Rerum novarum

Desde la publicaciรณn de la encรญclica Rerum novarum, a finales del siglo XIX, la Iglesia catรณlica ha ido adoptando una filosofรญa que privilegia al obrero por sobre otros trabajadores, como los artesanos. Este รฉnfasis con ecos marxistas no ha ayudado, sin embargo, a los mรกs pobres.
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Antes de la Revoluciรณn industrial, la producciรณn era casera. Los campesinos, artesanos, comerciantes, mรฉdicos y abogados vivรญan donde trabajaban todo el dรญa, con su propia herramienta y la cooperaciรณn de su familia. Atendรญan a los clientes que los visitaban, o llevaban sus productos a mercados pรบblicos, que se instalaban y desinstalaban en ciertos lugares y dรญas.

Cuando aparecieron las fรกbricas, reclutaron artesanos que iban a trabajar con su herramienta, su familia, su conocimiento de un oficio. Hubo protestas por las jornadas de todo el dรญa y el trabajo de mujeres y niรฑos. La tradiciรณn gremial de pequeรฑos productores independientes se volviรณ sindical. Empezaron las huelgas y tambiรฉn las represiones.

Los comunistas invitaron a Marx y Engels para redactar un manifiesto que diera forma a sus exigencias, en particular una incendiaria: la reducciรณn de la jornada laboral a ocho horas. El Manifiesto del Partido Comunista (1848) rebasรณ el encargo. Resultรณ una magnรญfica pieza literaria y toda una teorรญa histรณrica basada en una hipรณtesis endeble: la lucha de clases.

Marx y Engels fueron congruentes con sus posiciones hasta extremos absurdos. Desdeรฑaron la vida campesina y la artesanรญa frente a la Revoluciรณn industrial. Elogiaron a la burguesรญa por haberla llevado a cabo. Creyeron que a Mรฉxico le convenรญa ser anexado por los Estados Unidos para industrializarse mรกs pronto. Supeditaron todo a la nueva Revoluciรณn (sucesora de la industrial) que estaba por llegar, encabezada por la nueva clase protagonista de la historia: los obreros. Toda reivindicaciรณn (nacionalismo, feminismo) debรญa esperar al triunfo de la Revoluciรณn. Las obras de caridad eran remedios despreciables frente a la Revoluciรณn, que resolverรญa todo.

La Revoluciรณn nunca llegรณ. El รฉxito del marxismo no fue prรกctico sino ideolรณgico. Sirviรณ de bandera a dictaduras comunistas y anticomunistas. Pero sedujo a intelectuales como Sartre hasta excesos cรณmicos: โ€œConsidero el marxismo como la filosofรญa insuperable [indรฉpassable] de nuestro tiempo.โ€ El marxismo universitario floreciรณ y produjo libros de texto y bestsellers que no leyeron los obreros, y ya nadie lee.

La Iglesia catรณlica padeciรณ la seducciรณn del รฉnfasis obrero. En 1891, el papa Leรณn XIII promulgรณ la encรญclica Rerum novarum [Las cosas nuevas]โ€œsobre la situaciรณn de los obrerosโ€. Fue noticia mundial (en Mรฉxico, se reprodujo รญntegra en cuatro periรณdicos).Conmoviรณ la conciencia cristiana de muchos patrones e inspirรณ la formaciรณn de sindicatos, asociaciones y hasta partidos catรณlicos. En 1940, hubo sacerdotes que fueron mรกs allรก de la predicaciรณn: entraron a las fรกbricas a trabajar como obreros. En 1955, Pรญo XII instituyรณ la fiesta de San Josรฉ Obrero (primero de mayo). La relaciรณn obrero-patronal se proyectรณ al colonialismo (paรญses pobres explotados por paรญses ricos). En 1967, Pablo VI publica la encรญclica Populorum progressio [El desarrollo de los pueblos]. En 1968, en Perรบ, el padre Gustavo Gutiรฉrrez propuso una teologรญa de la liberaciรณn. En 1977, en El Salvador, monseรฑor Romero declarรณ que โ€œla misiรณn de la Iglesia es identificarse con los pobresโ€ (acabรณ asesinado). En 1979, en Puebla, la Conferencia del Episcopado Latinoamericano proclamรณ la โ€œopciรณn preferencial por los pobresโ€.

Pero de toda la poblaciรณn que trabaja, los obreros son una minorรญa; ya no se diga los sindicalizados. Y, en Mรฉxico, un obrero que gana el salario mรญnimo con planta, Seguro Social, Infonavit y las prestaciones de ley, estรก por encima de la mayorรญa de los pobres. Los sacerdotes que prefirieron trabajar como obreros no optaron por los mรกs pobres.

Josรฉ (carpintero que trabajaba en su casa) era artesano, como Jesรบs, sus discรญpulos y Pablo. Pero no se creรณ la advocaciรณn โ€œSan Josรฉ Artesanoโ€. Ni existe una encรญclica dedicada exclusivamente a los artesanos.

La Rerum novarum estรก centrada en las relaciones obrero-patronales. En lo cual fue y sigue siendo importante. Pero hay mucho mรกs en la tradiciรณn cristiana: En la Iglesia primitiva se condenaba al que no compartรญa la totalidad de sus bienes. Los gremios medievales regulaban el aprendizaje, la calidad y los precios de sus productos. El eficaz modelo de desarrollo de Vasco de Quiroga en Michoacรกn. El distributismo de Chesterton. El acompaรฑamiento a los indigentes moribundos de Teresa de Calcuta. La Ciudad de los Niรฑos del padre Carlos en Monterrey.

Nada de eso tiene el aura intelectual del anรกlisis marxista, ni el รฉnfasis obrero, ni la seducciรณn del mito que se desvaneciรณ: la Revoluciรณn.

En su largo papado (1878-1903), Leรณn XIII hizo muchas otras cosas. De especial interรฉs es la importancia que dio a los laicos y la vida intelectual. Propuso como lema โ€œNova et veteraโ€ [lo nuevo no es enemigo de lo viejo] a la Escuela de Lovaina, pidiendo el desarrollo de un nuevo tomismo. Abriรณ la puerta a laicos pensantes para que se manifestaran. Ante esa apertura, tomaron la palabra los โ€œgrandes conversosโ€ (ateos o agnรณsticos) al catolicismo: Lรฉon Bloy, Paul Claudel, Charles Pรฉguy, Gilbert K. Chesterton, Gabriel Marcel, Giovanni Papini, Jacques y Raรฏssa Maritain, Giuseppe Ungaretti, Edith Stein. ~

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(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.


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