Vamos a Qatar a pedir dinero para financiar las cajas de ahorro, que pasan por un pésimo momento, con la bancarización y la crisis total del sector inmobiliario y con los 4,3 millones de parados que las pasan perras para pagar la hipoteca, y el presidente Zapatero pronuncia una frase de alto valor político, que explica a la perfección el momento que estamos viviendo: “el Barça es el mejor equipo del mundo”.
Es penoso tener que ir a pedir dinero a cualquier lado, pero es más penoso cuando se va a pedir dinero, y mucho, a una tiranía, por muy blanda que quiera presentarse ante nuestros ojos, por muy buenas que sean sus relaciones con Estados Unidos, gestionada desde hace dieciséis años por un golpista, el emir coronado Hamad bin Khalifa al-Thani.
El golpe de Estado, por cierto, es la tradición política del país, aunque se subraya mucho que el de Hamad bin Khalifa al-Thani, contra su padre, fue “incruento”.
Al emir coronado de Qatar le parece que, de momento, no es buena idea que haya partidos políticos en Qatar, con la de líos que traen y lo que enturbian el ambiente y lo bien que se maneja él a su aire, y tampoco le parece buena idea que las mujeres tengan realmente los mismos derechos que los hombres, y prefiere que algunos asuntos no se juzguen de acuerdo a un código civil o penal sino con la sharía, la ley islámica, y tampoco le interesa nada que sus rivales, los “al Murra”, pertenecientes a otra rama del islam o a otra “etnia”, sean legalmente ciudadanos del país, y menos le interesa que los trabajadores extranjeros, que son una parte muy importante de la población, tengan derechos y sus contratos se formalizan con una variante esclavista…
Por eso me resulta tan triste ver las fotografías, publicadas estos días, en las que el presidente Zapatero le pide dinero al emir de Qatar. Somos una democracia, pero nos plegamos ante el primer déspota con pasta.
El asunto no es nuevo. Basta recordar el esperpento patético y lamentable de Gadafi instalando su jaima en París o basta recordar los cabezazos que damos con las periódicas visitas de dirigentes de China, otro paraíso de la libertad.
(Zaragoza, 1968-Madrid, 2011) fue escritor. Mondadori publicó este año su novela póstuma Noche de los enamorados (2012) y este mes Xordica lanzará Todos los besos del mundo.