Los Picapiedra y los ovnis

La pseudociencia y la supersticiรณn han tenido una cualidad: apelar a nuestros temores y proporcionar respuestas fรกciles.
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Agosto de 1997. Un video de aproximadamente un minuto, que muestra un ovni sobre la zona de Bosques de las Lomas, en la ciudad de Mรฉxico, es exhibido en televisiรณn abierta. Junto con รฉl aparecen testigos oculares, supuestos controladores de vuelo y expertos ufรณlogos que dan fe de la autenticidad. En televisiรณn, sin embargo, no aparece el testimonio de los creativos de una agencia de publicidad virtual ubicada en el sรฉptimo piso de un edificio de avenida Bosques de Reforma, desde donde se hizo la grabaciรณn.

Ocho aรฑos despuรฉs, segรบn la Encuesta sobre la Percepciรณn Pรบblica de la Ciencia y la Tecnologรญa, realizada en conjunto por INEGI y Conacyt, no solo la mitad de los mexicanos admitรญa creer en objetos voladores no identificados como vehรญculos espaciales de otras civilizaciones; 61.5% de los consultados pensaba que la astrologรญa era una ciencia, mientras que 45.1% pensaba lo mismo de la parapsicologรญa.

Hasta hace dos aรฑos de acuerdo con el Informe General del Estado de la Ciencia, la Tecnologรญa y la Innovaciรณn, la idea de la astrologรญa y la parapsicologรญa como ciencias seguรญa siendo aceptada por cuatro de cada diez mexicanos. Porcentajes mayores consideraban las limpias como tratamiento en casos de enfermedades que la ciencia no reconoce y estaban de acuerdo con postulados como que los descubrimientos tecnolรณgicos tarde o temprano destruirรกn el planeta o que, debido a sus conocimientos, los investigadores cientรญficos tienen un poder que los hace peligrosos.

La educaciรณn es el gran tema a debate. Ocupamos el รบltimo lugar entre los paรญses de la OCDE en matemรกticas, ciencias y comprensiรณn lectora, y cuatro de cada diez de nuestros jรณvenes de 15 aรฑos carecen de competencias suficientes para analizar, resolver problemas y enfrentar situaciones fuera de contextos sencillos, de manera que puedan establecer una conexiรณn con el conocimiento cotidiano y comprender problemas mรกs amplios.

Pero el estudio de Conacyt e INEGI revelan algo mรกs; 32.7% de los mexicanos mayores de 18 aรฑos cree que la Tierra da la vuelta al sol en un mes, y 51.1% piensa que los humanos vivieron en la misma รฉpoca que los dinosaurios, como en un capรญtulo de Los picapiedra. Alrededor de la mitad de las personas cree en hechos sin sustento cientรญfico, pero ampliamente difundidas por los medios de comunicaciรณn, como los poderes psรญquicos de algunas personas o nรบmeros de la suerte.

A nivel de polรญticas publicas no es diferente, ocupamos los รบltimos lugares en gasto anual por estudiante y en el รญndice de terminaciรณn de alumnos de educaciรณn media superior. En la Cรกmara de Diputados tenemos una Comisiรณn de Ciencia y Tecnologรญa, entre cuyos integrantes hay dos legisladores con bachillerato como mรกximo grado de estudios, y uno que apenas concluyรณ la educaciรณn primaria, mientras que otros llegaron allรญ porque no alcanzaron un lugar en otras comisiones.

De ahรญ que algunas de las iniciativas que han apoyado tengan que ver con la creaciรณn de un ordenamiento jurรญdico para establecer la Escuela Nacional de Charrerรญa, o la creaciรณn de un padrรณn de grupos de Alcohรณlicos Anรณnimos.

En lo que hace a los medios, Televisa dedica dos horas a la semana de su pantalla al programa Tercer Milenio, que conduce el investigador del fenรณmeno ovni Jaime Maussan y una teleserie llamada Ciencia al lรญmite, sobre una divisiรณn del FBI que investiga casos inexplicables. En la barra programรกtica de Tv Azteca hay, en cambio, un programa llamado Extranormal, en el que se debate la existencia de zombies.

Aรฑo tras aรฑo, cientรญficos y astrรณnomos salen a desmentir mensajes virales que afirman que en determinada fecha segรบn cรกlculos realizados por el planetario Internacional en Vancouver de la British Columbia, Canadรก, donde es posible que aรบn crean que la Tierra es planatendrรก lugar el mayor acercamiento en la historia entre nuestro planeta y Marte, de manera que este se verรก en el cielo tan grande como la Luna llena. No son pocos los que lo creen.

Sin embargo, el nivel de anรกlisis aun los espacios que pretenden desmentir el rumor es sobresaliente, al punto de afirmar que un fenรณmeno como este podrรญa “cambiar el estilo de vida del ser humano” o reflexiones expertas como “si la energรญa es tan fuerte como para mover el mar, imagรญnate como va afectar al ser humano, siendo que la mayor parte de nuestro cuerpo es agua”.

Decรญa Carl Sagan que el escepticismo tiene por funciรณn ser peligroso y es un desafรญo a las instituciones establecidas. “Si enseรฑamos a todo el mundo, incluyendo por ejemplo a los estudiantes de educaciรณn secundaria, unos hรกbitos de pensamiento escรฉptico, probablemente no limitarรกn su escepticismo a los ovnis, los anuncios de aspirinas y los profetas canalizados de 35000 aรฑos. Quizรก empezarรกn a hacer preguntas importantes sobre las instituciones econรณmicas, sociales, polรญticas o religiosas. Quizรก desafiarรกn las opiniones de los que estรกn en el poder”.

Como advierte el investigador del Colegio de Mรฉxico, Manuel Gil Antรณn, sin mitificar lo que un examen puede medir, es claro el amplio fracaso en la conformaciรณn de una actitud cientรญfica entre los mexicanos. “El valor central de la ciencia no es la informaciรณn con la que se hace un crucigrama, sino el ejercicio de la crรญtica, de la duda, de la bรบsqueda de evidencia y las razones que expliquen o ayuden a comprender lo que sucede”.

La pseudociencia y la supersticiรณn han tenido una cualidad: apelar a nuestros temores y proporcionar respuestas fรกciles a cuestiones que la ciencia (que siempre plantea nuevas preguntas) suele dejar insatisfechas. Cรณmo ser conscientes de que se abraza el pensamiento mรกgico para explicarse el mundo cuando los medios y las instituciones abrazan la estulticia.

 

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Periodista. Autor de Los voceros del fin del mundo (Libros de la Araucaria).


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