di cuenta de que lo de volver al momento exacto en que se recibiรณ la noticia โ€“el impacto, el abismoโ€“ no era solo cosa mรญa. โ€œMe enterรฉ en un restaurante, por la nocheโ€, โ€œme enterรฉ porque me llamรณ fulanitoโ€, โ€œme enterรฉ por un tuitโ€. Habรญa tambiรฉn una necesidad de desarrollar quรฉ habรญa pasado despuรฉs de enterarnos. โ€œLlorรฉ durante mรกs de una horaโ€, โ€œme puse muy nerviosaโ€, โ€œno sabรญa que me fuera a afectar tantoโ€, โ€œestoy aturdidoโ€. De nuevo, la repeticiรณn como manera de afrontar lo incomprensible. Zarandear el asunto a base de regresar a รฉl, a ver si algo cambia.

Ayer fue el funeral en Sant Gervasi, tanatorio que estรก donde Barcelona empieza a ser montaรฑa. Desde รฉl se ve toda la ciudad, y el mar bellรญsimo y cegador por la luz, que caรญa brumosa y al mismo tiempo clara. Unas seiscientas o setecientas personas nos acercamos a despedirnos de Claudio; en la gran estancia donde se dijo una brevรญsima eucaristรญa, y donde la familia y los amigos le dedicaron conmovedores discursos, no hubo asientos para todo el mundo, y la gente se arracimaba donde podรญa. Me vino a la cabeza la pelรญcula ยกQuรฉ bello es vivir!, que cuenta quรฉ pasa cuando alguien falta. Todos somos, en alguna medida, importantes para los demรกs, aunque sea para unas pocas personas o una mascota. Claudio ha sido como James Stewart en la peli de Capra, no porque renunciase a sus sueรฑos, sino por su papel de benefactor para muchos. En unos tuits, Gonzalo Tornรฉ dijo de รฉl que concentrรณ mucho poder rehuyendo la intriga, y que jamรกs se mostrรณ cruel ni cobarde. Y por eso tambiรฉn estรกbamos ahรญ: por su ejemplo moral. ~

+ posts

(Huelva, 1978) es escritora. Ha publicado 'La ciudad en invierno' (Caballo de Troya, 2007) y 'La ciudad feliz' (Mondadori, 2009).


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: