Traspaso
Estaba acurrucado bajo el รกrbol,
oscuro igual que el tronco, y tan callado
que los ojos silentes como frutos
eran un zumo claro
(muy pronto amargo)
desde dos gotas.
Lo observรฉ: me verรญa bajo el arco
y la sorpresa. ยฟQuรฉ haces tรบ aquรญ?,
le reprochรฉ entre bromas.
Se levantรณ muy digno,
tres patas y otra contraรญda
camino del cancel, con la derrota
pisando sus talones.
El gato cojo se marchรณ
y en el patio quedรณ el desaprensivo
con su remordimiento
lo mismo que las heces de los pรกjaros
en las losas de mรกrmol, nuevamente
blancas sin el intruso que volviรณ,
con extraรฑa querencia a la tortura,
a meterse debajo de algรบn coche:
esos neumรกticos
negros como รฉl, como la pata
de su rueda pinchada y sin repuesto. ~
Despuรฉs de otras mรบsicas
Mi padre se curaba la sordera
escuchando a Beethoven.
Eran tiempos de altavoz
y no de audรญfono.
Ahora que no suena ninguno de los dos ya en casa,
soy yo quien estรก sordo
y los escucho
en esta cavidad bajo los huesos:
el diapasรณn
en que retumba grave su memoria. ~