La mayor ola de democratizaciĆ³n en la historia mundial comenzĆ³ con una canciĆ³n. En la madrugada del 25 de abril de 1974 una emisora de radio portuguesa transmitiĆ³ āGrĆ¢ndola, Vila Morenaā, una oda a capela con ritmo de marcha de JosĆ© Afonso, que elogiaba la fraternidad que habĆa encontrado en esa pequeƱa villa. Era la clave acordada por los jĆ³venes capitanes del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), radicalizados por las guerras coloniales, para emprender la marcha en sus tanques hacia Lisboa, donde en cuestiĆ³n de horas derribaron sin mayor derramamiento de sangre la dictadura conservadora del Estado Novo, creado en la dĆ©cada de los treinta del siglo pasado por AntĆ³nio Salazar. La RevoluciĆ³n de los Claveles, llamada asĆ por las flores de abril regaladas por una poblaciĆ³n llena de jĆŗbilo a los soldados, abriĆ³ un periodo de dieciocho meses en que el destino de Portugal estaba en entredicho y hubo una posibilidad real de que se acercara al comunismo. Tuvo un final feliz: despuĆ©s del fracaso de un intento de golpe de la ultraizquierda militar y civil, Portugal emprendiĆ³ el camino de la construcciĆ³n de una democracia liberal europea, inicialmente bajo el liderazgo de MĆ”rio Soares, un socialdemĆ³crata, y el general AntĆ³nio Ramalho Eanes, un militar profesional.
Nadie lo sabĆa en ese momento, pero la revoluciĆ³n portuguesa fue el arranque de lo que Samuel Huntington, un cientĆfico polĆtico de Harvard, mĆ”s tarde llamĆ³ āla tercera ola de la democratizaciĆ³nā en el mundo. Tal como Huntington seƱala en su libro con ese nombre, durante los siguientes quince aƱos unos treinta paĆses pasaron del autoritarismo a la democracia. Primero fueron EspaƱa y Grecia y luego, en los aƱos ochenta, muchos paĆses de AmĆ©rica Latina y finalmente los de Europa Central y del Este y uno que otro paĆs africano como Botsuana y SudĆ”frica.
Las circunstancias variaron. El Ć©xito econĆ³mico de la Comunidad Europea durante los treinta aƱos despuĆ©s de la Segunda Guerra Mundial fue un imĆ”n que atrajo a sus vecinos. En AmĆ©rica Latina la ola democrĆ”tica fue en parte una reacciĆ³n al fracaso econĆ³mico de las dictaduras de los aƱos setenta. Y el colapso del imperio soviĆ©tico permitiĆ³ a los paĆses del antiguo Pacto de Varsovia abrazar las libertades democrĆ”ticas. El denominador comĆŗn fue el sentido de optimismo, que el futuro pertenecĆa a la democracia liberal.
Ahora Portugal celebra el cincuentenario de su revoluciĆ³n en un ambiente mucho mĆ”s pesimista, de guerras en Ucrania y Gaza, de confrontaciĆ³n geopolĆtica, de una revoluciĆ³n tecnolĆ³gica desorientadora y un cambio climĆ”tico que parece igualmente imparable. Ha habido una reversiĆ³n parcial de la tercera ola. SegĆŗn Freedom House, una organizaciĆ³n sin fines de lucro fundada en 1941 que se ocupa de estos asuntos, la libertad en el mundo se ha deteriorado durante dieciocho aƱos consecutivos y el nĆŗmero de paĆses libres se ha reducido de un mĆ”ximo de noventa en 2013 a ochenta y cuatro el aƱo pasado. Este aƱo un nĆŗmero rĆ©cord de personas en el mundo estĆ”n convocadas a votar en elecciones. Pero Freedom House destaca la incidencia creciente de elecciones defectuosas.
A menudo se trata de la acciĆ³n de los āhombres fuertesā, de autĆ³cratas electos que desmantelan la democracia liberal. ErdoÄan en TurquĆa y Modi en la India son ejemplos destacados como en AmĆ©rica Latina lo son Hugo ChĆ”vez, NicolĆ”s Maduro, Daniel Ortega y Nayib Bukele. Se podrĆan aƱadir a esa lista Jair Bolsonaro y, en menor grado, AndrĆ©s Manuel LĆ³pez Obrador. En paralelo hay una pĆ©rdida de fe en la democracia por parte de muchos ciudadanos en Europa, Estados Unidos y AmĆ©rica Latina. Sus causas incluyen la crisis financiera de 2008-10 que llevĆ³ a aƱos de austeridad y en algunos casos la percepciĆ³n de que la Ć©lite polĆtica era corrupta; la migraciĆ³n de la industria a China; el surgimiento de las redes sociales que han favorecido la polarizaciĆ³n y fragmentaciĆ³n de la opiniĆ³n pĆŗblica; en Europa y Estados Unidos el auge de la inmigraciĆ³n descontrolada que ha aportado una sensaciĆ³n de zozobra entre la poblaciĆ³n receptora; y en AmĆ©rica Latina la inseguridad provocada por el auge del crimen organizado. Estos factores llevan a votar por lĆderes populistas. En Portugal ādespuĆ©s de medio siglo con muchos logros, pero con periodos de estancamiento econĆ³mico, una falta de oportunidades que hace que muchos jĆ³venes emigren y la percepciĆ³n de corrupciĆ³nā Chega, un partido de derecha dura formado reciĆ©n en 2019, obtuvo el 18% del voto en la elecciĆ³n legislativa.
Huntington seƱalĆ³ que las olas anteriores de democratizaciĆ³n fueron seguidas por periodos de retroceso en que algunos paĆses volvieron al autoritarismo (como en la dĆ©cada de 1930 por ejemplo). EspeculĆ³ sobre la posibilidad de un revĆ©s de la tercera ola y sugerĆa que podrĆa darse, por ejemplo, si se producĆan debilidades prolongadas en el desempeƱo de las democracias; por el efecto demostraciĆ³n si uno de los grandes poderes, como Rusia, volviese al autoritarismo; o si Estados Unidos dejara de promocionar la democracia. Todas estas circunstancias se han dado en los Ćŗltimos tiempos.
A pesar de todo, la democracia resiste en la mayorĆa de los paĆses de la tercera ola. Esa resiliencia es llamativa. Sugiere que la democracia todavĆa tiene raĆces fuertes. Desde luego hay que regarlas, desarrollando respuestas polĆticas mĆ”s efectivas a las necesidades de la ciudadanĆa e inventando tĆ©cnicas de comunicaciĆ³n polĆtica democrĆ”tica para la era digital. Los capitanes del mfa pensaron que los portugueses querĆan una revoluciĆ³n comunista o socialista. Aunque āGrĆ¢ndola, Vila Morenaā se ha convertido en una especie de himno nacional alternativo, cada vez que fueron consultados, los ciudadanos votaron mayoritariamente por la democracia y la moderaciĆ³n. Todo indica que ese seguirĆ” siendo el caso en Portugal por lo menos. ~
Michael Reid es escritor y periodista. Su libro mĆ”s reciente es āSpain: the trials and triumphs of a modern European countryā (Yale University Press), que publicarĆ” en espaƱol Espasa en febrero de 2024.