Publica el diario Excรฉlsior que en Corea del Norte se ha impuesto a los ciudadanos llevar el mismo corte de cabello que su lรญder Kim Jong-un. No hay duda, la nota estรก fechada en Pyongyang, la capital norcoreana, y se ha redactado «con informaciรณn de agencias», aunque no se dice cuรกles agencias. El despacho informativo, explica ademรกs que hace unos dรญas, el rรฉgimen estableciรณ una lista de 18 cortes permitidos para las mujeres y diez para los hombres de los cuales se muestran las fotografรญas correspondientes.
La noticia aparece en otros medios: El Universal y La Razรณn en Mรฉxico, Time en Estados Unidos, ABC de Espaรฑa, Clarรญn en Argentina, The Independent en el Reino Unido. Todos los reportes citan a la BBC y a The Korea Times como fuentes. La BBC, sin embargo, tampoco tiene informaciรณn de primera mano y sustenta su versiรณn en lo que sus redactores han tomado, a su vez, de The Korea Times y de Radio Free Asia. Hasta ahรญ, nada.
Al ir aThe Korea Times se encuentra lo mismo, informaciรณn vaga y editorializada (se refieren a Kim Jong-un como alguien al borde de la paranoia) que finalmente es atribuida a otro medio. Asรญ se llega a la fuente original, Joon Ho Kim, reportero de Radio Free Asia, quien ha logrado una nota de impacto mundial con solo el testimonio de un habitante anรณnimo de Hamgyลng del Norte, provincia ubicada cerca de la frontera con China.
Su texto, empero, se parece poco a la versiรณn difundida por numerosos medios e introduce varios matices. La medida se estarรญa aplicando en varias universidades del paรญs que han ordenado a sus estudiantes varones llevar un look parecido al de Kim, mientras que se recomienda a las mujeres a llevar el pelo tan corto como el de la primera dama Ri Sol Ju. Esto, a recomendaciรณn del Partido del Trabajo de Corea del Norte, ya que no existe ninguna instrucciรณn por escrito por parte del gobierno.
Pocos medios verificaron la informaciรณn que llegรณ a sus redacciones. Mรกs aรบn, la enriquecieron con la mentira fotogrรกfica sobre los estilos de corte de cabello que supuestamente fueron impuestos a la poblaciรณn hace algunas semanas. Ningรบn medio atinรณ a buscar la fuente de las imรกgenes, es decir, a David Guttenfelder, fotรณgrafo de la agencia Associated Press, que ha explicado que se trata de patrones que se encuentran habitualmente en los salones de belleza de todo el mundo, y no los รบnicos autorizados por el rรฉgimen norcoreano.
AP consultรณ a su corresponsal en Pyongyang, asรญ como a personal de Koryo Tours, una empresa que se especializa en visitas turรญsticas a Corea del Norte. Ninguno sabe de tales medidas ni ha advertido que tal cosa estรฉ sucediendo entre los jรณvenes. Un desertor identificado por su nombre admite incluso que en el paรญs existe una cruzada contra los jeans o la ropa con palabras en inglรฉs y que en 2005 hubo una campaรฑa contra el cabello largo. Sin embargo, el tema ya no es un gran problema, ya que la mayorรญa de la gente lleva el pelo corto y arreglado.
La informaciรณn, concluye Associated Press, "no es cierta. Pero no se lo digan a internet".
Centenares de medios han convertido en viral, otra vez, una nota falsa, merced a que a la hora de publicar, nadie parece haber hecho el trabajo de verificar. En cambio, cada uno ha contribuido a que informaciรณn basada en rumores y ni una sola fuente confiable se extienda de forma exponencial. A medida que el texto iba de una redacciรณn a otra, se fueron aรฑadiendo datos errรณneos e incluso, en el buen รกnimo de contextualizar el hecho, se le ha aderezado con otra nota igual de falsa que no debiรณ haber pasado nunca los filtros periodรญsticos mรญnimos.
En sรญntesis, una concatenaciรณn de datos salidos de quiรฉn sabe dรณnde pero a la que los editores han tenido el cinismo de fechar en Pyongyang y atribuir a “agencias”, lo cual es un completo embuste, una tomadura de pelo.
Periodista. Autor de Los voceros del fin del mundo (Libros de la Araucaria).
