Aimer Granados y Sebastiรกn Rivera Mir (coords.)
Prรกcticas editoriales y cultura impresa entre los intelectuales latinoamericanos en el siglo XX
Ciudad de Mรฉxico, El Colegio Mexiquense/UAM/CSH, 2018, 284 pp.
Uno de los flancos mรกs prometedores de la nueva historia intelectual latinoamericana es el estudio de las polรญticas editoriales, las revistas y las redes del libro y la traducciรณn en el continente. Se trata de una rama de la historia intelectual que da cuenta, en buena medida, de la materialidad de los procesos ideolรณgicos, ya que debe atender fenรณmenos como los del capitalismo cultural, las empresas editoriales, el mercado del libro, la circulaciรณn y el consumo del saber. Hay una economรญa polรญtica de las ideas, muchas veces implรญcita, en este tipo de estudios.
El libro mรกs reciente de Aimer Granados y Sebastiรกn Rivera reรบne una muestra muy representativa y de la mรกs alta calidad de esa ruta de la historiografรญa latinoamericana. Arranca con el provocador ensayo del profesor de la Universidad Nacional de Cรณrdoba Gustavo Sorรก sobre Arnaldo Orfila Reynal en el periodo de Siglo XXI. Comienza Sorรก recordando la definiciรณn que otro editor argentino, Jorge Tula, dio de Orfila como โempresario socialistaโ. No siempre fue Orfila โempresario socialistaโ, pero terminรณ siรฉndolo en el Mรฉxico de los aรฑos sesenta, primero en su รบltima etapa al frente del Fondo de Cultura Econรณmica y, sobre todo, en Siglo XXI entre 1966 y 1991.
El desplazamiento ideolรณgico de Orfila, desde el humanismo americanista originario del Fondo de Cultura Econรณmica hasta los diversos marxismos de la Nueva Izquierda en los aรฑos sesenta y setenta โrecordemos que Siglo XXI publicรณ lo mismo a Marta Harnecker que a Josรฉ Aricรณโ, tuvo que ver con el avance de la Guerra Frรญa en Amรฉrica Latina y fenรณmenos regionales que se desprenden de aquel proceso como la radicalizaciรณn socialista de la Revoluciรณn cubana, la hostilidad de Estados Unidos y las derechas hemisfรฉricas, la expansiรณn de las guerrillas y las dictaduras militares. Orfila, como recuerda Sorรก, recorriรณ aquel vรฉrtigo a travรฉs de los libros y las traducciones: en Siglo XXI se pudo leer en castellano a Louis Althusser y Michel Foucault, a Ernest Mandel y E. P. Thompson.
Josรฉ Carlos Reyes continรบa la misma indagaciรณn por medio de un valioso paralelo entre Siglo XXI y Ediciones Era, otra empresa socialista claramente abocada a la trasmisiรณn, desde Mรฉxico, del repertorio teรณrico de la Nueva Izquierda durante la Guerra Frรญa. Era, como recuerda Reyes, surgiรณ en 1960 โantes que Siglo XXIโ gracias a las labores de los hermanos Neus, Jorge y Francisco Espresate, tres jรณvenes catalanes, refugiados de la Guerra Civil espaรฑola en Mรฉxico. El primer libro que editaron fue La batalla de Cuba (1960), de Fernando Benรญtez y Enrique Gonzรกlez Pedrero, testimonio de la solidaridad con la Revoluciรณn cubana por parte de la izquierda mexicana.
Era atendiรณ una zona del pensamiento de la Nueva Izquierda que se complementaba muy bien con la estrategia editorial de Siglo XXI. Algunos autores, como C. Wright Mills e Isaac Deutscher, se repetรญan, pero Era, como observa Reyes, se adentrรณ mรกs en la economรญa polรญtica de la โTeorรญa de la Dependenciaโ, publicando los textos fundamentales de Andrรฉ Gunder Frank, Ruy Mauro Marini y Vรขnia Bambirra. La labor complementaria de Siglo XXI y Era, hacia 1968, logrรณ reunir la biblioteca bรกsica de la Nueva Izquierda latinoamericana. Una biblioteca que hacรญa patente tanto su oposiciรณn al sistema capitalista y, especรญficamente, a la hegemonรญa de Estados Unidos en Amรฉrica Latina, como sus distancias con los โsocialismos realesโ de la urss y Europa del Este.
En la correspondencia de Arnaldo Orfila con Octavio Paz y Carlos Fuentes, alojada en la Biblioteca Firestone de Princeton y en la propia sede de Siglo XXI en la Ciudad de Mรฉxico, se puede leer el entusiasmo del editor argentino con el socialismo cubano, tras su visita a la isla en enero de 1968, como delegado al Congreso Cultural de La Habana. En aquella reuniรณn, donde coincidiรณ con Ralph Miliband y Eric Hobsbawm, Andrรฉ Gorz y Michel Leiris, pesaron mรกs las ideas del compromiso intelectual a lo Gramsci o Sartre, que el modelo marxista-leninista de tipo soviรฉtico que se afianzarรญa en la polรญtica cultural cubana en los aรฑos setenta. Todavรญa estรก por investigarse la historia de la resistencia que hicieron las editoriales soviรฉticas y cubanas a la difusiรณn del marxismo heterodoxo de Siglo XXI y Era, a partir de 1971.
Pero este no es un libro interesado รบnicamente en las polรญticas editoriales de la Guerra Frรญa. De hecho, el volumen adopta un sentido retrospectivo, de lo mรกs reciente hacia atrรกs, y busca reconstruir las redes del libro en la historia cultural latinoamericana entre fines del siglo xix y mediados del xx. Sebastiรกn Rivera Mir, autor de un libro imprescindible sobre los exilios socialistas y nacionalistas en el Mรฉxico posrevolucionario โMilitantes de la izquierda latinoamericana en Mรฉxico, 1920-1934 (2018)โ, se ocupa esta vez del lรญder sindical y editor michoacano Rodrigo Garcรญa Treviรฑo, director y fundador de la importante editorial socialista Amรฉrica. En los aรฑos de consolidaciรณn del estalinismo, tras las purgas de principios de los treinta y la Constituciรณn soviรฉtica de 1936, Garcรญa Treviรฑo impulsรณ una lรญnea editorial que no suscribรญa totalmente las tesis centrales del Comintern.
El michoacano publicรณ a Marx, Engels y Lenin, pero tambiรฉn a Nikolรกi Bujarin, destituido de la direcciรณn del periรณdico Izvestia desde 1936 y expulsado del partido al aรฑo siguiente. La editorial Amรฉrica mostrรณ autonomรญa cuando publicaba a marxistas prebolcheviques, como Plejรกnov y Bebel, rechazados por idealistas en el estalinismo mรกs ortodoxo, o cuando mantenรญa vรญnculos con Vรญctor Raรบl Haya de la Torre y el apra, acusados de populistas por el comunismo latinoamericano leal al Kremlin. Tambiรฉn actuรณ con independencia, frente a la lรญnea de Moscรบ, cuando polemizaba con las tesis del frente unido antifascista desde una posiciรณn mรกs endeudada con el primer bolchevismo e, incluso, con el trotskismo.
El ensayo de Adriana Petra, a quien debemos la historia mรกs completa del comunismo cultural en Argentina โIntelectuales y cultura comunista (2017)โ, estรก dedicado a otra editorial, contemporรกnea a la de Garcรญa Treviรฑo: la argentina Problemas, fundada por Carlos Dujovne en 1939. A diferencia de la mexicana, Problemas publicรณ a clรกsicos del estalinismo como el propio Stalin o el bรบlgaro Gueorgui Dimรญtrov. Aunque suscribiรณ la lรญnea frentista de Moscรบ, Problemas difundiรณ buena parte del pensamiento socialista argentino en que figuraban autores tan diversos como Josรฉ Ingenieros y Rodolfo Puiggrรณs. La crisis de la editorial a mediados de los cuarenta tuvo que ver con la divisiรณn de los comunistas argentinos frente al peronismo, un movimiento con el que, a contracorriente, simpatizaron tanto Puiggrรณs como el propio Dujovne, quien, por cierto, tambiรฉn se involucrรณ a favor de la Revoluciรณn boliviana de Vรญctor Paz Estenssoro en los cincuenta.
El libro de Granados y Rivera Mir continรบa su viaje hacia atrรกs en la segunda secciรณn, donde Isabel de Leรณn Olivares, Diego Zuluaga Quintero y el propio Aimer Granados estudian a tres letrados clรกsicos del siglo xx latinoamericano: el venezolano Rufino Blanco Fombona, el dominicano Pedro Henrรญquez Ureรฑa y el mexicano Alfonso Reyes. Isabel de Leรณn se encarga de una editorial Amรฉrica muy anterior y muy distinta a la de Garcรญa Treviรฑo, la de Blanco Fombona en las primeras dรฉcadas del siglo xx. Fundada en Madrid en 1915, aquella empresa abriรณ sus pรกginas a la generaciรณn viajera y modernista de 1910: el nicaragรผense Rubรฉn Darรญo, el guatemalteco Enrique Gรณmez Carrillo, el argentino Manuel Ugarte, el peruano Francisco Garcรญa Calderรณn. La editorial fue un proyecto extraordinariamente ambicioso, que incluรญa una serie de colecciones o โbibliotecasโ: Andrรฉs Bello, Ayacucho, Ciencias Polรญticas y Sociales, Juventud Hispanoamericana, Historia Colonial. Aquel magno proyecto es un antecedente inmediato de la revista Repertorio Americano de Joaquรญn Garcรญa Monge en Costa Rica y, por supuesto, del Fondo de Cultura Econรณmica en Mรฉxico.
El ensayo de Granados sobre Reyes se interna en una deuda de los estudios alfonsinos: la historia de las revistas y editoriales del autor de Visiรณn de Anรกhuac. Con Juan Ramรณn Jimรฉnez, en Madrid, entre 1921 y 1922, Reyes editรณ la revista รndice; luego en Buenos Aires intentรณ armar otra publicaciรณn, Libra, de la que apareciรณ solo un ejemplar, y todavรญa siendo embajador en Argentina y Brasil, en los aรฑos treinta, publicรณ la revista Monterrey, ademรกs de pertenecer al Consejo Extranjero de la revista Sur, junto con Josรฉ Ortega y Gasset, Pedro Henrรญquez Ureรฑa y Waldo Frank. Aquella larga experiencia editorial, sostiene Granados, fue aprovechada por Reyes en el paciente trabajo de impresiรณn de sus Obras completas y en su labor al frente de la Casa de Espaรฑa y El Colegio de Mรฉxico. Aunque se refiere a otro de los letrados cardinales del siglo xx hispanoamericano, Pedro Henrรญquez Ureรฑa, el ensayo de Zuluaga Quintero es de muy diversa รญndole.
El autor nos devuelve a los aรฑos de la Guerra Frรญa, esta vez, a los dilemas en torno a la ediciรณn de La utopรญa de Amรฉrica de Henrรญquez Ureรฑa en la Biblioteca Ayacucho en 1978 a travรฉs de la correspondencia entre รngel Rama, director de la colecciรณn, y el crรญtico colombiano Rafael Gutiรฉrrez Girardot, encargado de la ediciรณn del gran ensayista dominicano. Un aspecto importante de la correspondencia tiene que ver con el propรณsito de trasmitir una idea de Henrรญquez Ureรฑa distinta a la que predominaba en las ediciones del fce, demasiado apegadas a la funciรณn tradicional del letrado latinoamericano, pero tambiรฉn diferente a la imagen nacionalista revolucionaria del dominicano, establecida por la antologรญa de Casa de las Amรฉricas, encargada al crรญtico cubano Josรฉ Rodrรญguez Feo. Para Rama y, sobre todo, para Gutiรฉrrez Girardot no tenรญa sentido, por ejemplo, ocultar que Henrรญquez Ureรฑa habรญa rechazado varios aspectos de la Revoluciรณn mexicana y habรญa simpatizado, inicialmente, con el rรฉgimen de Rafael Leรณnidas Trujillo en Santo Domingo.
La รบltima parte del libro, a cargo de Juan David Murillo, Claudia Darrigrandi, Antonia Viu y Juan Carlos Gaona, se interna en el mundo de las revistas culturales latinoamericanas, analizadas tambiรฉn por Aimer Granados en un importante volumen anterior. Las revistas y los suplementos culturales han sido espacios fundamentales de articulaciรณn de las comunidades intelectuales en Amรฉrica Latina, especialmente en la primera mitad del siglo xx, como se confirma aquรญ a travรฉs de diversos casos en Argentina, Chile y Colombia. Estos ensayos nos persuaden, una vez mรกs, de que la intelectualidad latinoamericana ha estado siempre enfrentada al reto de armar sus bibliotecas y sus hemerotecas en medio de los vaivenes de la historia polรญtica regional.
Bibliotecas y hemerotecas construidas en vidas pรบblicas marcadas por dictaduras, revoluciones y exilios. A diferencia de la โbiblioteca de Babelโ de Jorge Luis Borges, estos han sido archivos que se han perdido y recuperado entre un incendio y el otro. Hacer revistas, fundar editoriales son, en la historia de nuestra cultura, actos de voluntad contra el nihilismo y la indiferencia. Es importante no perder de vista los riesgos del heroรญsmo intelectual, sobre todo en lo que ataรฑe al trasfondo elitista de la ciudad letrada, contra el que advertรญa รngel Rama. Pero tampoco hay que privar la memoria de aquellas odiseas del libro que dibujaron a su paso la fisonomรญa del saber latinoamericano. ~
(Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y crรญtico literario.