ยฟQuรฉ se puede esperar de Quentin Tarantino a estas alturas, 15 aรฑos despuรฉs de Pulp Fiction? Su nueva pelรญcula, Bastardos sin gloria, es una revancha desbocada contra los nazis en la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial. El tรญtulo se refiere a un escuadrรณn de soldados judรญo-estadounidenses a la caza de alemanes del Tercer Reich, pero la trama pronto se aboca a dos atentados simultรกneos e inconexos contra una funciรณn de gala en un pequeรฑo cine parisino, a la que asistirรก el alto mando nazi para ver la รบltima pelรญcula de propaganda de Joseph Goebbels.
La pelรญcula se cuenta en capรญtulos (como Kill Bill) y cuenta asimismo con los sellos que han definido el estilo de Tarantino: humor ingenioso y mordaz, altas dosis de violencia, una banda sonora personalรญsima y un diรกlogo que compite con las rรกfagas de metralleta, aun en otros idiomas pues buena parte de la pelรญcula transcurre en francรฉs y alemรกn.
Bastardos sin gloria brota directamente de dos fuentes. Una es el spaghetti western, cuya influencia se manifiesta sobre todo en los capรญtulos iniciales, con acercamientos de cรกmara sobre los rostros de los personajes a la Sergio Leone y mรบsica de Ennio Morricone. La segunda, mรกs evidente, son las pelรญculas de la Segunda Guerra Mundial en que un pequeรฑo batallรณn tiene una misiรณn maldita, como Doce al patรญbulo o Quel maledetto treno blindato, que se tradujo al inglรฉs como The Inglorious Bastards y cuyo director, Enzo G. Castellari, tiene incluso un pequeรฑo cameo en la cinta de Tarantino.
Abundan las referencias cinematogrรกficas al interior del filme, pero no estorban a quien las desconoce. Para dar sรณlo un ejemplo: el รบnico alemรกn entre los Basterds se llama Hugo Stiglitz supuestamente en honor a un actor mexicano con mรกs de 200 pelรญculas serie B, de cuya existencia de otra manera jamรกs me hubiera enterado.
Uno de los aspectos mejor cuidados es el reparto, tanto en elecciรณn de actores como en asignaciรณn de papeles. Hay algunas estrellas como Brad Pitt, que cumple su rol gesticulante y taquillero sin estorbar demasiado, o Samuel L. Jackson y Harvey Keitel, de quienes aparecen sรณlo las voces, brevemente. Sin embargo, el resto de los actores y actrices son mucho menos conocidos y tienen un gran desempeรฑo, asรญ sea en escenas cortas pero muy efectivas, como ciertos miembros de los Basterds al final de la pelรญcula. Quien se lleva las palmas (literalmente la de oro en Cannes por mejor actor) es Christopher Walzer en el rol de un sedoso villano de quien llega a depender el desenlace de la pelรญcula y hasta de la Segunda Guerra Mundial.
Podrรญa haber una lectura seria en cuanto a quรฉ tanto puede la venganza transformar a las vรญctimas en algo muy cercano a sus victimarios. Pero en realidad, y a pesar del tema, lo que mรกs destaca de Bastardos sin gloria es que sea tan entretenida: dura dos horas y media que ni se sienten sobre la butaca. De aquรญ puede desprenderse la principal crรญtica a Tarantino: que su cine sea mรกs entretenimiento que gran arte. Y sรญ, Bastardos sin gloria difรญcilmente va a cambiarle la vida a nadie; pero a muchos les harรก olvidarse del mundo durante dos horas y media. Eso tambiรฉn debe ser el cine. Reclina el asiento y pasa las palomitas.
– Gonzalo Soltero
(Ciudad de Mรฉxico, 1973) es autor de cinco libros de narrativa. Su libro mรกs reciente es la novela Nada me falta (Textofilia, 2014).