Como lo infiere cualquier persona al tanto de los desfiguros recientes que comete la Patria, el Esiquio del tรญtulo no es Esiquio de Alejandrรญa, que viviรณ en el siglo quinto de nuestra era y fue un famoso gramรกtico, sino Esiquio de Oaxaca, que vive en nuestro siglo XXI y se dedicaba a la venta de justicia al mejor postor.
Este Lic. Esiquio Martรญnez Hernรกndez fue hasta la semana pasada secretario del juzgado noveno de distrito en materia administrativa del Distrito Federal, cargo del que fue despojado por la PGR luego de que se descubriera que, de diez aรฑos a la fecha, ingresรณ a sus cuentas del banco HSBC solamente 432 millones de pesos.
¿Cรณmo le hizo el Lic. Esiquio para que junto a los 5 millones y medio que recibiรณ como salario entre 2003 y 2010 se apareciera en su cuenta una suma 86 veces mรกs grande? Pues puso un changarrito ahรญ en el juzgado, junto a la vendedora de tortas y DVD pirata: “¡Lleve su amparoooooo!”, “¡Pรกsele joven, pรกseleeee, aquรญ le tengo barata la suspensiรณn de orden judiciaaaal!”
La prensa (del 15 de octubre de 2007) narra un ejemplo de su modus operandi: la SEGOB clausura el casino “Paradise” (sic) en Monterrey porque carece de permiso de la SEGOB. Los dueรฑos del casino acuden al changarrito de Esiquio quien –a nombre del pueblo de Mรฉxico– suspende la clausura. Como se dice en Mรฉxico, “se retiran los sellos” y media hora despuรฉs el “Paradise” ya estรก otra vez esquilmando imbรฉciles. Diez dรญas mรกs tarde, Esiquio de Oaxaca recibe 10 millones de pesos. Asunto arreglado. El que sigue.
Pero un diputado federal de nombre Ramรณn Salas Lรณpez (PRI) se da cuenta y arma un alboroto. ¿Cรณmo puede ser que un juzgado del DF otorgue un amparo en un asunto con sede en Monterrey? Misterio. Y ¿por quรฉ un diputado que es el jefe de la “comisiรณn de citricultura” estรก tan interesado en cerrar casinos en Monterrey o, mรกs bien, dicho, “ciertos” casinos de Monterrey que no pertenecen a otro distinguido militante del PRI? Otro misterio.
Lo que no es un misterio es que el changarrito de Esiquio de Oaxaca coincide con la expansiรณn de los casinos en Mรฉxico, su trato con el crimen organizado, su capacidad para lavar dinero, su capacidad para generar giros negros aleatorios y, desde luego, su pasmosa eficiencia para despelucar tarados y llenar las arcas de seรฑores a quienes les gustan los rifles y usar chamarras de piel de ocelote.
Lo que sigue siendo un misterio es que en Mรฉxico los casinos son ilegales, pero se amparan y entonces, aunque siguen siendo ilegales ya son legales, aunque no lo sean, hasta que ya no sean legales otra vez y luego vuelvan a serlo, etcรฉtera. No es difรญcil calcular entonces que la enorme demanda de permisos y amparos y antipermisos y antiamparos haya generado una prรณspera industria paralela que representa Esiquio.
¡Pobre Esiquio! ¡Pobre secretario de juzgado que tanto se esmerรณ por “salir adelante” y comprarse sus casitas y sus bemedobleuitos y sus chamarritas de ocelotito y llevar a su hijita a bailar su vals de quinceaรฑera a Viena, y a su esposita a Parรญs y, faltarรญa mรกs, mandar poner su jacuzzito en la terraza de su jardinsote! ¡รnimo, Esiquio, รกnimo! ¡Tรบ haz honor a tu nombre que, como sabes, viene del griego y significa “el calmado”)! ¡No pierdas la esperanza de conseguirte un amparito en algรบn juzgado de amplio criterio…!
Y para terminar… ¿Atraparรก la PGR a todos los empresarios del juego y sus apoderados y prestanombres, y a los polรญticos, jueces y secretarios de juzgado que medran a la sombra del conveniente caos que es la industria del patrio giro negro?
En toda apuesta –dice un proverbio de la Biblia– intervienen un tonto y un ladrรณn. Apuesto doble contra sencillo que lo dudo…
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.