La historiografรญa sobre Cuba producida en Estados Unidos ha sido tradicionalmente sofisticada y diversa. En las รบltimas dรฉcadas, esa tradiciรณn se ha renovado con la obra de historiadoras e historiadores nacidos en Cuba o de ascendentes cubanos, formados en las principales universidades estadounidenses. Dos buenos ejemplos de ese rico repertorio serรญan los libros recientes de Samuel Farber y Lillian Guerra, ineludibles a la hora de pensar seriamente la Revoluciรณn cubana.
En esa historiografรญa el pasado de Cuba aparece determinado, con frecuencia, por el vรญnculo con Estados Unidos. No se trata, por supuesto, de una determinaciรณn hegemรณnica, como la de la historiografรญa imperialista de la primera mitad del siglo XX, que atribuรญa a Washington una misiรณn civilizatoria en Cuba. La determinaciรณn funciona, aquรญ, en sentido inverso, ya que la intimidad de los vรญnculos econรณmicos y culturales entre Estados Unidos y Cuba se piensa como un resorte que contribuyรณ a perfilar el nacionalismo insular.
Libros como On becoming Cuban (1999) y The structure of Cuban history (2013) de Louis A. Pรฉrez, Jr., o Sugar, cigars, and Revolution (2018) de Lisandro Pรฉrez, dan cuenta de esa mirada recurrente. En el mismo flanco de esa tradiciรณn historiogrรกfica, aunque con una perspectiva mรกs abierta al marco propiamente nacional de la historia cubana, hay que colocar el mรกs reciente libro de Ada Ferrer, profesora de la Universidad de Nueva York.
Nacida en Cuba en el convulso periodo de la radicalizaciรณn socialista de la Revoluciรณn โo como ella misma dice, โentre la invasiรณn de Bahรญa de Cochinos en 1961 y la Crisis de los Misiles de 1962โโ, Ferrer ha dedicado buena parte de su carrera a investigar la historia social y polรญtica del Caribe entre los siglos XVIII y XIX. Dos libros suyos, Insurgent Cuba (1999), sobre las guerras de independencia de Cuba, y Freedomโs mirror (2014), sobre la Revoluciรณn haitiana, son de lectura obligada en la historiografรญa sobre el Caribe colonial.
En esta nueva obra, Ferrer incursiona en el gรฉnero mรกs divulgativo de las historias generales. Y lo hace con una probada destreza y un manejo flexible e integral de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Los episodios, procesos y conflictos mรกs relevantes de la historia de la isla, entre la llegada de Colรณn al Caribe en 1492 y la muerte de Fidel Castro en 2016, estรกn aquรญ. Pero emergen como parte de una historia comรบn, algo parecida, en estilo y enfoque, a la que emprendiรณ Manuel Moreno Fraginals en Cuba/Espaรฑa. Espaรฑa/Cuba (1995).
Ferrer repasa la breve toma de La Habana por los britรกnicos, entre agosto de 1762 y febrero de 1763, el boom de la plantaciรณn azucarera esclavista en el siglo XIX, las sublevaciones abolicionistas y masรณnicas, los intentos de anexiรณn de la isla a Estados Unidos, las guerras de independencia entre 1868 y 1898, las ocupaciones estadounidenses, la trabajosa construcciรณn de la primera Repรบblica (1902-1933), la Revoluciรณn de los treinta, la segunda Repรบblica (1940-1958), la Revoluciรณn de los cincuenta, la transiciรณn socialista, el periodo especial de los noventa, la sucesiรณn de Raรบl Castro y el traspaso de poderes a Miguel Dรญaz-Canel.
La peculiaridad del relato reside en el peso que se le concede al nexo con Estados Unidos, sin que la dimensiรณn propiamente nacional se desdibuje. Ferrer se detiene en el apoyo que desde Cuba se brindรณ a la Revoluciรณn de independencia de Estados Unidos, a la doble influencia de los revolucionarios norteamericanos y haitianos en las conspiraciones negras del siglo XIX, a la supervivencia del anexionismo en el campo separatista durante la Guerra de los Diez Aรฑos y a la larga y fructรญfera experiencia de Josรฉ Martรญ en Nueva York.
Tambiรฉn repara en detalles que la historia tradicional subestima como el homenaje pรณstumo que se rindiรณ a Antonio Maceo, el hรฉroe mulato de las guerras de independencia, en el Great Hall de Cooper Union, donde habรญa oficiado el reverendo antiesclavista Henry Highland Garnet. O como las redes de solidaridad entre comunidades negras de la isla y Estados Unidos, que se reflejaron tanto en la mรบsica y el deporte, en el jazz y el beisbol, como en el activismo antirracista que recorre la historia de las dos naciones desde fines del siglo XIX hasta las รบltimas dรฉcadas.
En la perspectiva mรกs propiamente nacional, el libro de Ferrer ilumina zonas que el relato oficial oculta. Dedica pรกginas brillantes a reconstruir la conspiraciรณn antiesclavista de Josรฉ Antonio Aponte en 1812 o la ilegalizaciรณn del Partido Independiente de Color y la campaรฑa militar contra los oficiales y soldados negros y mulatos que se levantaron en armas en 1912, encabezados por Ivonet y Estenoz. No duda Ferrer en llamar โfratricidioโ a aquella brutal represiรณn, que engrosa la larga data del racismo cubano, agudizado en los รบltimos aรฑos.
Este es un libro de historia que no excluye el presente. La narraciรณn del restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 2014 y el viaje a La Habana del presidente Barack Obama y su familia, en 2016, trasmite simpatรญa. No asรญ lo que vino despuรฉs, desde el texto de Fidel Castro en Granma, โEl hermano Obamaโ (28/iii/2016), una diatriba contra la normalizaciรณn diplomรกtica, hasta el lanzamiento de la nueva Constituciรณn en 2019 y la toma de posesiรณn, en la mรกxima jefatura del Estado y el Partido Comunista, del sucesor designado Miguel Dรญaz-Canel.
Para un libro como este, la visita a Cuba del primer presidente en funciones de Estados Unidos desde 1959, que ademรกs era el primer afroamericano en la Casa Blanca, habrรญa sido un final de novela. Pero la historia, a diferencia de la ficciรณn, cuestiona tanto los finales como los comienzos. El conflicto entre Estados Unidos y Cuba sigue abierto y, probablemente, no tenga soluciรณn en los tรฉrminos que ambos gobiernos plantean. En todo caso, cualquier salida serรก mรกs accesible si los polรญticos son capaces de asimilar el llamado a escuchar las voces de sus respectivos pueblos, como aconseja este libro. ~
(Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y crรญtico literario.
