Visiones de Johanna

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¿No es propio de la noche confundirte cuando tratas de evitarlo?

Estamos equivocados, aunque nos esforcemos por negarlo

Y Louise sostiene un puñado de lluvia, tentándote para desafiarlo

Las luces parpadean en el loft de enfrente

En esta habitación la calefacción tose
     La emisora de country suena suave
     Pero no hay nada de nada que apagar
     Sólo Louise y su amante entrelazados
     Y estas visiones de Johanna que me asedian
      
     En el solar donde las damas juegan a la gallina ciega con el llavero
     Y las noctámbulas murmuran escapadas en el tren “D”
     Podemos oír al sereno encender su linterna,
     Preguntarse si es él o son ellas quien está loco
     Louise está bien, tan sólo cerca
     Es delicada y se parece al espejo
     Pero deja perfectamente claro
     Que Johanna no está aquí
     El fantasma de la electricidad aúlla en sus huesos faciales
     Donde estas visiones de Johanna ya ocupan mi lugar
      
     El niñito extraviado se toma tan en serio
     Se jacta de su desgracia, le gusta vivir al límite
     Y cuando menciona el nombre de ella
     Menciona un beso de adiós
     Tiene arrestos ser tan inútil
     Soltar nimiedades cuando estoy en el salón
     ¿Cómo lo explico?
     Oh, es tan difícil seguir
     Y estas visiones de Johanna, me desvelaron hasta el alba
      
     Dentro de los museos, el Infinito va a juicio
     Las voces repiten que a la postre así debería salvarse
     Pero Mona Lisa debe haber sentido nostalgia de autopista
     Se ve por el modo en que sonríe
     Mira cómo se congela ese alhelí ancestral
     Cuando las mujeres de rostro gelatinoso estornudan
     Escucha a la bigotuda, “Jesús,
     no puedo encontrar mis rodillas”
     Oh, joyas y anteojos cuelgan de la cabeza de la mula
     Pero estas visiones de Johanna, hacen que todo parezca tan cruel
     
     El vendedor ambulante le habla a la condesa que finge preocuparse
     Diciendo, “Nombra a alguien que no sea un parásito y saldré y rezaré por él”
     Pero como Louise suele decir
     “No puedes abarcar mucho, ¿verdad, tío?”
     Y ella misma se prepara para él
     Y Madonna sigue sin aparecer
     Vemos que la jaula vacía se oxida
     Donde su capa teatral ondeaba
     El violinista se pone en camino
     Escribe que se devolvió lo debido
     En la parte trasera del camión de pescado que carga
     Mientras mi conciencia estalla
     Las armónicas tocan las llaves maestras y la lluvia
     Y estas visiones de Johanna son lo único que queda ~
      
     VISIONES DE JOHANNA.- Anfitriona del, se dice, mejor verso en todo Dylan: “The ghost of ‘lectricity howls in the bones of her face”. Y también –junto a “Like a Rolling Stone” y “Tangled Up in Blue”– habitual ganadora como mejor canción del hombre. Existen varias versiones (todas formidables; también variaciones acústicas de su gira ’66 en Biograph y en The Bootleg Series, Volume 4: Live 1966 The “Royal Albert Hall” ) porque Dylan no podía encontrar el tono justo de lo que en principio se tituló “Freeze Out” o “Seems Like a Freeze Out” y que –puede pensarse, las fechas de su composición coinciden– trata de un triángulo amoroso y del momento en que Dylan y Joan Baez rompieron y el momento en que Dylan y Sara Lownds se casaron. Y es exactamente el mismo momento. Así que quizá (atender a la tercera estrofa) por una vez Dylan esté pidiendo disculpas mientras escribe todo esto en una habitación del Chelsea Hotel, famoso –entre muchas otras cosas– por el ruido que hacían las cañerías de la calefacción que no dejaban dormir a los huéspedes. En un artículo de Tom Doyle publicado en la revista inglesa Q se lee: “A Dylan le atormentaba la interpretación literal de sus letras que hacían tanto críticos como fans, que las tomaban como si se tratase de confesiones autobiográficas. Aunque puede que esta percepción fuera algo cierta en lo que a ‘Visions of Johanna’ se refiere. No en vano, desde 1965 Dylan había mantenido relaciones paralelas con Sara Lownds y Joan Baez. ‘Al final, Sara y yo nos hicimos amigas –explica Joan Baez– y nos pusimos a hablar durante horas de los tiempos en que el vagabundo primigenio jugaba a dos bandas con nosotras’”. Al Kooper, por su parte, recuerda cuando la esposa de Dylan se presentó en el estudio de Nashville y le hicieron escuchar la canción: “Se apareció ahí una tarde y él puso ‘Visions of Johanna’. Ella dijo: ‘Esto es bastante fuerte’”. El mismo Dylan, lateralmente, apoyó esta última idea sin comprometerse demasiado cuando, en un concierto de su gira por Inglaterra, la presentó así: “Esta canción es el típico exponente de lo que los medios británicos consideraran una canción sobre las drogas. Pero no lo es. No lo digo para defenderme o algo por el estilo, no es tan sólo una canción sobre las drogas. Es muy vulgar pensar que lo es”. Y agregó: “Estoy cansado de la gente que pregunta qué significa. ¿Qué significa? No significa nada.”
     Mención aparte merecen los músicos que, con delicadeza sobrenatural (ese toque mágico de platillos casi zen), parecen acompañar cada palabra y fraseo de Dylan. Siguiéndolo y acompañándolo al mismo tiempo. Dijo Robyn Hitchcock: “¿Es sobre Joan Baez? ¿Es sobre Edie Sedgwick? ¿Es sobre Nico? ¿Quién sabe? Yo sólo sé que cuando la escuché por primera vez en mi adolescencia, la letra y la música resumían a la perfección el sitio donde yo quería estar. Nunca volví a ser el mismo”. “Cada una de las palabras significa tanto para mí cada vez que la canto. Es una de las que continúa siendo importante. Tal vez sea más importante ahora que nunca”, comentó Dylan hace poco. Tiempo después, los siempre serviciales Rolling Stones reproducirían los versos que hablan de joyas y binoculares colgando de la cabeza del mulo para la carátula de su Get Yer Ya Ya’s Out. En el último verso –esas “skeleton keys” pueden entenderse tanto como “llaves maestras” o, tratándose de una armónica, mutar a “tonos esqueléticos”. Y para cerrar con otra mutación de esta canción mutante: En 1999, en un club de Manhattan, Dylan modificó título y letra y la cantó como “Visions of Madonna” porque –hay foto de ellos dos juntos después del concierto– Madonna estaba entre el público. Años atrás, en una entrevista, Dylan afirmó que “el entretenimirento pop no significa nada para mí. Nada. Pero, sabes, Madonna es buena, tiene talento, se ha preparado, ha aprendido… Pero es el tipo de cosa que te lleva años y años de tu vida alcanzar. Tienes que sacrificarte mucho para llegar allí. Sacrificio. Si quieres triunfar a lo grande tienes que sacrificar muchas cosas. Siempre es igual. Siempre es igual…”.
     Una indiscutida obra maestra. Una catedral de canción. El equivalente a “A Day in the Life” en Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Nadie ha escrito y cantado y sonado mejor –ni volverá a sonar y cantar y escribir mejor– acerca de lo que significa padecer y disfrutar el insomnio del amor. ~
     Traducción y glosa de Rodrigo Fresán. Adelanto de Bob Dylan, Letras: 1962-2001, de próxima aparición en Global Rhythm Press.

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