ยฟCuรกl es el lugar de la zoofilia en la historia de la literatura? Uno menor y marginal, si lo comparamos con el sitio protagรณnico que este afecto controversial ha ocupado en las leyendas, el folklore y las mitologรญas de numerosos pueblos. De ahรญ el asombro y el desconcierto que suscita una obra como Bear, novela de la escritora canadiense Marian Engel (1933-1985), que narra la historia del romance entre una mujer y un oso. Mรกs allรก del crudo retrato de una parafilia, Bear es una exploraciรณn de los imprevisibles caminos del amor y el erotismo, asรญ como una metรกfora extrema y brutal de las relaciones entre los hombres y los animales. Lou, la solitaria protagonista, es una bibliotecaria con la tarea de inventariar la vieja colecciรณn de libros que resguarda una vetusta casona en una isla de la costa canadiense. Una vez en la isla, se percata de una presencia inesperada: un oso, el cual se convertirรก progresivamente en una compaรฑรญa รญntima y perturbadora. Se trata, en palabras de George Steiner, de una โextraรฑa obra maestraโ.
– Humberto Beck
OsoEra la noche de la lluvia de estrellas. Lo llevรณ a la ribera. Nadaron en el agua quieta y oscura. No jugaron. Fueron serios esa noche. Nadaron en cรญrculos uno alrededor del otro, con solemnidad. Despuรฉs regresaron a la orilla, salieron del agua, y รฉl, en vez de sacudirse hasta empaparla, se echรณ a un lado de ella y lamiรณ el agua de su cuerpo mientras ella, recostada sobre su espalda, miraba el cielo y dejaba que las estrellas le cayeran encima, una, dos, catorce, un millรณn parecรญa, listas para quemarla. Intentรณ tomar una con la mano โparecรญa tan cercanaโ pero el resplandor se desvaneciรณ de su alcance y se perdiรณ en la vรญa lรกctea.
Chirriaban los colimbos, y los chotacabras tambiรฉn.
Se sentรณ. El oso se sentรณ enfrente de ella. Ella se puso de rodillas y se deslizรณ hacia รฉl. Cuando estuvo tan cerca como para sentir la humedad brillante sobre sus pechos, se montรณ en รฉl. Nada sucediรณ. รl no pudo penetrarla y ella no pudo hacerlo entrar.
Se apartรณ. รl permaneciรณ impasible. Lo condujo a su cercado y lo mandรณ a dormir.
Se vistiรณ y pasรณ el resto de la noche tirada sobre la รกspera yerba pantanosa. Las estrellas seguรญan cayendo. Siempre imposibles de alcanzar. Hacia el amanecer, el cielo mostrรณ su remota, misteriosa aurora, verde y centelleante.
es ensayista.