Imagen: escena de Volverte a ver (2020), de Carolina Corral Paredes.

Rastros y luces, la vida despuĆ©s de la desapariciĆ³n

Los documentales que forman parte del ciclo de exhibiciĆ³n digital de Ambulante, Rastros y luces, dan testimonio de los silencios, las ausencias, el dolor y la esperanza de quienes buscan a sus familiares desaparecidos, ante la indiferencia del Estado.
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El ciclo de exhibiciĆ³n digital de Ambulante Rastros y luces: historias contra la desapariciĆ³n, ofrece ventanas al abismo que produce la desapariciĆ³n de personas y la subsecuente bĆŗsqueda o espera. Familias que viven en el anonimato, el miedo y la incertidumbre. Morgues rodantes que inundan de olor a putrefacciĆ³n barrios enteros. Fosas comunes creadas bajo la jurisdicciĆ³n del gobierno sin informaciĆ³n de quienes se encuentran ahĆ­. Prisiones con autogobiernos. Una vida entre el surrealismo y la pesadilla.

Con escenas de lo que se ha convertido en ā€œnormalā€ para las familias de personas desaparecidas, el ciclo arroja mĆ”s preguntas que respuestas. Vemos cĆ³mo sus vidas son alteradas de distintas maneras. En documentales como No sucumbiĆ³ la eternidad (2017), Volverte a ver (2020), Expiatorio (2019) y Vivos (2019) predominan la lucha, las bĆŗsquedas, el dolor al que se enfrentan las madres. En otros como Ausencias (2015) y Tempestad (2016) el mundo se pone en pausa, como si la realidad se sintiera lejana, gris y sin volumen. Tal como la desapariciĆ³n inunda de preguntas a las familias, los distintos documentales nos exponen a realidades desgarradoras llenas de dudas, miedos y silencios, pero tambiĆ©n de amor, lucha y esperanza. Sostenidas en el tiempo, la espera y la incertidumbre se vuelven insoportables; los silencios de las personas desaparecidas son absolutos, y las negligencias del Estado multiplican el ocultamiento y los impactos que deja la desapariciĆ³n. A ello se contraponen los lazos y la lucha de las familias, de las madres que buscan a sus hijos e hijas, y la decisiĆ³n de apostar por la vida. 

AcciĆ³n, omisiĆ³n, aquiescencia y negligencia

La desapariciĆ³n forzada es la privaciĆ³n ilegal de la libertad de cualquier individuo cometida por acciĆ³n, direcciĆ³n, apoyo o aquiescencia del Estado, seguida por el ocultamiento de la persona, de su paradero y la negativa a investigar. La realidad de MĆ©xico supera esta definiciĆ³n que aparece en los marcos internacionales, pues en este paĆ­s la desapariciĆ³n tambiĆ©n comprende cuando la persona es llevada por organizaciones criminales o individuos sin direcciĆ³n o apoyo del Estado. Pero la inacciĆ³n de este Ćŗltimo y la negativa a investigar siguen presentes; y a ello se suman tambiĆ©n la omisiĆ³n y la negligencia que producen una segunda desapariciĆ³n.

Las familias, los colectivos y las organizaciones que los acompaƱan explican esta doble desapariciĆ³n en MĆ©xico: las personas no solo son desaparecidas una vez, sino que el Estado las desaparece repetidamente. Las oculta en fichas incompletas, en expedientes no vinculantes, en omisiĆ³n de detalles, en fosas estatales, en morgues, en camiones congeladores. Luego pasan a formar parte de cifras, de estadĆ­sticas; sus historias individuales se diluyen en un nĆŗmero, como si no importaran. Los familiares que los buscan entonces se preguntan ĀæcĆ³mo es que las cifras oficiales reporten mĆ”s de 87 mil personas desaparecidas y los gobiernos siguen diciendo que no pasa nada, que son casos aislados?

ā€œYo les enseƱƩ la fosaā€¦ empezaban a las 11 de la noche y terminaban a las 3 de la maƱanaā€, narra una voz en off en Volverte a Ver, documental de Carolina Corral Paredes, mientras vemos diferentes zonas de un cementerio. La voz habla de personas de otros estados, de cuerpos depositados sin datos para ser identificados, a algunos de los cuales les cortaron la cabeza. ā€œTan siquiera que les digan que ahĆ­ estĆ”nā€, dice. Volverte a ver muestra la escalofriante realidad de la existencia de fosas estatales donde se ocultan los cuerpos de cientos de personas. A lo largo del documental vemos cĆ³mo tres familiares de personas desaparecidas, AngĆ©lica, Tranquilina y Edith, se preparan para participar en la exhumaciĆ³n de una fosa creada bajo la jurisdicciĆ³n del municipio de Jojutla, Morelos. La cĆ”mara capta fragmentos de las historias de las familias, de sus procesos de bĆŗsqueda y la realidad de las fosas.

ā€œEl olor te remonta a esos momentosā€, dice AngĆ©lica, mientras revisan las carpetas y piensan en la exhumaciĆ³n de una fosa donde se suponĆ­a que habĆ­a 35 cuerpos y encontraron 85, dejando dudas de cuĆ”ntos mĆ”s se hallan debajo de dos ataĆŗdes que no se pudieron mover pues se necesita una orden especial. ā€œCrisis sanitariaā€ y ā€œcrisis forenseā€ les llaman, pero alguien lo decide: ĀæcĆ³mo es que las ā€œpequeƱas decisiones individualesā€ y las omisiones del Estado avalan un escenario en el que se tienen fosas clandestinas estatales y no sucede nada?

AngĆ©lica y Lina, quienes siguen buscando a sus hijas, caen en silencio, en llanto, cuando recuerdan algunos de los cuerpos recuperados de la fosa de Jojutla. ā€œCuando te van describiendo eso, es imposible que no te imagines cĆ³mo muriĆ³, buenoā€¦ cĆ³mo la mataron. Es imposible que no pienses que algo asĆ­ le pudo haber pasado a tu hijaā€. Y la pausa que sigue es terrible.

ĀæQuĆ© deja la desapariciĆ³n?

La desapariciĆ³n no solo interrumpe la vida de la persona desaparecida, sino que tambiĆ©n genera en las familias ā€œconmemoraciones nostĆ”lgicasā€, ā€œexpectativas constantesā€, como se narra en No sucumbiĆ³ la eternidad, de Daniela Rea. AquĆ­ conocemos las historias de Liliana y de Alicia. Liliana busca a su marido, que fue desaparecido por el crimen organizado en 2010, y Alicia busca a su madre, desaparecida por el Estado mexicano en 1978, en el marco de la llamada guerra sucia.

Mientras vemos la historia de Alicia, descubrimos un conflicto identitario que parte la sensaciĆ³n de una madre ausente, que luego se convierte en una imagen irreal, lejana, imposible de satisfacer y de conciliar con ella misma. Observamos cĆ³mo se vive la expectativa de llenar los vacĆ­os producidos por la desapariciĆ³n: ā€œcomo si llegara a suplir a la que se fueā€. Luego, lo que parece calma cuando Alicia narra que ya no busca desaparecidos, sino historias. Cuando decide despedirse porque no puede con tanta muerte y tanta tristeza; cuando apuesta por la vida, por la esperanza, ā€œpara no convertirse uno mismo en desaparecido de la vidaā€.

Por otro lado, Liliana narra cĆ³mo ha sido la tarea de contarle a su hijo sobre su padre. ĀæCĆ³mo se le habla de un desaparecido a un niƱo de tres aƱos? ĀæCĆ³mo empiezas una vida sin olvido y sin mentira? El trabajo emocional de Liliana es monumental. ā€œĀæY quiĆ©n soy yo para desear que estĆ© vivo todavĆ­a viviendo quiĆ©n sabe quĆ© clase de cosas horribles? ĀæA poco cualquier forma de vivir es justificada por el simple hecho de estar vivo?ā€ 

ĀæQuĆ© sucede con la vida despuĆ©s de la desapariciĆ³n?

Las familias hablan de una sensaciĆ³n de suspensiĆ³n, como si el silencio de la persona desaparecida silenciara tambiĆ©n una parte de su vida. En Ausencias, de Tatiana Huezo, la vida de LulĆŗ, la protagonista, queda vacĆ­a a partir de la desapariciĆ³n de su esposo y su hijo. La directora contrapone los videos familiares de LulĆŗ con tomas de espacios donde no hay nadie, donde reina el silencio que se rompe solo con el sonido del agua. Vemos espacios de espera, escuchamos la pĆ©rdida de sentido, la sensaciĆ³n de que la vida no estĆ” plena, de que el corazĆ³n estĆ” incompleto.

LulĆŗ comparte cĆ³mo vive esas ausencias, cĆ³mo reconstruye su vida con su hija. Habla de ā€œun silencio que se ha quedadoā€, ā€œun dolor de dĆ­a, de noche; te queda la impotencia, incertidumbre, desolaciĆ³nā€. Por otro lado, el documental nos enfrenta con una pregunta terrible: ĀæquĆ© pasa con la vida de las niƱas y niƱos a quienes les desaparecen un padre o madre, un hermano o hermana? ā€œMe imagino quĆ© pasa por su cabeza cuando yo no estoyā€¦ Ella ve la vida y sus momentos con misma vidaā€, dice LulĆŗ refiriĆ©ndose a su hija.

Al mostrar los estragos de la violencia del paĆ­s, sin recurrir a la violencia grĆ”fica, estos documentales son fieles a la sensaciĆ³n de suspensiĆ³n que describen las familias; ofrecen escenas de la vida cotidiana atravesada por la desapariciĆ³n, por el silencio que genera en las vidas de quienes se quedan, buscan, y esperan; revelan cĆ³mo la desapariciĆ³n altera las vidas de personas que, sin olvidar, optan por reconstruir su vida.

 

El ciclo de exhibiciĆ³n digital de Ambulante, que incluye los tĆ­tulos Volverte a ver, No sucumbiĆ³ la eternidad, Ausencias, Tempestad, Te nombrĆ© en el silencio, Expiatorio y Vivos, estarĆ” disponible hasta el 30 de septiembre de 2021, de manera gratuita, a travĆ©s de CinĆ©polis Klic.

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