Estimado señor Hamill:
Leí con emoción su ensayo titulado “Historia de dos ciudades” en el número cinco de la revista Letras Libres. Vivo en Iztapalapa, cerca del Cerro de la Estrella, y quiero decirle que mucho de lo que usted habla en su artículo sobre lo que sucedía en Nueva York en la década de los ochenta, antes de la llegada del señor Giuliani, está pasando ahora en nuestra delegación: las pandillas se multiplican como hongos en la lluvia, la policía tiene miedo de circular en las noches y la venta de crack y otras drogas hace imposible la vida en nuestras calles y colonias. Muchas gracias por sus palabras, que a todos nos infunden esperanza. Yo sí quiero a mi ciudad y me encabrona que nadie haga nada. Me gustaría hacer algo por ella, pero ¿por dónde empezar? y, sobre todo, ¿con quiénes? –
