Habráse visto aquella geografía
incidental y acre tras el ventilador
Nada de exuberancias (vejestorias)
Sería verdor absorto
(urge desentenderse)
Sí borrazón
Sí emplasto
Crasa resequedad
Y el sitio: un punto rojo
Lo arisco de un recuerdo
Visto como renuevo… ¿Todo lo que hay adentro?
Cosa de convencimiento el adentrarse a hurtadillas
Robo ha de ser: simulacro
El mapa no ha de estar lejos
Buscando
Hallando a sabiendas
Aún no, todavía falta
Todavía lo oscuro está como trabado o quizás
como dejando asomar una luz que juguetea
Móvil por ahí anda el punto
como si esquivara un golpe
Así que ¡dáselo ya!
Horrible el color naranja
porque es demasiado hallazgo
Pero es peor modificarlo
(luego)
Hay tres hombres que no saben
que son tres vagos antojos
Hay una luz hasta el fondo
que se amasa a la bartola
siempre y cuando colaboren siete nubes,
pero… a ver…
¡Venga la sombra opulenta de un rebaño de cabríos!
Un perro decidirá hasta dónde y hasta cuándo
Perro pastor no imponente, celoso sí,
si el desierto es un rectángulo suave
que se habrá de restirar
peligrosamente fonje
Y las acciones amagan
sobre la tierra infeliz
(vil sabiduría sin par
endurecida, enraizada
con trama de enraizamientos)
Deseo malo tal vez zote, hambre o perversión montunas,
concéntrica la asechanza de dos coyotes que a flor
ostentan su saboreo. Descarada fantasía.
Teatro al aire libre, entonces
Miradas: las que aquí quepan
(es cosa de acercamiento)
Los hombres anaranjados: antojos que no proceden
Tres ya no, sino una plaza llena de ojos ¿faltaría?
Vil geografía habráse visto
bruñida sin ton ni son
Vil y barato el ocaso
con zurrapas por remate
Pero…
Si se pudiera esta vez acelerar porque sí la polvareda
y también se pudiera hacer grotesca
Si se pudiera ir la luz, porque a esas vamos ¿verdad?
Entonces todo se espesa
tras lo cobrizo indeseado
Se avejentan los dilemas
mientras el logro coloro
de la tarde se dilata… Horror en las superficies
Ruptura tal vez en ámbar
o mella brusca o rajada
Dos coyotes contra un perro: pastor ¡ojo! no perito
La revoltura peleona se pretende adivinanza
Trabazón ¡cuántos colmillos! Sensatez casi insensata,
lo cual, ay, es sangre incierta,
razonable: poca o mucha, es, de por sí,
mero trámite de heridas que degeneran
en…
Tiradero terregoso
Manchas: las que se supongan
Pues no se vale decir que el horizonte es sangriento
ni que es estampa antañona: esa donde un perro
sangra
y cojea, para acabarla
Mejor que se desdibujen los matices agoreros
y la paz reine otra vez
y todo esté de regreso
(porque)
Sangran las nubes locuaces si las miradas se amasan
Se amasa el rebaño intacto aun cuando esté salpicado
de lo que estamos diciendo…
(aunque)
Si lo que pervive queda, bien que mal viene el destrabe
Los hombres se han convertido en figuras de cartón
mientras las muertes coyotas quieran ser ambigüedad
Dos en una, para colmo
Cosa de convencimiento… Aunque todavía
¿a hurtadillas?
Y he aquí el dictamen al viso
para minar el terror
El perro gana apenitas,
apenitas, es decir…
Porque la muerte es acaso
una sombra que por fin
se dulcifica y se va
¡Que no se vaya tan lejos! –