Te recordaremos desde este planeta
Me conmoviรณ mucho ver el otro dรญa a Leonardo Sciascia en la televisiรณn (en un programa sobre Pirandello), como si el tiempo se hubiera detenido, como si hablara desde el mรกs allรก, como si respondiera a los amigos que en su tumba de Racalmuto inscribieron el siguiente epitafio: “Te recordaremos desde este planeta”. El 20 de noviembre se cumplen diez aรฑos de su muerte, y ciertamente lo recordamos.
El tema de fondo en casi todas sus obras es el de la justicia, como lo era el de su maestro, Alessandro Manzoni. De ahรญ su interรฉs por el fenรณmeno de la mafia, de raigambre siciliana, y por la historia polรญtica: la secuela que dejรณ en Sicilia el Santo Oficio de la Inquisiciรณn.
Si algo tenemos en comรบn sicilianos y mexicanos es esa relaciรณn, en el pasado histรณrico, con Espaรฑa, el resabio de la cultura รกrabe que vino con los espaรฑoles, y la Inquisiciรณn. Hace veinte aรฑos sentรญamos que las novelas y los ensayos de Sciascia aludรญan en muchos sentidos a nuestro mundo y a lo que estaba sucediendo en todos los paรญses: la pรฉrdida del valor de las ideas, el desvanecimiento de las instituciones, la desapariciรณn del Estado ante el desafรญo del crimen organizado.
Ahora vemos que, al fenecer el siglo, sus libros tienen mayor actualidad: la descomposiciรณn del Estado y el fenรณmeno de una criminalidad que se dispersa reaparecen de manera mรกs nรญtida y, al menos en Mรฉxico, vuelven al escenario de nuestra vida cotidiana personajes sciascianos que antes no nos importaban tanto, es decir, los representantes de la Iglesia y su cada vez mรกs activa participaciรณn en la polรญtica, luego de las reformas de Salinas.
Supongo que el programa televisivo, hecho por los ingleses, se hizo entre 1986 y 1989, aรฑo en que falleciรณ Sciascia, el autor de El dรญa de la lechuza, A cada cual lo suyo, El caso Moro, El contexto. Una carga de ideas muy rica venรญa siempre detrรกs de sus palabras: la percepciรณn, por ejemplo, de que Pirandello era un escritor realista, que simplemente transcribรญa los personajes de ciertos pueblos del sur siciliano, en la regiรณn de Agrigento, puesto que, segรบn Sciascia, asรญ son los sicilianos, al menos los de la Sicilia occidental: seres inquisitivos, curiosos, imaginativos, que suelen llevar varias conversaciones al mismo tiempo. En fin, personajes en busca de autor.
En realidad Leonardo Sciascia estuvo haciendo una reflexiรณn sobre el ser del siciliano, una especie de laberinto siciliano de la soledad o laberinto de la soledad siciliana, o de la sicilianitud, como quien dice en francรฉs solitude (soledad) o en italiano solitudine, como en Mรฉxico hicieron โun poco en la lรญnea de La realidad histรณrica de Espaรฑa, de Amรฉrico Castro, o algunas meditaciones de Ortega y Gassetโ los filรณsofos del grupo Hiperiรณn y antes Samuel Ramos y luego Octavio Paz.
La idea de los sicilianos ante la ley (siempre se dan una vuelta por los tribunales: para ver a quiรฉn estรกn juzgando), la supersticiรณn siciliana por la palabra escrita (basta un “plumazo” para establecer la verdad o desmoronar una honra), van configurando la percepciรณn del escritor. Que los sicilianos son pesimistas y que por eso no emplean el tiempo futuro en los verbos; que le dan la espalda al mar, que no les gusta, porque del mar han venido todos los males: las invasiones รกrabes, francesas, inglesas, espaรฑolas (los Borbones y la Santa Inquisiciรณn) y, para acabarla, los italianos del norte (por eso cuando tienen vacaciones los sicilianos se van tierra adentro: hacia la montaรฑa), son teorรญas que abundan en la novelรญstica siciasciana. –
(Tijuana, 1941) es escritor. Su mรกs reciente libro es Padre y memoria (Ediciones Sin Nombre, 2009).